DESDE OTRO LUGAR

Buenos días hijo querido.

Te saludo en una mañana cálida y nublada.

Esperamos comiencen a caer las primeras gotas con el propósito de bajar las altas temperaturas, dando por finalizada la ola de calor que nos afecta desde hace varios días.

Quiero compartirte un sueño, ocurrido a la madrugada.

Una mujer desde otro lugar, con las luces de la alborada, entre blancos celajes, miraba hacia la tierra, buscando algo, no pude precisar cuál era el motivo de su intensa mirada.

Solo era evidente el interés de encontrar el objeto de sus deseos.

Los estados oníricos a veces carecen de explicación.

Quisiera haber sido esa fémina anónima, quien desde el cielo estaba buscándote a vos.

Es decir una inversión de roles.

Vos habitando suelo terrenal y yo desde otro lugar tratando de encontrarte, con el objetivo de cumplir cada una de mis utopías, las que conocés desde el primer segundo de tu ausencia incomprensible y prematura.

En los sueños todo puede ocurrir, hubiera sido lo más justo de haberme ido al lugar donde se encuentra tu  hábitat.

Seguirías cumpliendo, sueños y proyectos, concluidos de manera abrupta por el imperio de los arbitrios del destino.

Tengo la certeza que mi ausencia la hubieras superado, acompañado de la familia chiquita.

No es lo mismo la partida de un hijo que la de una mamá.

Destino imperfecto, cometiste la peor equivocación al llevarte a mi sol.

Hallé paz mientras el sueño duró.

Al despertar por el silbido del viento, otra vez la desazón  y esa soledad que siempre está presente,  aún, cuando no sea convocada.

Como es costumbre ayer hablé con tu hermano de la vida, de temas profundos, exceptuando la política que está un poco enrarecida, por ello esos temas hay que dejarlos de lado para no opacar la amistad tan hermosa que tenemos.

Te agradeceré siempre lo hayas puesto en mi camino, es un ser de lujo.

No resulta nada extraño  se hayan elegidos como hermanos de la vida, te extraña de verdad.

Nunca necesitó rasgarse las vestiduras para demostrar su cariño incondicional.
Para le fecha elegí letras que aluden a las miradas como las de la mujer que observa desde otro lugar.

Las dejo aquí para compartirlas con vos.

 

“Esto

Autor: César Vallejpo

 

 

Esto

 

sucedió entre dos párpados; temblé

 

en mi vaina, colérico, alcalino,

 

parado junto al lúbrico equinoccio,

 

al pie del frío incendio en que me acabo.

 

Resbalón alcalino, voy diciendo,

 

más acá de los ajos, sobre el sentido almíbar,

 

más adentro, muy más, de las herrumbres,

 

al ir el agua y al volver la ola.

 

Resbalón alcalino

 

también y grandemente, en el montaje colosal del cielo.

 

¡Qué venablos y harpones lanzaré, si muero

 

en mi vayna; daré en hojas de plátano sagrado

 

mis cinco huesecillos subalternos,

 

y en la mirada, la mirada misma!

 

(dicen que en los suspiros se edifican

 

entonces acordeones óseos, táctiles;

 

dicen que cuando mueren así los que se acaban,

 

¡ay! mueren fuera del reloj, la mano

 

agarrada a un zapato solitario).

 

Comprendiéndolo y todo, coronel

 

y todo, en el sentido llorarte de esta voz,

 

me hago doler yo mismo, extraigo tristemente,

 

por la noche, mis uñas;

 

luego no tengo nada y hablo solo,

 

reviso mis semestres

 

y para henchir mi vértebra, me toco.”

 

 

Te amo hijo de mi vida, e extraño de manera incondicional.

Preciso con la urgencia que impone el amor maternal, verte para darte uno de los tantos besos aletargados que esperan llegar a su legítimo  dueño.

La tibieza de un abrazo nos espera.

Las caricias en mis manos pugnan por acariciarte como ayer.

Deseo decirte al oído cuánto te quiero.

Tu partida cada día se nota un poco más.

Nadie pudo enseñarme a vivir sin vos.

Es muy difícil continuar en suelo terrenal,

Demasiada soledad para enfrentar cada despertar, sabiendo no te encontraré en tu habitación.

Parecen detalles pequeños.

No lo son ni para mí,  ni para el ejercito de mujeres que lloran a sus hijos ausentes, por imperio de los entes maliciosos que te llevaron a lugares tan enigmáticos. 

No libero de responsabilidad, a Cronos quien con la mueca de esa sonrisa impostada es un ser siniestro.

Querido hijo, amigo fiel, n me niegues tu ayuda en el momento del ascenso.

Nadie como vos para guiarme, al derrotero final.

Mientras espero con ansiedad, continuará mi búsqueda entre las estrellas para poder hallarte.

Como es habitual en estos contactos en los que te percibo tan cerca, no me cansaré de reiterar mi pedido.

Por favor hijo hermoso te ruego nunca olvides cuanto te quiere,

Mamá.

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=zV8LvcayjDw