Buenos días hijo
querido.
Te saludo en una mañana lluviosa, el cielo comenzó a llorar
en la madrugada de manera copiosa, ahora
ha mutado a llovizna persistente.
Ayer con tu prima, avanzamos unos pasos más en el trámite
que realizamos hace poco tiempo.
Solo queda el final que posiblemente sea para los primeros
días de junio.
En todo momento estuviste con nosotras.
Siempre en los pasos importantes de, estas caminatas, tu
presencia se siente en mi corazón.
Anoche el cielo estaba hermoso.
Algunos celajes blancos lo cruzaban.
Nítida la luna estaba en su fase cuarto menguante,
acompañada por su corte de estrellas y constelaciones, otorgando un brillo
especial.
Desde las blancas nubes comenzaron a formarse flores
multicolores, como si quisieran ascender a tu hábitat.
Mientras tanto desde la ventana de mi refugio, te buscaba
con ansias a vos.
No pude encontrarte.
Pensé bajarías a suelo terreno para aparecer en mis sueños y
así poder concretar la utopía de darte un beso como antes.
Pese a mis deseos no apareciste, en ellos.
Con insistencia amorosa te esperaré.
¿Quién habrá llevado flores para coronar la blancura de las
nubes.
Antes no había visto, jamás en la misma vara tantas flores
de diferente tonalidad.
Tal vez fue un juego de los ángeles, con la intención de ponerlas
más bellas, en su tránsito a destinos desconocidos por quienes habitamos en
Gea.
¿Por qué tampoco te encuentro en los paisajes celestiales?
Después de esa visión maravillosa, aparecieron con fuerza
intensa, las nubes oscuras, presagio de lluvia copiosa.
Afortunadamente no hubo tormentas ni viento que tanto dañan
a los árboles, arrancándolos de raíz.
Muchas veces caen sobre los autos, dañándolos.
Lamento la suerte de
quienes duermen en la calle o familias alojadas en autos por la situación del
país.
En la ciudad de
Buenos Aires, existen refugios para que
puedan dormir bajo un techo, con los elementos necesarios para descansar.
Otros desean estar a la intemperie, en las guardias de los
hospitales o en el espacio donde se ubican los cajeros automáticos.
Son compatriotas librados a la mano de Dios.
En pleno siglo XXI, no deberían pasar estos sucesos.
Las autoridades no cumplen con las promesas electorales.
Son los vecinos, quienes les acercan un plato de comida
caliente y termos con café.
Los primeros están entretenidos gastando dinero en cambiar
las imágenes de los billetes.
El presidente anterior, había procedido a cambiar las
figuras políticas por animales autóctonos de nuestro país.
No es momento de jugar a las figuritas, con el dinero invertido
se podría distribuir en insumos para hospitales, que muchas veces no cuentan
con aquello que es de primera necesidad.
Situaciones ridículas que no puedo, dejar de mencionarte.
¿Llegan hacia tu morada, esos planteos que no tienen razón
de ser?
No tengo dudas, de estar aquí estarías tan molesto como la
mayoría de los argentinos, vemos cómo se
dilapida el dinero que se necesita en áreas de mayor sensibilidad.
Vivo en el reino del revés, existen problemas que tienen
prioridad para ser solucionados.
Ello demuestra la impericia absolutas de quienes ostentan el
poder.
Elijo vivir en el mundo de las letras, para seguir
aprendiendo a ser mejor persona con el propósito de agregar valores a los
adquiridos, desde corta edad.
Opto por las imágenes de anoche.
La belleza del cielo con nubes desde las que nacía esa vara
de flores multicolores, configura una pincelada de paz, para quienes estamos
inquietos por los avatares de la vida.
Llegan sin ser solicitados.
Para hoy elegí un poema de autor cubano que fue eyectado de
su país,
Aquí lo dejo para compartir.
“FLORES DEL CIELO
Autor: José Martí
¿Flores? No quiero flores! Las del cielo
Quisiera yo segar!
Cruja, cual falda
De monte roto, está cansada veste
Que me encinta y engrilla con sus miembros
Como con sierpes, y en mi alma sacian
Su hambre, y asoman a la cueva lóbrega
Donde mora mi espíritu, su negra
Cabeza, y boca roja y sonriente!
Caiga, como un encanto, este tejido
Enmarañado de raíces! Surjan
Donde mis brazos alas, y parezca
Que, al ascender por la solemne atmósfera,
De mis ojos, del mundo a
que van llenos,
Ríos de luz sobre los hombres rueden!
Y huelguen por los húmedos jardines
Bardos tibios segando florecillas.
Yo, pálido de amor, de pie en las sombras
Envuelto en gigantesca vestidura
De lumbre astral, en mi jardín, el cielo
Un ramo haré magnífico de estrellas.
¡No temblará de asir la luz mi mano!
Y buscaré, donde las nubes duermen,
Amada, y en su seno la más viva
Le prenderé, y esparciré las otras
Por su áurea y vaporosa cabellera.”
Querido te amo tanto como te extraño.
No soporto estar obligada a continuar, donde no deseo estar.
¿Podrías ayudarme
para salir de aquí?
Es posible no poseas esa capacidad, sin embargo al ser tan
luminoso y luchador, no dudo podrás realizarlo.
¿Resulta tan difícil llegar?
He llegado a la conclusión que Cronos utiliza a quienes
deseamos irnos, nos utiliza de manera maliciosa para alargar el sufrimiento.
Jamás responde a ninguna pregunta.
Solo esboza la mueca de una sonrisa, no responsabilizándose,
de sus avasallamientos, que no dejan nada.
Mi querido hijo, como es habitual, he de solicitar una vez
más, por favor, nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=QUviS9bCGMw
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