PERFECCIÓN NATURAL

Buenos días alma mía. Te saludo en una mañana diáfana como vos. De forma constante evoco nuestros recuerdos. Cada viaje que hacíamos ha quedado grabado para siempre en mi memoria. Desearía en la tuya también. Cada kilómetro recorrido era un gozo difícil de describir con palabras capaces de expresar los sentimientos que despertaba la perfección natural. Nuestra provincia de Córdoba excede, cualquier hermosura. Tuvimos la oportunidad de recorrer todos sus rincones. Incluso aquellos donde resulta dificultoso ingresar. Nada nos detenía. Existe un sitio parecido a la provincia de Misiones. Selvático, con cerros cuyas faldas culminan en la profundidad de un espejo de agua cristalina como vos. Entre el principio de los cerros, cantarina, baja una cascada de agua, es una de las siete maravillosas denominadas “Cascada de los cóndores”. Sí, no solo las crías están acostumbradas al sur de nuestro amado país que poco tiene que ver con sus funcionarios. Esas aves aladas, encuentran a determinada altitud un espacio para procrear la maravilla de la vida. Alquilamos una cabaña en medio de la montaña. Exactamente frente a una de las cascadas que conforman las siete denominando a ese espacio magnífico. Como siempre utilizaste la orilla del río hasta que comenzaste a nadar en mayor profundidad. Cuando radiante saliste del agua, te pedí tuvieras cuidado, pues los ríos de montaña suelen ser traicioneros y al bajar arrasan con todo aquello que encuentran a su paso. No conocías esa parte de la historia por lo tanto y para mi tranquilidad optaste por utilizar las piletas olímpicas del complejo. Pocas veces nos encontrábamos con los otros turistas, a ellos le decías que tu madre podía fotografiar hasta el vuelo de una mosca. En ese entonces poseía una cámara profesional, de la que nunca me desprendí solo por cariño a quien me la regaló, nada menos que tu abuelo materno. Otra pérdida difícil de superar. ¿Lo has visto alguna vez? El destino siempre fue sorprendente con nosotros. Benefactor a la hora de regalarnos momentos felices, olvidadizo al determinar tu muerte temprana. Difícil convivencia entre la vida y la muerte que no sabe perdonar en la intención de saciar su sed con vidas ajenas. De aquellas épocas guaro cada uno de los momentos compartidos. Las dolores que alegraban nuestros desayunos. Esterlicias conocidas como “Flres de pájaro del paraíso” ¿Estás allí mi cielo? ¿Se parece a los nueve cielos que el poeta florentino Dante Alighieri le contaba a la hermosa Beatrice? ¿Sabés separarlos mitos de la realidad? ¿Por qué no creo en nada? ¿Recuperaré las creencias? ¿Por qué también soy presa del escepticismo? ¿Por qué no puedo soñarte? ¿En qué lugar guardar mis besos? Es inhumano para una mamá estar tanto tiempo, mil novecientos días sin poder besar a su hijo querido. ¿Hasta cuándo durará este cautiverio sin final? Te amo como siempre o más. No puedo vivir sin vos. ¿Por qué insisten con la postura de dejarme aquí? Nunca conoceré intenciones poco claras. Mi prioridad en este momento es reunirme con vos? Nada más debo hacer en suelo terrenal. Como siempre te manifiesto mi amor incondicional y he de pedirte no olvides cuanto te quiere mamá. https://www.youtube.com/watch?v=Uu8PUfyM2gQ