NATURALEZA Y LITERATURA

Buenos días hijo querido.

Te saludo en una, mañana soleada.

Será una jornada calurosa.

Mi caminata diaria será cuando el sol se oculte con las primeras sombras del atardecer.

Quiero evocar un viaje realizado en tu compañía hacia los bosques del sur de nuestro país.

Paisajes inolvidables para quienes visitan esos sitios encantados.

La vivienda del guarda parques, era pequeña.

Desolado no sabía dónde colocar sus libros.

Frente a la casita, un generoso árbol  al que le faltaba parte de la corteza, formando un hueco importante, fue el lugar elegido para guardar sus tesoros literarios.

Ingenioso colocó en aquel, tablas formando estantes y allí terminado el trabajo, guardó cada uno de sus libros.

Recuerdo ambos tomamos fotos, nunca antes habíamos visto, naturaleza y libros unidos por la belleza del bosque.

Al atardecer se ocupaba de cubrir el espacio con una lona impermeable, para evitar las hojas sufrieran el efecto de una lluvia repentina.

Recordando esos momentos que no volverán, decidí tomar  una de las vistas para que fuera la imagen que encabezara este encuentro cotidiano que me lleva a percibir, estás más cerca de mí.

Grande fue nuestra sorpresa cuando  cercano al árbol biblioteca, encontramos otro similar, pero más pequeño.

Quienes a diario recorren los bosques para protegerlos de fuegos intencionales que destruirían los mismos.

Esos trabajadores se alojan en viviendas pequeñas, en ocasiones no hay espacio para colocar una biblioteca  como las que tenemos en nuestras casas.

Creativos, en los enclaves más exóticos, no los abandonan, sabe la naturaleza los ayudará,  a guardar, sus tesoros más queridos.

Un lujo para quienes paseamos por la zona y sorprendidos vemos verdaderas obras de arte, donde pueden unirse naturaleza y libros.

¿Recordás esa visita efectuada hace mucho tiempo?

De cada sitio conocido siempre nos llevamos recuerdos inolvidables.

Se perpetúan en nuestros corazones para siempre.

He prometido no regresar a los espacios turísticos visitados con vos.

Las heridas de tu ausencia permanecen abiertas.

Agregaría  sufrimiento al dolor de no tenerte a mi lado como antes.

Etapas felices que no volverán.

En la memoria guardo todas las imágenes conocidas por ambos.

Tu mirada sorprendida ante cada descubrimiento.

Tengo la certeza que solo encontraré  paz cuando nos encontremos juntos, de ocurrir esa oportunidad, recuperaría pinceladas de paz.

Ello no significa esté conforme mientras sigo habitando, suelo terrenal.

Para la fecha seleccioné, versos de un grande, quien alude a los libros, de una manera especial.

Los dejo aquí con la intención que puedas leerlos desde la estrella donde se erige tu hábitat.

 

 

LOS ÁNGELES MUERTOS

Autor: Alberti

 

Buscad, buscadlos:

 

en el insomnio de las cañerías olvidadas,

 

en los cauces interrumpidos por el silencio de las basuras.

 

No lejos de los charcos incapaces de guardar una nube,

 

unos ojos perdidos,

 

una sortija rota

 

o una estrella pisoteada.

 

Porque yo los he visto:

 

en esos escombros momentáneos que aparecen en las neblinas.

 

Porque yo los he tocado:

 

en el destierro de un ladrillo difunto,

 

venido a la nada desde una torre o un carro.

 

Nunca más allá de las chimeneas que se derrumban,

 

ni de esas hojas tenaces que se estampan en los zapatos.

 

En todo esto.

 

Más en esas astillas vagabundas que se consumen sin fuego,

 

en esas ausencias hundidas que sufren los muebles desvencijados,

 

no a mucha distancia de los nombres y signos que se enfrían en las paredes.

 

Buscad, buscadlos:

 

debajo,  de la gota de cera que sepulta la palabra de un libro

 

o la firma de uno de esos rincones de cartas

 

que trae rodando el polvo.

 

Cerca del casco perdido de una botella,

 

de una suela extraviada en la nieve,

 

de una navaja de afeitar abandonada al borde de un precipicio.”

 

¿Cuándo aparecerás en mis sueños?

Poseo varias prioridades, la primera de ellas es darte un beso, uno de los tantos que esperan volar hacia vos.

Como cualquier mamá en idénticas  circunstancias, desespero al verme  inhibida para darte un abrazo interminable.

Continúo privada de mi libertad para ejercer las funciones de una mamá con su hijo.

¿Cuál es el delito que cometí?

¿Por qué semejante condena?

¿Es tan gravoso responder alguno de mis dilemas?

¿Qué hice mal?

¿Qué faltó hacer para que no te arrancaran de mi lado?

¿Piensan impedir mi propio ascenso?

Evidentemente no escuchan los reclamos valederos.

No han comprendido no es suelo terrenal, donde debo permanecer.

El silencio de esos personeros de la muerte es estremecedor.

Seguiré mi búsqueda entre las estrellas hasta encontrar tu imagen adorada.

Te amo y extraño de una manera difícil de dimensionar.

Te pido ayuda para llegar a vos, evitando sufrimientos innecesarios.

Querido mío, como es habitual en estos contactos, una vez más he de reiterar mi pedido, por favor amigo fiel, nunca olvides cuanto te quiere,

Mamá.

 

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=VyhWxp8dDl0