Hola mi amor inmenso.
Te saludo en otra mañana fresca con algunos celajes blancos adornando el
firmamento.
Ayer pese a ser feriado por el “Día del trabajo”, Laura paso
a buscarme a media mañana para visitar nuevamente, el Jardín Japonés, situado
en el barrio de Palermo de la Ciudad de Buenos Aires .
En esta ocasión el pequeño Indra, acompañado de sus abuelos
maternos asistió a un parque temático
con su amigo preferido.
Laura conoce mis horarios de escritura.
Pese al feriado, el famoso espacio permanece abierto todos
los días del año.
Llegamos en menos de media hora, pues el tránsito parecía
haberse tomado descanso.
Llegar al jardín es fascinante.
El sitio donde se adquieren las entradas tiene la forma de una pagoda.
La fragancia de las flores de otoño es impactante.
Comenzamos a recorrerlo,
Espacio soñado para quienes nos gusta el esparcimiento
tranquilo.
La exhibición de distintas especies es un mimo para el alma.
La foto que antecede al enlace pertenece a uno de los tantos
canteros que existen en ese espacio visitado por turistas nacionales e
internacionales.
En la imagen se visualizan plantas de hojas de diversos
colores, el césped similar a una alfombra verde.
Luego de cruzar los característicos puentecitos pintados de rojo para cruzar los
lagos artificiales, que allí se
encuentran.
El guía va nombrando los distintos tipos de flores que ahí
pueden encontrarse.
Pocas veces se ven en la ciudad árboles de cerezo de todos
colores.
Son mis favoritos por la delicadeza de cada flor y la
tonalidad de las mismas.
La caminata insume aproximadamente, dos horas.
Entre la variedad de
especies hay figuras de metal representando la cultura japonesa.
Asombra la prolijidad de cada ornamento.
El aseo es el primer dogma a cumplir.
Al concluir el mismo algunos eligen irse, nosotras
optamos por ingresar al restó a
deleitarnos con la cocina oriental.
Exquisitez para el paladar de los habitués a ese enclave
maravilloso.
Sorprende gratamente, la educación, de quienes eligieron
radicase en Buenos Aires.
Permaneció cerrado durante la cuarentena eterna pasada por
los argentinos al comienzo de la pandemia.
Con las prevenciones del caso ahora atiende norrmalmente
Con Laura nos pusimos al día en nuestras conversaciones.
Pese a que no llegó a conocerte te recuerda con mucho
cariño.
Fue la autora de un dibujo a lápiz de tu rostro sonriente.
Ocupa un espacio en el comedor de mi refugio.
Llegamos relativamente temprano dado que los locales
comerciales estaban cerrados como consecuencia del feriado, además Laura, tenía
que pasar por su hijo y en mi caso deseaba regresar a mi refugio.
Contadas veces pasamos un día tan hermoso.
Siempre estoy en la búsqueda
de frases o poemas relacionados con el tema que utilizamos al conectarnos.
Para la fecha elegí frases
de autores consagrados, referidas a las plantas.
Deseo compartirlas con vos, dueño de mi alma.
“Nuestros cuerpos son nuestros jardines, nuestras voluntades
son nuestros jardineros.
William Shakespeare (1564-1616)
El arte es el placer de un espíritu que penetra en la
naturaleza y descubre que también ésta tiene alma. Auguste Rodin (1840-1917)
Podrán cortar todas
las flores, pero no podrán detener la primavera. Pablo Neruda (1904-1973)
Si no escalas la montaña, jamás podrás disfrutar del
paisaje..- Pablo Neruda.
La belleza de una
flor proviene de sus raíces. Ralph Waldo
Emerson (1803-1882)
Mi jardín es mi más bella obra de arte. Todo lo que he
ganado ha ido a parar a estos jardines. Todo el mundo discute mi arte y
pretende comprender, como si fuera necesario, cuando simplemente es amor. .-
Claude Monet (1883-1926)
Quizás me debo haber convertido en un pintor de flores. .-
Claude Monet
Si estuvieran planeando el futuro por 1 año, planten una
semilla; para 10 años, planten un árbol, más si planean para 100 años, eduquen
a los niños. Confucio (551 a.C.- 479
a.C.)
El amor por la
jardinería es una semilla que una vez sembrada nunca muere.
Gertrude Jekyll 1843-1932
Un jardín es un gran
maestro. Te enseña paciencia y un prudente cuidado, te enseña la industria y el
ahorro en la economía, y sobre todo, la verdadera confianza. Gertrude Jekyll.””
Aforrtunadamente, conociste el Jardín Japonés, hace unos
cuantos años.
Por tus comentarios supe te había gustado tanto como a mí,
que lo he visitado varias veces y siempre encuentro algo novedoso.
Lugar propicio para date el beso que hace casi siete años
espera, deposite en tu mejilla.
¿Cómo estás?
¿En el Edén existen
las estaciones del año como en la tierra?
Sabés de mis deseos de estar allí prontamente, ejerciendo
las funciones básicas de una madre.
Quererte como el hijo maravilloso que sos y el amigo más fie
que he tenido.
Te extraño de la misma forma que te amo.
Es muy difícil seguir sin tu presencia.
No quiero agobiarte con mis dilemas.
Sos el único capaz de comprenderme.
Hacés falta.
Hijo querido, eternamente,, he de pedirte, por favor, nunca
olvides, cuanto te quiere, mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=ugF2VKXsUMg&t=135s
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