Buenos días amoroso
ser de luz.
Te saludo en una mañana diáfana.
El frío me lleva a otros paisajes más cálidos.
Por ello elegí la imagen que antecede a este contacto que me
lleva a sentir, estamos más cerca que ayer.
Desearía las hojas del calendario cayeran rápidamente para
visitar uno de los siete lagos del sur de la provincia de Río Negro.
Encerrado entre montañas nace uno de ellos, el que más nos
gustó cuando lo visitamos en verano para hui de las altas temperaturas de
nuestra ciudad.
Pese al estío el termómetro no asciende con rapidez.
Antes de bajar de la combi que nos transportaba, por un
camino serpenteante llegamos a uno de los siete lagos del circuito, en la
orilla margaritas blancas con el centro amarillo como el sol, rendía homenaje
al lago de aguas cristalinas del color del firmamento cruzado por un par de
gaviotas con las alas desplegadas, como si fueran un pequeño avión, buscando el
nido que las aloja.
Tomamos con nuestros respectivos celulares incalculable
cantidad de fotos para guardar la vista espectacular ofrecida por la
naturaleza.
El sendero que lleva al borde del lago tenía pequeñas
piedritas de tono similar a los topacios, queriendo jugar con los destellos
dorados del sol.
¡Felicidad estar juntos!
Siempre nos atrajeron los lugares con agua.
Nunca imaginamos estar en un sitio semejante a los que salen
en los cuentos, donde todo significa estar soñando pese a estar despiertos.
Todos los turistas emocionados ante tanta belleza.
En el camino para conocer el resto de los lagos intercambiamos
móviles para saber qué tomas habíamos realizado.
Pedí me pasaras las
gaviotas, surcando la esfera celeste, dado que las miraba, pero el vuelo
rápido, impidió tuviera celeridad para obtener la misma imagen que vos.
No pensamos serían nuestra compañía en otros lagos que
debíamos conocer.
Las perdimos de vista durante el trayecto.
Vos, las habías capturado en el momento exacto.
Hoy no regresaría a ninguno de los sitios visitados con vos.
Duelen los recuerdos
compartidos de manera diferente a tu ausencia irreparable.
En aquel entonces podía mimarte y darte los besos que las
circunstancias me obligaron a guardarlos en el cofre donde esperan llegar,
a su dueño legítimo.
Miles de sueños se fueron con vos.
Es cierto poseo cada instante en mi alma, no alcanza para
superar aquello que se fue para no regresar.
A Cronos, le pido a diario me deje ir.
No responde pese al tono que utilice en mi ruego constante.
En ocasiones lo trato con ternura, en otras no puedo, es una
deidad demasiado altiva.
No he podido logar, exprese cuando arribará el famoso momento para dejar
suelo terrenal.
Sabe no deseo estar aquí, sin embargo pareciera, estar distraído en otras tareas.
Insistiré, hasta lograr mi objetivo.
Seguramente no tiene
familia y pretende algunos nos parezcamos a él.
Pierde su esencia conmigo.
Prometí llegar y la búsqueda continuará
Dejo letras dedicadas a las gaviotas y a vos,.
Las mismas no son de mi autoría.
Espero les agraden.
“HUELLAS DE GAVIOTAS
Autor: Elina Wechsle
Mediodía, agujero de luz,
gaviotas en vuelo alto.
Al atardecer parecen no estar, sin embargo
sus huellas precisas…
han dejado marca sobre la arena.
!A veces creemos el horizonte libre de huellas,
creemos, haber cruzado definitivamente las aguas!
Atardecer.
Huellas de gaviotas,
claras indicaciones de que hubo mediodía,
cuando el hambre de mundo
nos arroja a la playa.
Marcas precisas.
Un pez muerto en la orilla
entorpece, lo que sólo tendría que ser camino.
El mal de la muerte entorpeciendo el paso.
Huellas de gaviotas.
El mediodía estallará tan sol de verano, tan brutal,
que perderán las huellas hasta el atardecer.
Huellas de gaviotas.
Levanten los ojos hacia las dunas.
Quietas, inconmovibles sobre la arena,
mirando fijamente el mar.
Allí están.
Somos hijos de esa fijeza.
Mañana iniciarán el vuelo,
primero rasante,
luego hacia el agujero de luz.
Huellas de gaviotas.
Las que hay que olvidar.
Para volar. Para volver a volar.”
Te pido detengas tu vuelo para poder alcanzarte y darte un
beso.
¿Existe alguna forma de acotar la distancia?
No deseo estar en este territorio hostil.
Necesito recuperar la mitad de mi alma.
Evento que se producirá, cuando volvamos a vernos.
¿Sucederá?
Muchas veces he solicitado tu ayuda para poder estar juntos.
Ese día mi esencia sanará.
Siempre has deseado lo mejor para mí.
No es en la tierra donde mejo me siento.
Nada mejor que tener, a mi ángel guardián bien ceca
Es desesperante no poder cumplir las funciones básicas de
una madre.
Hijo te amo con la misma intensidad que te extraño.
¿Podrías venir a buscarme?
Hijo amado, como es habitual, he de repetir nuevamente en
esta conexión mi pedido, por favor, nunca olvides cuanto te quiere, mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=npCq9g5wU4A
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