Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana diáfana, ningún celaje oculta los
dorados destellos del sol.
Estuve buceando en mis recuerdos y en ellos evoqué uno de
los tantos viajes realizados en tu añorada compañía.
Busqué entre tantas fotos, hasta que hallé las conocidas
“Cabañas del Lago” situadas en San Carlos de Bariloche.
Pese al paso inexorable del tiempo, están en perfecto estado
de conservación.
Caricias para el alma haber visitado ese famoso lugar de
nuestro país.
Los turistas suelen visitar esa maravilla en invierno, para
poder esquiar.
Nosotros fuimos en verano.
Previamente había contratado el alojamiento en un complejo
de cabañas, ubicadas frente al lago Lacar.
Una edificación soñada, con los techos de tejas rojas, por
donde en temporada invernal la nieve se desliza como si se tátara de un
tobogán.
En pleno estío es posible practicar deportes náuticos, tal cual te gustaba, a vos.
Imposible no emocionarse al verlas reflejadas en el espejo
de agua transparente.
Cada propiedad cuenta con un amarradero para atar los botes
a remo, con los que no tenías dificultad.
Por los caminos internos se llega al centro de la ciudad no
solo a comprar alimentos sino productos regionales y artesanías talladas en
madera.
De noche dejábamos la cabaña iluminada, asombrados la
veíamos reflejado en el agua.
El verde de los pinos y las flores producen placer.
En ese viaje decidimos alojarnos allí, con el propósito de
evitar los horarios de los hoteles que
son rigurosos.
Deseábamos un espacio
donde fuera, reina la paz acompañada de
libertad.
Siempre fue nuestro derrotero, no regirnos por horarios
estrictos, donde es necesario el uso constante del reloj.
Un espacio para recomendar a los amigos de verdad.
En un punto son los hermanos, que obsequia la vida.
Anoche hablé con el tuyo, había celebrado las fechas
pascuales en compañía de su mamá, una hermosa mujer, mientras conversaba con su
hijo ella me saludaba con cariño verdadero.
Es un lujo haberlo heredado de vos.
Primeo como profesional y desde tu ausencia como el amigo
más fiel.
Entiendo por qué la vida los colocó en el mismo sendero.
Enemigo del discurso falaz que otros usan por interés.
Ayer también, el ingeniero en sistemas que atiende mi
computadora, envió una sorpresa a mi celular, las fotos tuyas que están en cada
espacio de mi vida.
Las encontré buscando una imagen, están todas.
Envié un audio para agradecer la gentileza.
La semana pasada, colocó en el inicio de pantalla de mi
móvil, una foto tuya. Quedó hermosa.
Te puedo mirar cada vez que utilizo el teléfono sin
necesidad de recurrir a la computadora o a las miles de fotos en las que
estamos juntos, en cualquier evento.
Admiro la capacidad y velocidad para ejecutar mis deseos.
Es un muchacho joven,
con una familia hermosa, la esposa es mi odontóloga y dos hijos que son amorosos.
Pese a la soledad, me sentí acompañada por los seres que
aprendí a querer.
Son seres de luz, semejantes a vos.
Para hoy elegí letras de autor para que puedas leerlas en tu
hábitat.
“RIMA VII
Autor: Rubén Darío
Llegué a la pobre cabaña
en días de primavera.
La niña triste cantaba,
la abuela hilaba en la rueca.
-¡Buena anciana, buena anciana,
bien haya la niña bella,
a quien desde hoy amar juro
con mis ansias de poeta!
la abuela miró a la niña.
La niña sonrió a la abuela.
Fuera, volaban gorriones,
sobre las rosas abiertas.
Llegué a la pobre cabaña
cuando el gris otoño empieza.
Oí un ruido de sollozos
y sola estaba la abuela.
-¡Buena anciana, buena anciana!
Me mira y no me contesta.
Yo sentí frío en el alma
cuando vi sus manos trémulas,
su arrugada y blanca cofia,
sus fúnebres tocas negras.
Fuera, las brisas errantes
llevaban las hojas secas.”
¿Cuándo aparecerás en mis sueños para poder darte un beso?
Cielo son muchos, no permitas lleguen a marchitarse.
En el instante que estemos juntos en el universo, no los
descartaremos, tengo más para adicionar.
En dos días se cumple un mes de la partida de la persona que
junto a su esposa fueron los primeros en acercarse, en el momento de tu
internación.
Si los reencuentros existen se habrá visto con su esposa.
Pese a las dudas que tengo, quiero esa entelequia sea
realidad.
Es enorme mi apuro por llega a vos.
¿Podrías relatar, como es tu morada?
No deseo, dilatar el encuentro.
Hace casi siete años que no te veo.
Ha sido la peor tragedia que me tocó vivir.
Nadie pudo ocupase en enseñarme a vivir sin vos.
Te amo tanto como te extraño.
Necesito ayuda para emprender el viaje.
¿A quién pedir acelere el trámite?
Hijo de mi vida, es imposible continuar en suelo terrenal
Mi querido como es costumbre, en estas conexiones que nos acercan
un poco más, te pido por favor, nunca olvides cuanto te quiere, mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=itI_-qrHekY
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