Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana desapacible, Helios no se decide a
regalarnos sus rayos dorados.
Evocaba mientras establecía este contacto que nos unen más,
tu predilección por los relojes.
Solías pedir prestado el de bolsillo de tu abuelo materno.
Sosteniéndolo en tus manos, un largo rato, no se lo
devolvías, lo colocabas en la biblioteca sobre los libros de la biblioteca,
pues según tu criterio, se veía mejor y todos podían admirarlo, tanto como vos.
No te conformabas con las palabras de tu abuelo quien en
vano trataba de explicarte, se trataba de un reloj para coloca en el bolsillo.
Tu respuesta siempre fue la misma “Si está en tu bolsillo
solo se ve la cadena y no el reloj”
No podía decirte nada pues tu abuelo me retaba a mí, esgrimiendo,
eras su nieto y podrías hacer aquello que desearas.
Debo reconoce que apoyado en los libros lucía mejor, si bien
no cumplía su función.
Esos recuerdos , evocan en mi rostro la mueca de una
sonrisa.
El tiempo siempre atrajo tu cota vida.
¿Acaso sabías de tu
prematura partida?
Heredé del abuelo la pasión por los relojes.
Debo ser de las únicas humanas que lo lleva en su muleca
durante todo el día.
Ello no quita mantenga mis discusiones con Cronos, desde tu
ausencia.
Reclamo siempre, haya
tenido la posibilidad de vivir tantos años y vos tan poquitos.
No adhiero a la postura de la brevedad de tu existencia,
cuando tenías tano tiempo por vivir.
Proyectos tuncos o los otros que no llegaron a nacer.
¿Por qué es tan injusto
el tiempo que para unos otorga vidas extensas y elige seres jóvenes para
llevarse a espacios que siguen siendo un enigma para quienes estamos en suelo
terreno, con muchos deseos de abandónalo para estar junto a los que sin motivo
justificado fueron arrancados de su hogar.
Soy yo quien debía irse con vos para acompañarte en el
último viaje y quedarnos juntos por toda la eternidad.
Son los hijos quienes deben despedir a sus padres.
El devenir de la existencia no es perrfecto.
Impide sin razón pueda concretar la mayor de mis utopías que
es darte un beso como lo hacen todas las madres con sus hijos.
¿Por qué se me ha negado esa posibilidad?
Necesito respuestas arrgumentadas, así encontraría atisbos
de paz.
Quien no ha tenido la fortuna de tener un hijo y amigo como
vos, puede no entienda el dolo que tae la peor de las pérdidas para la que
nunca se halla resignación.
Por ello mi constante clamor para que aparezcas en mis
sueños y así poder cumplir las función, básica de una madre que es consagrar la
vida a su hijo.
Duelen las manos vacías que deja el dolor.
Seleccioné un poema referente a los relojes, testigo de cada
segundo de la realidad no deseada.
“Fantasía morisca
Autor: Francisco Villaespesa
A. Alfredo murga
el reloj encantado
retumba, la una.
Bajo el plateado
temblor de la luna,
la fuente sonora
del patio, entre tanto,
nos cuenta el encanto
de la reina mora.
Un dragón vigila
su lóbrego encierro.
La feroz pupila
se revuelve inquieta.
A quien mira, mata.
La mano de hierro
Crispada, aún, sujeta
la llave de plata.
Lenta el agua llora;
y la reina mora,
sola con su llanto,
espera el acero
del joven guerrero
que rompa el encanto.
Pálida y sumisa,
bajo una palmera,
con su peine de oro
y marfil, alisa
el negro tesoro
de su cabellera!
el reloj encantado
retumba la una.
Bajo el plateado
Temblor, de la luna,
la fuente sonora
del patio, entre tanto,
nos cuenta el encanto
de la reina mora!”
Letras para alegrar, tu alma lejana.
¿Dónde estás?
¿En tu hábitat las horas están detenidas como aquí?
Deseo manejar las manecillas del reloj, apurar el tiempo al
solo efecto de estar a tu lado y quedarme sin la custodia celosa del tiempo.
¿Sabías de la intensidad de mi amor?
¿Falta mucho para estar a tu lado?.
En el espacio estrellado quitaré de mi muñeca izquierda el
reloj.
No será un artículo necesario si estamos juntos.
Volveremos a disfrutar cada día.
Ahora lo necesito para
descontar las horas que me separan del ser, que más amo en este y otros
mundos.
¿Por qué no me enseñaron a vivir sin vos?
¿Quiénes te llevaron, carecen de familia que los extrañe?
¿Por qué ese accionar y el desprecio por la vida ajena?
Te amo hijo querido.
Es muy difícil continuar donde no se desea estar.
Despertar cada mañana y no encontrarte es el peor calvario
al que se somete a una madre.
Quiero abrazarte y acariciarte como ayer.
Duró demasiado poco el estado de plenitud.
Te amo hijo mío por ello en cada enlace he de pedirte por
favor, nunca olvides cuanto te quiere, mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=Xg2KzMP3mEI
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