LETRAS PARA MI HIJO

Hijo querido sos el único dueño de cada una de mis letras. De estos contactos maravillosos que unen las estrellas con la tierra. Siempre pienso estás en una de aquellas o en las oscuridades de la luna. Es posible sea una de las tantas ilusiones que no se concretan nunca. Hoy se cumplen sesenta y cinco meses de tu partida, episodio que jamás asumiré. Ayer conversando con tu prima, me decía “No podés, soñar a mi primo porque no lo dejás ir” Es cierto como podría hacerlo cuando mi vida depende de tu emergía. Sesenta y cinco meses donde te pienso en cualquier instante. Creo en cualquier momento abrirás la puerta de mi refugio para decirme “Hola ma” y darme un beso como antes. En ese tiempo éramos felices con solo mirarnos, nunca hubiera pensado podría vivir el horror de no tenerte más. En los primeros meses escribía sobre el “Ayer no lejano”. El paso de Cronos obligó a que esos grafemas fueran cambiados. Ignoro cómo se mide la distancia de la eternidad. Cuando mencionan los años luz que no se pueden contar sin llegar a cifras siderales me pregunto ¿Cuánto tardaré en llegar para abrazarte y decirte cuanto te quiero. El amor hacia un hijo es sublime. Nada puede compararse con ese sentimiento único e irrepetible. Evocar los momentos compartidos convoca a los espasmos que preceden al llanto. Sé mis lágrimas te conmovían y pedías no llorara. Siempre te contestaba son lágrimas para lavar el alma. No te conformaba la respuesta. Me abrazabas en piadoso silencio. Desde tu muerte aquellas lograron crear espinas, rodeando mi corazón. Quiero sepas cuanto te extraño. No puedo vivir sin vos. Ser de luz irreemplazable. Orgullosa de ser tu mamá. Seguramente existen otros jóvenes como vos. El sol es uno solo y la representación en mi tierra fuiste vos. Contradicciones de la vida. Cuando fuimos juntos a la consulta médica, pocos días antes de morir, te preocupabas porque no había llevado la capucha de la campera. A la salida fuimos a cenar solos los dos. Abordamos todos los temas. Callamos al percibir estábamos despidiéndonos. A la semana siguiente nos internaríamos. Lo únicobueno que hicieron los médicos fue no trasladarte a la sala de cuidados intensivos. Consideraron la relación que había entre los dos. ¡Te quiero tanto! La realidad es grotesca, solo vos sabés que se percibe antes de morir. Muerte no pensada o tal vez sí. Preferimos callarnos para que el daño irreversible no entristeciera tus últimas horas en suelo terrenal. Tus ojos enormes se convirtieron en pequeños, obra del padecimiento y saber que en cualquier instante la muerte vendría por vos. Horas antes de morir tuviste la grandeza de pedir a tus hermanos del alma y a tu prima no me dejaran sola. Cuando los médicos espaciaron las torturas supe estaba cercano el final. En el pasillo de la clínica les rogué no te hicieran sufrir. Para las leyes el certificado de defunción tu muerte se produjo a media mañana. A las cuatro y veinticinco de la madrugada, pese a que estabas en coma inducido, el amor te hizo decir las palabras más bellas que pude escuchar en mi vida. Hasta último momento estuve en tus pensamientos. Nunca más escucharía la ternura de tu voz. Hijo te quiero. Estoy ocupando un lugar que no es el mío. El destino pareciera no comprender que debemos estar juntos en la eternidad. Te amo hijito. Agradezco la paciencia que has tenido y seguís teniendo. Quisiera llegar cuanto antes. A la hora de definir mi partida todos se muestran callados. No he de pedirte ayuda. Entiendo querés, siga viviendo sin conocer demasiado la razón. Convocaré a la paciencia, es la única capaz de mitigar la ansiedad. Te amo, no olvides cuanto te quiere mamá. https://www.youtube.com/watch?v=tTZ66l8aRlY