UNA ROSA ESPECIAL

Buenos días hijo querido.

Te saludo, en una mañana muy calurosa. Prefiero no pensar las temperaturas que nos deparará el mes de enero.

Para sentir algo de confort, debería  estar asilada en una base de la Antártida  Argentina, en los meses de verano.

Como te contaba ahora salo a caminar al atardecer para poder respirar aire puro y más fresco.

Ayer fui a un vivero, bien refrigerado.

No es época de plantar rosales, pese a ello en las casas especializadas los ofrecen como cualquier planta, recomendando, a los clientes se abstenga de plantarlos ahora sino a finales del otoño,

Tengo   el lugar del jardín,  donde ubicaré un rosal de flores especiales de color negro.

En el fondo del local las tienen reservadas para quienes, nos agradan rosales de ese color.

Pétalos de terciopelo, a los que permanentemente, se los rocía con agua.

Las esferas transparentes, engalana la flor.

No hago referencia a colores oscuros que pueden confundirse, con los morados.

La reservada por mí, es de color negro como la noche sin luna.

Hay muchas teorías respecto al color, ninguna posee rigurosidad científica.

Solo sé que son hermosas y la reservé, pensándote.

Aún,  cuando faltan algunos meses para tenerla en mi refugio, te propongo, la cuidemos entre los dos.

Dime hijo:

 ¿Existen flores en el Edén?

Pese al tiempo  transcurrido, no recuerdo haberte preguntado por esos detalles.

¿Cómo se dividen las estaciones del tiempo?

¿Es un lugar accesible?

¿Se parece al suelo terrenal?

¿Cuándo describirás como es tu hábitat?

Mis musas lo vieron, en sueños.

Se trataba de un sitio apacible, con altas paredes.

Carecía de techos y aberturas.

Recuerdo estaba sentada, a los pies de tu cama.

En determinado momento apareció una mujer quien informó

Debía, esperar en una sala contigua, ya que ese no era un lugar para mí.

Una vivencia inesperada que jamás olvidaré.

Hice partícipe de ese sueño a mi médica de salud mental.

En ese evento preguntó si sabía quién podía ser la dama enigmática  que me invitó a retirarme.

Respondí pensaba podía ser la muerte, ella asintió, procediendo a desviar el tema pues la angustia era notoria.

¿Se trató de una señal?

Nunca más ese sueño se repitió.

Tampoco podría explicar por qué lo recuerdo con tanta nitidez.

Laberintos de la mente que algún día serán un espacio de paz.

Para este contacto tan especial que permite te tenga más cerca, seleccioné frases de autores reconocidos referentes a las flores en especial.

Como siempre es mi deseo compartirlas con vos.

 

“Tomad, las rosas mientras podáis

veloz el tiempo vuela.La misma flor que hoy admiráis,

mañana estará muerta…

(Walt Whitman)

 

A una rosa no le hace falta predicar. Le es suficiente difundir su perfume.

(Mahatma Gandhi)

 

No he logrado nunca entender si las buenas personas tienen una tendencia espontánea para hacer crecer las rosas o si son las rosas que, creciendo, apaciguan a las personas.

(Roland A. Beowne)

 

Cuando estás en un estado de pesimismo, mira una rosa

(Albert Samain)

 

La rosa habla silenciosamente de amor, con un lenguaje que comprende solo el corazón.

(Anónimo)

 

Te dejare de querer cuando un pintor ciego pinte el sonido de una rosa callendo sobre el piso de cristal de un castillo que no existe.

(Anonimo)

 

Que yo, llamo la nada a este vasto universo,

excepto, tú, mi Rosa, que eres todo en mi arte.

(William Shakespeare)

 

Mi beso tiene el hálito de las rosas rojas,

pétalo que se derrite en la boca.

(Sergej Esenin)

 

Aquel que no se atreve a agarrar la espina, no debería ansiar la rosa.

(Anne Brontë)

 

Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos.

(Gabriel García Márquez)

 

¿Qué hay en un nombre? Eso que llamamos rosa tendría la misma fragancia con cualquier otro nombre.

(William Shakespeare)

 

Prefiero rosas en mi mesa que diamantes en mi cuello.

(Emma Goldman)

 

Hay momentos en los que una rosa es más importante que un trozo de pan.

(Rainer Maria Rilke)

Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.

(Antoine de Saint-Exupéry)

 

¿Cuándo aparecerás en mis sueños?

Preciso darte un beso, días pasados, ti estadía fue como una ráfaga de brisa fresca.

Dejaste tu amor pero no pudimos hablar.

Quiero abrazarte y acariciarte como hace más de siete años.

Es otra ilusión sin concretar.

Solo necesito se me conceda la posibilidad de murmurarte al oído, cuanto te amo.

Es muy difícil continuar sin tu presencia divina.

Te pido ayuda para llegar a vos rápidamente.

No quiero seguir en suelo terrenal.

Poseo todo diagramado para partir cuando decidas me querés allí, para siempre.

Hijo querido, como es habitual en estas conexiones en las que te percibo aquí. He de reiterar mi pedido cotidiano, por favor nunca olvides cuanto te quiere,

Mamá.

 

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=rkxoiddPFd8