Buenos días
hijo querido.
Te saludo en
una mañana lluviosa.
El cielo
llora tu ausencia.
Anoche
estuve conversando con tu hermano de la vida, está paseando por Roma, relató
temprano había conocido un museo de piedras preciosas,
Me envió una
foto de un soñado diamante que ocupa el centro del salón.
Está
contenido en una vitrina de cristales blindados con alarmas.
Existen en
el lugar otras piedras preciosas, como brillantes, esmeraldas y topacios,
La imagen es
la elegida para iniciar este contacto donde te siento tan cerca de mi corazón.
Evoqué nuestros viajes a las Cataratas del Iguazú, y
las excursiones a Wanda, espacio donde se ubica una mina a cielo abierto,
Al lado de
ella existe una joyería donde pueden adquirirse piedras semipreciosas.
Vos elegiste un rubí para un anillo y para mí,
topacios y amatistas.
Al llegar a
Buenos Aires, contacté a un joyero, quien como verdadero orfebre, realizó para
vos un anillo con el rubí oval y para mí colgantes y anillos con las piedras
seleccionadas.
El anillo lo
usabas siempre, inclusive cuando nos internamos para intentar salvar tu vida.
En esos
momentos desesperantes, advertí faltaba el anillo que llevabas en el dedo
anular.
No te
comenté el faltante, no tenía intenciones de sumar preocupaciones a tu endeble
estado de salud.
Poco
importaban los objetos materiales cuando tu vida estaba en riesgo.
Cuando se
produjo el final decidí regalar, todas mis joyas.
No sé si
elegí bien a los destinatarios.
Solo utilizo
un reloj, en mi brazo izquierdo.
No
necesitaba tener nada material,
Solo en las
hilachas de mi alma, hay lugar para vos.
Hubiese
querido conservar tu anillo.
No pudo ser.
Tu ser vive
en mi corazón.
Lo demás es
aleatorio.
Afortunadamente
nunca fuimos materialistas.
Me enseñaste
a dar todo por el otro, sin esperar
recibir nada a cambio.
Olvidé en el
camino las actitudes miserables, solo tengo tiempo para pensar en vos.
Cada uno es
dueño de sus actos.
Ante tamaña
tragedia lo demás carece de valor.
No me
importaría vivir en una casa humilde si te tuviera a mi lado, como antes.
¿Para qué
sirve la ostentación?
Aprendí
demasiado de vos, mi querido ángel
guardián, siempre pendiente de mí.
Te
preocupaba en demasía mi estado de salud.
Sé que sigo
aquí en la tierra, gracias a tu energía.
Siempre sos
muy generoso.
Has dado
todo sin pedir nada a cambio.
Tu corazón
es tan grande como el Universo, que hoy ocupás.
Para hoy
elegí frases y citas que aluden a los diamantes.
Las dejo
aquí.
Como es
habitual deseo compartirlas con mi adorado ser de luz.
“Tu cuerpo
es el país de las caricias, en donde yo, viajero desolado - todo el itinerario
de mis besos.- paso el otoño para no morirme, sin conocer el valor de tu
ausencia como un diamante oculto en lo más triste.
Carlos
Pelllicer
Es difícil
ser un diamante en un mundo de circonitas.
Dolly Parton
La presión
hace diamantes. George Patton
“Y todo como
el diamante antes que luz, es carbón...” José Martí
“Al que trato de amor, hallo diamante y soy
diamante al que de amor me trata.”
Juana Inés
de la Cruz
“Un pedazo de pan es más precioso para el
hombre que una montaña de diamantes y oro, Amén.” Grigori Rasputín
“Con pensamientos claros y limpios y la
práctica del bien seréis hombres transparentes y justipreciados, como el agua de
las fontanas de las altas montañas, como el rocío que desciende del firmamento
y se acuna y brilla en la mañana, como el diamante que resiste duros golpes y
continúa impertérrito irradiando esplendores y venciendo las agresiones de la
sombra y la tiniebla.”
Luis Alberto
Costales
Prefiero el brillo de tus ojos al de los
diamantes. Porque solo brillan para mí.”
José Narosky
“Con diamantes y dinero mucho se obtiene en
verdad, pero con dulces palabras aún se obtiene mucho más.”
Charles Perrault
Querido te
amo y extraño siempre un poco más.
¿Cuándo
aparecerás en mis sueños?
Quiero besar
tus mejillas, estrecharte en un tibio abrazo, acariciarte hasta que las manos
duelan.
Te imploro
vengas por mí.
No estoy
cómoda en territorio de Gea.
El lugar de
una madre, está al lado del ser que acunó durante nueve lunas y sus soles.
No es mi
deseo continuar en suelo hostil.
¿Cómo
sabías, siendo tan joven todo aquello que ocurrió durante tu ausencia?
¿Podrías
ayudarme a partir?
Es lo único
que necesito para estar en paz.
Tesoro de
esta oscura realidad, como lo hago de manera cotidiana, en nombre del amor que nos tenemos, he de pedirte por favor,
nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=ZF_t_LVcot0
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