Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana primaveral.
La brisa suave balancea las hojas de los árboles.
Espacio elegido por los pájaros para regalar sus bellas
melodías, antes de la aparición del
Astro Rey.
Anoche en el balcón de su casa, iluminada por la luna, se
recortaba el rostro de una mujer.
Aparentaba estar en estado de conmoción por el rictus de su
cara, algo le había sucedido.
Es una vecina que hace poco vive en el departamento que
ocupa frente a mi refugio.
Sentí pena al observar sus rasgos, los mismos denotaban
desamparo.
No pude prestarle ayuda con las palabras, ya que es una
muchacha reservada.
Recuerdo haberla, saludado en algún comercio al ingresar al
mismo.
Para ella pedí los mejores deseos, con el propósito de cambiar su afligido estado de ánimo.
Ingresé al comedor.
Debía preparar la cena para la familia chiquita.
Cerca de la medianoche, llamaron por el portero eléctrico.
Jamás imaginé recibiría ese llamado.
Al preguntar quién llamaba a mi puerta.
Rápidamente se identificó, pidiendo ayuda.
Su voz quebrada por los sollozos lograron la dejara pasar
pese al horario poco usual para recibir la visita de una persona, que solo
conozco de vista.
Estaba pálida, la mirada demostraba había sido presa, de un
ataque de llanto.
Intercambiamos nuestros nombres, mientas puse en funcionamiento la cafetera eléctrica.
Mientras bebíamos la infusión, relato que el día anterior,
había dado a luz un bebé prematuro.
El personal médico, después de varias horas le anunció que su
beba había partido.
Nada pudieron hace por la pequeña, su mamá estaba por llegar
al sexto mes de gestación.
Contó había realizado un tratamiento, para lograr ser madre.
Los primeros meses de embarazo los pasó relativamente bien,
hasta que un mes atrás comenzó con dolores de parto.
La niña nació en el auto que la transportaba a la
institución médica donde había sido
sometida, a una inseminación artificial.
Expresó que sus ansias de ser madre soltera superaban todos
los demás proyectos que tenía.
Vivía sola, pese a tener una familia grande.
Al morir sus padres comenzaron los problemas por la sucesión
de los bienes a heredar.
A ella la señalaban por su elección de, ser mamá soltera.
Evidentemente, hay personas que tienen pensamientos arcaicos.
En esta época es normal que una mujer, acuda a tratamientos
para lograr convertirse en mamá.
Intenté tranquilizarla, aconsejándole buscara ayuda
terapéutica para pasar el trance.
Le ofrecí el teléfono de una psiquiatra excelente que visita
a los pacientes a domicilio.
Agradecida prometió llamarla por la mañana.
Después de esa noche no la vi más.
El departamento que ocupaba, tenía el cartel de una inmobiliaria, quien lo
ofrecía en alquiler.
Pese a contar con mi número de celular, nada supe de ella.
Ha pasado más de un año, espero la vida le haya devuelto la
sonrisa.
Pasaría un mes más, para recibir una llamada.
Era ella, su voz un canto a la felicidad.
Esperé fuera ella que contara lo sucedido en todo el tiempo
transcurrido.
Preguntó si podía pasar por mi refugio pues quería conversar
conmigo y presentarme algo que no me podía adelantar por teléfono.
La invité a tomar el té.
A la hora pactada, sonó el portero eléctrico.
Franqueando el acceso a mi refugio, ingresó exultante
antecedida por un cochecito doble, donde plácidamente dormían sus bebés
gemelos.
Dos pequeños saludables y tan hermosos como su madre.
Uno de los pequeños lleva tu
nombre.
La novel mamá, no conoce nuestra historia, por lo tanto el
nombre del bebé es obra de la casualidad.
Al enterarse de tu
ausencia temprana, las lágrimas
comenzaron a empañar su mirada,
añil como el firmamento.
El llanto del niño, parecía pedir, a su madre no llorara.
En unos meses, serán bautizados en la Basílica de Luján, otra coincidencia más.
Me convertiré en madrina de ese niñito.
Es una manera de homenajearte a vos.
Ahora conoce nuestras
vidas.
Desde entonces estamos forjando una amistad, con los tres
integrantes de la nueva familia.
Afortunadamente la vida le otorgó una nueva oportunidad.
Pese a ser muy joven no piensa contraer matrimonio con
nadie.
Su vida la reparte entre sus hijos y profesión.
Cuando ella está en su estudio los chiquitos quedan al
cuidado de una persona de confianza.
Hoy después de mucho tiempo vi una mujer feliz.
Relata que se mudó a una casa cercana a la mía.
La oficina está en ese lugar para estar cerca de sus hijos y
al ser una propiedad espaciosa cumple los dos roles, en su propia casa.
Pronto los iré a visitar.
Querido hijo, te amo y extraño con igual intensidad.
¿Cuándo aparecerás en mis sueños?
La necesidad de darte un beso, es enorme.
Preciso estrecharte en un abrazo interminable.
Acariciarte como antes.
Pienso siempre, en un futuro reencuentro.
Cercano a la estrella donde se ubica tu hábitat.
Es necesario conversemos como ayer
Es una forma de recuperar atisbos de paz.
No estoy cómoda en suelo terrenal.
Necesito tu ayuda para concretar esa utopía.
Jamás perderé la capacidad de soñar.
Como lo realizo a diario, reiteraré mi pedido, por favor
hijo mío nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=ydKwY0tqAXQ
No comments:
Post a Comment