COLORES DEL ATARDECER

Buenos días hijo querido.

Te saludo en una mañana muy cálida.

La caída de lluvia es inminente, conjugando temperaturas altas con saturación de humedad.

Ayer por la tarde acompañada por tu prima, fuimos al paseo costero.

Sentadas sobre la arena vimos los colores del cielo en el atardecer.

Imágenes impactantes que no tardamos en fotografiar.

Antes de la aparición de las primeras sombras de la noche, observar el crepúsculo, sin dejar de admirar el colorido de las nubes tal cual se ven en la foto que antecede esta conexión.

Jamás habíamos presenciado las nubes con esa coloración majestuosa.

Los celajes asemejaban los colores del arcoíris, con ayuda del viento tomaron esos tonos maravillosos, contrastando con el color de las aguas de color marrón.

No fuimos las únicas en fotografiar la esfera celeste.

Muchos visitantes, sorprendidos por tanta belleza también apuntaron sus celulares al firmamento.

No es habitual observar la inmensidad teñida con los matices más bellos nunca antes vistos en la zona.

Luego de tomar un refresco decidimos regresar.

Como no hablaba, tu prima me preguntó si me sentía bien, respondí afirmativamente, agregando erra una pena no estuvieras con nosotros para admirar el mismo paisaje.

¿Desde tu hábitat, has visto el cielo con nubes tan coloridas?

Seguramente las verías desde otra perspectiva.

He visto crepúsculos con sus típicos colores púrpuras y magentas, es la primera vez que observo celajes tan maravillosos.

Quedarán  guardados en mi memoria para siempre.

Es increíble el trabajo incansable, de la naturaleza, dejándonos mirar panoramas difíciles de escribir con el lenguaje que utilizamos a diario.

Necesitaba compartir esta experiencia con vos.

Es cierto el dicho que todos los días se aprende algo.

En esta ocasión la experiencia vivida fue única  e irrepetible.

Presumo tus sentimientos serían iguales a los míos,

Puedo afirmarlo por el amor que generaste en mí, sumando la empatía y  tu personalidad inteligente, impregnada de sabiduría innata.

Hasta el momento no encontré ninguna mamá que tenga un hijo con características, similares a las tuyas.

Un verdadero orgullo para los que te han querido de verdad y para mí.

Para la fecha elegí una poesía de un grande refiriéndose al atardecer.

Como siempre la dejo en este sitio que permite nos enlacemos a diario.

 

“A un poeta menor de la antología

Autor; Jorge Luis Borges

 

¿dónde está la memoria de los días

 

que fueron tuyos en la tierra, y tejieron

 

dicha y dolor y fueron para ti el universo?

 

 

el río numerable de los años

 

los ha perdido; eres una palabra en un índice.

 

Dieron a otros gloria interminable los Dioses,

 

inscripciones y exergos y monumentos y puntuales historiadores;

 

de ti sólo sabemos, oscuro amigo,

 

que oíste al ruiseñor, una tarde.

 

Entre los asfodelos de la sombra, tu vana sombra

pensará que los Dioses han sido avaros.

 

Pero los días son una red de triviales miserias,

 

¿y habrá suerte mejor que ser la ceniza,

 

de que está hecho el olvido?

 

sobre otros arrojaron los Dioses

 

la inexorable luz de la gloria, que mira las entrañas y enumeralas grietas,

 

de la gloria, que acaba por ajar la rosa que venera;

 

contigo fueron más piadosos, hermano.

 

En el éxtasis de un atardecer que no será una noche,

 

oyes la voz del ruiseñor de teócrito ”

 

 

Tesoro de mi alma te amo y extraño con idéntica intensidad.

¿Cuándo aparecerás en mis sueños?

Es imperiosa la necesidad de darte un beso.

En el mundo de las entelequias, tengo varias utopías para cumplir, entre ellas tener la posibilidad de estrecharte en un abrazo interminable.

Acariciarte es otro de los derroteros que mientras exista persistirá.

No es posible acariciar solo el monitor de la computadora.

El cristal es gélido como el hielo,

Vos generabas tibieza y ternura.

Es muy difícil arrastrar la mochila de tu ausencia.

Quiero partir cuanto antes a tu lado.

Detesto continuar en suelo terrenal.

¿Podrás prestarme ayuda en el ascenso?

No pretendo obligarte a esa acción, es una sugerencia, para estar juntos para siempre.

Ambos en el mismo enclave.

Sobran estrellas para alojar mi morada.

No deseo continuar en suelo hostil, territorio desconocido por quien a diario te escribe.

Resulta dificultoso, permanecer en territorio hostil.

Entiendo que no soy la única que ha pasado por la peor tragedia, sin embargo no puedo asimilar tu partida tan prematura e injusta.

Tesoro de mi alma, como es costumbre en cada uno de estos contactos en los que te percibo aquí, he de pedirte por favor nunca olvides cuanto te quiere,

Mamá.

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=LWZ79KQgUPY