CAPILLA DE LAS FLORES

Buenos días hijo querido.

Te saludo, en otra mañana calurosa.

He cambiado el rumbo de mis caminatas, ahora mis pasos se dirigen hacia otros distritos.

Ayer en la zona costera de Martinez, alejada del centro de la Ciudad, encontré una capilla.

Los vecinos la denominan “La capilla de las flores.”.

Ocupa toda una manzana de esa localidad, asemeja por su aspecto a un espacio salido de un cuento.

Ignoro su nombre real, por ello la nomino con  el nombre que le otorgaron los habitantes del sitio.

La construcción está erigida en una lomada del terreno.

Para llegar a ella, se atraviesa un puente de madera, semejante al del Jardín Japonés, de la Ciudad de Buenos Aires.

Tiene un espacio rodeado de fragrantes flores,, de esa imagen surge el nombre por el que es conocida por quienes a diario transitan, por el lugar.

Es austera.

Posee todo lo necesario para quienes desean elevar sus oraciones, o aquellos que precisan momentos de paz

El interior posee varias  estatuas que recuerdan a diversos santos.

En mi caso ingresé para conocerla,

Cuando estábamos en el sur del país, visitábamos con frecuencia la capilla a cielo abierto, levantada en un bosque, que atrae a los turistas que visitan la ciudad más austral del país.

Evoco tu bautismo en la Basílica de Luján.

Cuando llegó la época en que los niños toman la primera comunión, respetando tus decisiones la postergaste para cuando entendieras, el concepto de religión.

Una respuesta coherente, como siempre fue respetada por mí.

Se realizan los actos acordes a la edad de quienes aceptan  o niegan, como  en tu caso.

Respeto rodas las religiones y creencias.

Desde tu ausencia temprana tengo mis propias disquisiciones, no niego ni afirmo nada.

En otro orden de cosas te cuento tu hermano de la vida, está en Milán.

Ayer estuvimos intercambiando audios durante una hora.

Te recuerda en cada conversación,  con cariño sincero.

Para hoy elegí frases célebres, relacionadas con la religión católica.

Como siempre las comparto con vos, por ello las dejo aquí.

 

“Háganse valle (humildes) para recibir la lluvia; lo alto se seca, lo bajo se llena. La gracia es como la lluvia. (San Agustín)

 

La naturaleza es la mejor maestra de la verdad. (San Ambrosio)

 

Un cristiano fiel, iluminado por los rayos de la gracia al igual que un cristal, deberá iluminar a los demás con sus palabras y acciones, con la luz del buen ejemplo. (San Antonio de Padua)

 

Hay que dar lo que os cuesta algo. No es suficiente dar de lo que os sobra, de lo que podéis prescindir, sino también de lo que no queréis prescindir, cosas a las que estáis apegados. (Santa Teresa de Calcuta)

 

Si quieren que la paz reine en sus familias y en su patria, recen todos los días el Rosario con todos los suyos. (San Pío X)

 

Cuando el amor de Dios obtiene la voluntad del alma produce en ella un insaciable deseo de trabajar por el amado. (San Juan Crisóstomo)

 

Para mí la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada al cielo, un grito de agradecimiento y de amor en las penas como en las alegrías. (Santa Teresa de Lisieux)

 Procuremos siempre mirar las virtudes y cosas buenas que viéremos en los otros y tapar sus defectos con nuestros grandes pecados… tener a todos por mejores que nosotros” (Santa Teresa de Jesús)

 

 

Hijo lindo tengo deseos de entregarte en tu hábitat  aquello que te pertenece.

Besos, abrazos y caricias, que no te he podido dar, en más de siete años.

Son tuyos.

Algo que no puedo precisar que es, impide vengas por ellos.

Ansío verte en mis sueños, tampoco sucede.

¿Qué pasa hijo de mi vida?

Ten en cuenta que ese es otro de los motivos, por los que deseo abandonar suelo terrenal.

Es difícil continuar sin tenerte a mi lado.

Muchachito sabio, inexorablemente todos tus presagios, se van cumpliendo.

Debo reconocer que  conocías demasiado bien, el entorno que me rodea.

¿Para qué seguir?

Carece de sentido continuar en territorio terrenal.

No es mi lugar.

Percibo me necesitás, tanto como yo a vos.

Es inútil extender la vida en estas circunstancias impensadas por mí.

Nunca he sido conejito de laboratorio.

¿Existe el reencuentro?

El silencio es la peor respuesta.

Jamás asumiré tu ausencia.

No es normal los hijos, se vayan antes  que sus mayores.

Sos mi vida entera.

Hoy y siempre, he de reiterar mi pedido habitual en estos contactos, por todo el amor que continuás generando pido por favor nunca olvides cuanto te quiere,

Mamá.

 

 

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=Y0jvK_Cn5io