ENTRE BUMAS, ELLAS

Hola hijo querido.

Temprano recordaba un paseo en la  montaña, uno de los tantos que realizamos juntos, conociendo ciudades del interior de nuestro país.

Extrañamente, las brumas opacaban la belleza de la ciudad.

El dueño del hotel nos dijo saliéramos sin problemas, dado que no llovería.

La niebla se disiparía cuando comenzara, a elevarse la temperatura, dejando billa a Helios, con toda su intensidad.

Luego del desayuno, salimos a caminar por la orilla del lago.

Los picos de la cadena montañosa apenas se dejaban ver.

Tu bella mirada se posó sobre unas piedras donde se encontraban mariposas perdidas, buscando su lugar.

Ceca de las flores de otoño y no sobre las piedras.

Nos alegramos al ver el primer destello de sol, ello permitiría a las lindas visitantes encontrar los pétalos de las flores que es su verdadero hábitat.

Recuerdo  fue el único día en que la bruma fue tan densa.

Quisiera volver junto a vos a todos los sitios conocidos, para sentí el placer de disfrutar en mi realidad, teniéndote aquí.

Si bien estás de manera permanente, no puedo visualizarte.

Nadie puede negarme te lleve tatuado en mi alma para siempre y cuando estemos juntos también.

Los arbitrios del destino eligieron por nosotros.

No van a poder hacer lo mismo con la fuerza de nuestros sentimientos, ello nadie lo puede cambiar, ni siquiera el ser más poderoso que existe en la tierra o en el universo.

El amor de una madre hacia su hijo es imperecedero.

En ese aspecto todas las madres sentimos lo mismo, es el único amor puro y bello.

Tanto que resulta imposible adjetivarlo.

Semejante a la belleza de las mariposas extraviadas  en las piedras hasta que brilló, el primer rayo de sol.

Te has convertido en mi Astro Rey, iluminando cada jornada de esta realidad.

Quiero dejarte los versos de un gran autor, que tuvo magia al  pensar cada letra.

 

“Mariposa de la sierra

Autor: Antonio Machado

 

¿No eres tú, mariposa,

 

el alma de estas sierras solitarias,

 

de sus barrancos hondos

y de sus cumbres agrias?

 

Para que tú nacieras,

 

con su varita mágica

a las tormentas de la piedra, un día,

mandó callar un hada,

 

y encadenó los montes

 

para que tu volaras.

 

Anaranjada y negra,

morenita y dorada,

 

mariposa montés, sobre el romero

 

plegadas las alillas o, voltarias,

 

jugando con el sol, o sobre un rayo

 

de sol crucificadas.

 

¡Mariposa montés y campesina,

 

mariposa serrana,

 

nadie, ha pintado tu color;  vives

 

tu color y tus alas

 

en el aire, en el sol, sobre el romero,

 

tan libre, tan salada! ...”

 

Qué bueno  tanto terrenales y humanos tuviéramos libertad para expresarnos.

Lamentablemente la censura existe.

En mi caso no me gusta disfrazar las palabras.

Las escribo, tal como las siento, sin anestesia.

La creatividad  no está dispuesta a dormir.

No poseo la potestad de sugerir al otro la libre expresión es un derecho constitucional adquirido y nadie puede modificarla  a su gusto, por más intentos que hagan, fracasarán.

No pierdan el tiempo en banalidades, obstentando ser dueños de aquello que nunca serán, más allá del poder momentáneo.

“Nada dura para siempre”.

Axioma utilizado por vos  y más vigente que nunca.

Has sido sabio mi tesoro, al aferrarte a consignas trascendentes del tiempo que nos toca vivir.

Antes o después.

Siempre la palabra será precursora de cada actitud que tomemos, con el propósito de ser mejores personas.

A diario recibo tu energía  y enseñanzas. Para continuar donde no deseo estar.

Sé obtendré tu ayuda cuando llegue el ansiado momento.

La misma que brindás, a los seres que te aman y no lo están pasando bien.

En ocasiones los preludios son angustiantes, solo hay que tener fe para sobrellevar las sorpresas que nos depara la vida.

Te amo hijo querido.

Percibo estás instalado en mi corazón mientras establezco este contacto.

La necesidad de date un beso se agiganta cada día.

Es difícil transitar la ausencia injusta.

Tengo la plena certeza pensás, parecido a mí.

Mo he conocido madres que hayan tenido tal grado de simbiosis con sus hijos.

Acá o en otros mundos nadie podrá, modificar nuestro sentir.

Somos indivisibles y nadie podrá  cambia este estadío, donde el amor es prioridad imperiosa.

Te amo hijo hermoso, te extraño más.

Estando juntos también realizaré la misma solicitud.

He de pedirte por favor, nunca olvides cuanto te quiere, mamá.

 

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=AGbfce-0E3o