Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana transparente.
El sol ilumina con sus destellos dorados el firmamento azul.
Ayer miraba desde el ventanal de mi refugio a una joven, en
un edificio, apoyada en el dintel de su ventana, sosteniendo entre sus manos un
porta velas, con una de ellas en su interior encendida, iluminando su rostro
triste, mientras ella observaba la silueta de otros edificios, en el nocturno
de la ciudad.
Produjo pena en mi ser, mirar sus rasgos tan tristes en una
mujer de su edad.
La noche cuando no se puede conciliar el sueño, es un
instante maravilloso para evocar recuerdos del ayer o recientes.
Desconozco su nombre, todos le dicen “Imagen de la soledad”.
Quienes viven en esa mole de cemento no han logrado
intercambiar palabras con ella.
Nunca la han visto salir de su propiedad.
Tiene una asistente que se ocupa de los quehaceres de la
casa y también se ocupa de realizar las compras diarias.
Durante el día las persianas permanecen semibajas, a ello se
debe la palidez de su piel.
Mil historias pueden armarse a partir de quienes eligen por
propia voluntad estar solos, sin mantener contacto con nadie.
Hace poco tiempo la persona que la cuida, comentó padece una
enfermedad neurológica degenerativa para la que la ciencia, aún no han
encontrado cura.
Recibe tratamientos paliativos.
Espera la muerte con dignidad.
Para comunicarse utiliza una computadora especial, capaz de
procesar el pensamiento y darlo a conocer con una voz que no es la suya.
Recién ahora se está avanzando en el tratamiento de la
enfermedad que lentamente la irá dejando paralizada hasta que su corazón deje
de latir.
Enfermedad misteriosa como la noche que ella suele admirar.
Con el propósito que sus padres no vieran su deterioro progresivo,
decidió vivir sola con su asistente.
Sus padres ofrecían todos los cuidados, acompañándola en sus viajes al exterior con el propósito de
hallar un tratamiento para esa enfermedad.
La joven consciente del sufrimiento que provoca su estado de
salud, prefirió estar sola hasta el final.
Como siempre el destino desplegó toda su arbitrariedad.
Un gesto único de una joven mujer, dotada de una belleza
especial aumentada por sus sentimientos tan nobles.
La vida otra vez demuestra que para ciertos casos no existen
segundas oportunidades.
Imagino la tristeza de sus padres conociendo, el estado
irreversible de su hija.
Hoy elegí frases de autores célebres aludiendo a la noche y
sus enigmas.
Como siempre es mi deseo compartirlas con vos, por ello las
dejo aquí.
“La noche no es menos maravillosa que el día, no es menos
divina; en la noche las estrellas brillan, y hay revelaciones que el día
ignora. (Nikolaj Berdjaev)
Los días aparecen diferentes entre ellos, pero la noche
tiene un único nombre.
(Elias Canetti)
El día tiene ojos, la noche tiene oídos. (Proverbio)
Yo amo la noche, porque de noche todos los colores son
iguales y yo soy igual a los demás… (Bob Marley)
¿Quién eres tú que oculto por la noche entras en mis
secretos pensamientos?
(William Shakespeare)
Y me gusta por la noche escuchar a las estrellas, que suenan
como quinientos millones de cascabeles. (Antoine de Saint Exupéry)
La noche es cálida,
la noche es larga, la noche es magnífica para escuchar historias. (Antonio
Tabucchi)
Es de noche que se percibe mejor el estruendo del corazón,
el repiqueteo de la ansiedad, el murmullo del imposible y el silencio del
mundo. (Fabrizio Caramagna)
Quién sabe por qué la noche, como la goma, es de una
infinita elasticidad y suavidad, mientras que la mañana es tan cruelmente
afilada. (Banama Yoshimoto)
De noche cada cosa asume formas más leves, más matizadas,
casi mágicas. Todo se endulza y se atenúa, incluso las arrugas del rostro y las
del alma. (Romano Battaglia)
Cuanto más oscura es la noche, más brillantes son las
estrellas. Cuanto más profundo es el dolor, más cercano está Dios. (Fëdor
Dostoievski)”
Hijo de mi vida, te amo y extraño más que nunca.
No existen adjetivos para dimensionar el amor maternal.
Intacta conservo la ilusión de darte uno de los tantos besos
que guardo para vos.
Ven por ellos.
Mis manos rozarán el cielo, cuando tenga la posibilidad de
poder estrecharte en un abrazo interminable.
Acariciarte es otra ilusión utópica.
Sumergirme en la profundidad de tu hermosa mirada una
necesidad imperiosa.
Escuchar la sonoridad de tu voz llamándome, mamá una
entelequia que debo rescatar para pasarla al terreno de la realidad.
No alcanza con el ritual diario, de acariciar tus fotos.
El cristal del monitor es una fría barrera que no debería
existir.
Estos son un puñado de motivos para detestar, continuar mi
derrotero en suelo terrenal.
¿Cuándo vendrás por mí?
¿Por qué estoy obligada a continuar donde no deseo estar?
Mi lugar está junto a vos por toda la eternidad.
¿Cuál es la estrella donde se erige tu hábitat?
Al despertar lo hago nombrándote.
Jamás podré acostumbrarme a vivir tu ausencia, es nocivo y
tóxico para ambos.
Sería de ni agrado poder contarte las historias de antes.
No ocurrirá.
Escribo con el corazón en las manos.
Como es habitual en estas conexiones, no me cansaré de repetir
mi ruego, por favor hijo querido, nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=Umt4tNcGXKs
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