UNA CASA EN LA ISLA

Buenos días querido hijo.

Te saludo en una mañana desapacible, ventosa y fría.

Circunstancias que impedirán mi caminata diaria, dado que es muy probable comience a llorar, el cielo, ahora plomizo.

Por lo tanto dedico mi tiempo a escribir más que siempre.

Enorme posibilidad de alimentar la imaginación.

Convocar a los recuerdos.

Ellos me transportan a espacios visitados en tu compañía.

Era pleno estío, no se soportaba la temperatura acompañada de humedad, por lo tanto decidimos pasar el fin de semana en una cabaña de las Islas que están situadas, no demasiado lejos de aquí pues optamos por el Delta del Río Paraná.

Sin saberlo la cabaña asignada  contaba con  un hermoso natatorio, dado que allí no es posible sumergirse en las aguas del Delta por dos causas, primero la profundidad y segundo el intenso tráfico de embarcaciones, siempre custodiados por personal de Prefectura, evitando se produzcan incidentes.

En el parque

encontramos árboles frutales y flores obsequiando su fragancia exquisita.

Los dormitorios eran amplios orientados el que ocuparías vos, hacia el río, el elegido por mí daba al parque donde a toda hora se puede escuchar la melodía de los pájaros, un desayunador era la continuación del comedor.

En el embarcadero una lancha con remos por si los visitantes deseaban pasear por las serpenteantes, querían remar.

Plantas en el frente y gramíneas altas, que esa misma tarde vendrían a podarlas.

La intención era quedarnos el fin de semana, huyendo de las altas temperaturas.

Si los habitantes necesitaban provisiones, las mismas eran transportadas en lanchas almaceneras para que no faltara nada.

Vos la denominabas como supermercados flotantes.

Siempre tu creatividad para nominar cualquier objeto se hacía notar.

Detalle advertido por todos los que llegaron a conocerte.

La vida de los isleños es muy dura fuera de la temporada estival, es notable la soledad y carencia de actividades.

Hay familias establecidas de forma permanente.

Para los estudiantes de cualquier edad, llegan a sus colegios en lanchas destinadas a tal fin.

Espacio para recomendar a quienes  les agrada estar en contacto con la naturaleza y también por razones de seguridad.

No he regresado a ese lugar, pese a que mi amiga Laura, posee una propiedad muy cerca de allí.

Tampoco volví a realizar viajes a sitios que conocimos juntos.

Prefiero la calidez de mi refugio donde tengo todo cerca de mí y siento estás conmigo, aún cuando no puedas corporizarte, otorgándome la posibilidad de darte un beso como los del ayer, hoy tan lejanos en el tiempo.

Para hoy elegí letras de un autor consagrado que eligió vivir y morir en Isla Negra ubicada en la República  de Chile.

Esperando sean de tu agrado las comparto aquí.

 

“EL VIENTO EN LA ISLA

Autor: Pablo Neruda

 

El viento es un caballo:

 

óyelo cómo corre

 

por el mar, por el cielo.

Quiere llevarme: escucha

 

cómo recorre el mundo

 

para llevarme lejos.

Escóndeme en tus brazos

 

por esta noche sola,

 

mientras la lluvia rompe

 

contra el mar y la tierra

 

su boca innumerable.

Escucha como el viento

 

me llama galopando

 

para llevarme lejos.

Con tu frente en mi frente,

 

con tu boca en mi boca,

 

atados nuestros cuerpos

 

al amor que nos quema,

 

deja que el viento pase

 

sin que pueda llevarme.

 

Deja que el viento corra

 

coronado de espuma,

 

que me llame y me busque

 

galopando,  en la sombra,

 

mientras yo, sumergido

 

bajo tus grandes ojos,

 

por esta noche sola

 

descansaré, amor mío.”

 

Conmovedoras, las letras del poeta.

Mañana en compañía de tu  prima que es mi otro ángel guardián, realizaremos un trámite delicado.

Sos perceptivo, no es necesario lo explique en este contacto.

Nos involucra a los dos.

Como siempre viajarás junto a mí, para regalarme tu energía tan especial.

Lamentablemente no estás aquí.

Continúo amándote y extrañándote, más que  siempre.

Nadie enseñó a las madres a vivir sin su hijo.

Solo hay que experimentar la triste ausencia de no tenerte para darse cuenta del tamaño de la tragedia.

Necesito verte para decirte cuanto te amo.

¿Cuándo aparecerás en mis sueños?

¿Por qué no puedo escuchar, la sonoridad de tu voz en tales circunstancias?

Representás al ser más querible que conocí.

Mi prioridad es verte para quedarme a tu lado para siempre.

Nada debo hacer en suelo terrenal.

Quiero rompan los eslabones de la cadena que me mantienen cautiva donde no deseo estar.

Te amo ser de luz, a diario espero introduzcas la llave en la cerradura para llamar a mamá.

Anhelaría poder creer en los reencuentros.

Nada se ha probado al respecto, aumentando mis enigmas sin resolución.

Mi cielo azul, en cada enlace siempre te pediré por favor, nunca olvides cuanto te quiere mamá.

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=eiDiKwbGfIY