Buenos días hijo querido, el amor más inmenso que existe en
el universo.
Te saludo en una mañana muy fría, con el cielo diáfano.
Anoche desde la tierra observaba la luna en su fase
menguante.
Pensaba que desde tu hábitat has podido observar a la luna
colgada de un cielo añil oscuro, enmarcada por las estrellas, titilando en el
Cosmos.
Vista maravillosa, si estuvieras cerca del mar.
El satélite de la
tierra otorgaba su luz tenue cerca del
mar en que deseaba estar con vos.
Tu espacio predilecto, logro pudiera trasladarme allí.
No queriendo molestar esa postal tan atractiva, el rumor de
las olas había silenciado su voz, para no interrumpir la belleza de semejante
ensoñación.
Si bien estaba en el ventanal de mi refugio mirándola, es mi
gusto transportarme hacia los enclaves compartidos con vos.
Es una de las tantas formas que encontré para estar a tu
lado.
Sé, tenés la posibilidad de ver al planeta tierra junto a su
satélite natural.
Resulta bello volar con la imaginación, pensado asó te
hallaré más pronto para darte uno de los tantos besos que tengo guardados para
vos.
Si existiera la probabilidad de dotarlos de alas, habrían
llegado a tu morada para demostrarte mi amor incondicional.
Es muy difícil continuar en suelo terrenal, sabiendo que al despertar
no te escucharé llamándome mamá o
simplemente ma, y así poder abrazarte hasta que los brazos duelan.
La necesidad de acariciarte es cada vez mayor, no
encontrando consuelo capaz de morigerar el dolor que tu ausencia instaló en mi
alma para siempre.
La esperanza del reencuentro jamás la perderé.
Las
continuidad de tantas
disquisiciones que nadie está
dispuesto a resolver, pese al pedido
continuo para lograr pronto romper los
eslabones de la cadena que me mantiene cautiva a la tierra donde no deseo
estar, desde aquella gélida mañana de agosto, donde tu corazón dejó de latir.
¿Por qué sucedió?
¿Qué hice mal?
¿Por qué estás tan lejos de mí?
¿Cuándo finalizara esta pesadilla oprimiendo mi alma entera?
Para hoy seleccioné letras de un famoso y recordado autor
español por las obras que dejó, para ser disfrutadas por la humanidad.
Es mi deseo compartirlas con vos.
“TIERRA Y LUNA
Autor: Federico García Lorca
Me quedo con el transparente hombrecillo
que come los huevos de la golondrina.
Me quedo con el niño desnudo
que pisotean los borrachos de Brooklyn,
con las criaturas mudas que pasan bajo los arcos.
Con el arroyo de venas ansioso de abrir sus manecitas.
Tierra tan sólo. Tierra.
Tierra para los manteles estremecidos,
para la pupila viciosa de nube,
para las heridas recientes y el húmedo pensamiento.
Tierra para todo lo que huye de la Tierra.
No es la ceniza en vilo de las cosas quemadas,
ni los muertos que mueven sus lenguas bajo los árboles.
Es la Tierra desnuda que bala por el cielo
y deja atrás los grupos ligeros de ballenas.
Es la tierra alegrísima, imperturbable nadadora,
la que yo encuentro en el niño y en las criaturas que pasan
los arcos.
Viva tierra de mi pulso y del baile de los helechos,
que deja a veces por el aire un duro perfil de Faraón.
Me quedo con la mujer fría
donde se queman los musgos inocentes;
me quedo con los borrachos de Brooklyn
que pisan al niño desnudo;
me quedo con los signos desgarrados
de la lenta comida de los osos.
Pero entonces bajó la Luna despeñada por las escaleras
poniendo las ciudades, de hule celeste y talco sensitivo,
llenando los pies de mármol, la llanura sin recodos
y olvidando, bajo las sillas, diminutas carcajadas de
algodón.
¡Oh Diana, Diana, Diana vacía!
Convexa resonancia donde la abeja se vuelve loca.
Mi amor es paso, tránsito, larga muerte gustada,
nunca, la piel ilesa de tu desnudo huido.
Es Tierra, ¡Dios mío!, Tierra, lo que vengo buscando.
Embozo de horizonte, latido y sepultura.
Es dolor que se acaba y amor que se consume.
Torre de sangre abierta con las manos quemadas.
Pero la Luna subía y bajaba las escaleras,
repartiendo lentejas desangradas en los ojos,
dando escobazos de plata a los niños de los muelles
y borrando mi apariencia por el término del aire.”
Impresiona la calidad del autor.
Se ha convertido en
uno de mis escritores predilectos.
El buen decir captura el corazón de todos los que amamos la
literatura.
Te comento, hoy cerca del mediodía tendré que realizar un
trámite.
Como siempre viajo con tu documento para que me cuides.
Está ubicado a unos cuantos kilómetros de mi refugio, algo
que me produce inquietud.
Ese sitio lo conocés.
El consultorio está situado en la calle que lleva el nombre
de tu abuelo materno.
Produce emoción llegar allí.
¿Casualidad o causalidad?
Nunca antes me citaron desde ese lugar.
La persona que me atendió, enseguida notó la igualdad de los apellidos.
Es un orgullo volver a ese enclave, pese a estar un poco
lejos de mi distrito.
Recuerdos emotivos, regrearé en ese lugar, siempre pensando
en vos.
Te amo y extraño chiquito de mi existencia.
Como es habitual en estos contactos, he de repetir una vez
más mi solicitud, por favor nunca olvides cuanto te quiere, mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=ydKwY0tqAXQ
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