Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana fría y soleada, contrastando con la noche
de ayer donde el cielo no dejó de llorar.
El auto que me traía de regreso a mi refugio, lo hizo con
suma prudencia.
La cortina de agua impresionaba por su caudal.
Por suerte también llovió en las zonas recién sembradas de
nuestro amplio país.
Fenómeno
meteorológico que antes no me afectaba tanto como ahora que no te tengo.
Pienso son las lágrimas derramadas por otras madres,
atravesando circunstancias semejantes a las mías.
Nos reunimos a través del pensamiento para llorar a
nuestros hijos.
La mueca de una sonrisa se dibuja en mi rostro cuando
comenzaba a llover, siempre alguna urgencia inesperada te esperaba.
En el instante de recordarte llevaras paraguas, respondías:
“Es solo agua mami”.
Desearía tener la potestad de regresar en el tiempo, ubicándome en aquellos que fuimos felices y detenerlo
allí. Evitando siguiera su curso para enfrentarme con la tragedia impensda.
Todas las madres que han sufrido la pérdida de un hijo deben pensar semejante a mí.
Es un calvario enfrentarse a las ausencias.
No existe dolor más potente que ese.
Hoy en la ciudad no funcionan los medios de transporte,
afectando a millones de trabajadores, el jueves será el turno de los bancos.
Pocas veces viví en un mundo al revés, donde a la mañana se
dice algo, para luego desmentirlo.
Saturan a los ciudadanos por sus peleas por poder. Por
respeto a los argentinos, deberían abstenerse de hablar públicamente de las
próximas elecciones.
Falta mucho para ello.
Es necesario atiendan los números de la indigencia y la
pobreza.
En el medio de esta loca vorágine hay niños que solo reciben alimentos cuando
van al colegio.
Indigna que un país que tiene la facultad de alimentar al
triple de los ciudadanos que habitan ciudades determinadas, tenga números tan
mentirosos.
Motivo por el que no responderé el Censo que se llevará a
cabo el próximo mes.
No tiene sentido responder, si luego los números son
manipulados para favorecer a los seguidores del poder.
Existen otras prioridades para atender.
Con el dinero que costará convocar a los censistas se pueden
comprar más vacunas o hacer llegar a los hospitales, los insumos que necesitan
para atender a los eventuales pacientes.
Hijo precioso, hoy te dejo unas letras referentes a la
lluvia, con la ilusión, puedas acceder a ellas.
“El arca
Autor:
Wislawa Szymborska
Empieza una lluvia prolongada.
¡Al arca!, porque ¿dónde, si no, se van a meter?:
poemas para una sola voz,
éxtasis privados,
innecesarios talentos,
curiosidad superflua,
tristezas y temores de corto alcance,
ganas de ver las cosas desde seis lados.
Los ríos crecen y se desbordan.
¡Al arca!: claroscuros y semitonos,
caprichos, ornamentos y detalles,
excepciones tontas,
signos olvidados,
innumerables,
variedades del gris,
juego para el juego,
y lágrimas de la sonrisa.
Hasta donde alcanza la vista, todo es agua y un horizonte
borroso.
¡Al arca!: proyectos para un futuro lejano,
alegría de las diferencias,
admiración de los mejores,
elección no reducida a uno de los dos,
anticuados escrúpulos,
tiempo para pensarlo
y fe en que todo esto
pueda, un día aún ser
útil.
En consideración a los niños
que seguimos siendo,
los cuentos de hadas terminan bien.
Aquí tampoco puede haber ningún otro final.
Cesará la lluvia, bajarán las olas,
sobre el despejado cielo
se descorrerán las nubes
y serán de nuevo
como deben ser las nubes sobre todo el mundo:
elevadas y frívolas,
semejantes
a felices islas,
borreguitos,
coliflores,
y pañales
secandose, al sol.”
Me gustaría pudieras leer a mi lado las letras de los poetas
que dejo en estos enlaces.
Otra utopía difícil de cumplimentar.
Ocurre lo mismo con mis deseos de darte un beso cada mañana
al despertar.
Duele tu ausencia, desgarra el dolor.
Otra de las razones por las que quiero abandonar este suelo
terrenal.
¿Hoy más que siempre quiero estar junto a vos allá en la
eternidad.
Es extensa la espera, desconociendo el final.
¿Cómo estás?
¿En qué sitio se encuentra tu hábitat?
Cada noche pido, puedas aparecer en mis sueños.
El deseo de abrazarte y acariciarte no es posible
dimensionarlo.
En esta ocasión no se trata solo de un anhelo sino de una
necesidad.
Sos mi vida, hubiese querido acompañarte, en el viaje final.
Desespera tu soledad.
Ignorar si has encontrado a quienes se fueron antes o
después que vos.
Tesoro de mi realidad te extraño tanto como te amo.
Me hace falta tu cariño, las demostraciones de amigo fiel.
Mi ser luminoso, en cada conexión reiteraré mi pedido, por
favor, nunca olvides cuanto te quiere, mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=cX76kfrF70c
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