Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana especial.
Hoy se cumple un nuevo mes de tu ausencia incomprensible, injusta,
donde conocí al dolor más grande por el que puede pasar una mujer.
A partir de ese instante inesperado, mi alma voló hacia el
Universo junto a la tuya.
Mis despojos, quedaron en suelo terrenal.
Jamás pensé podría ocurrir.
De la mujer que fui quedaron los recuerdos en alma y mente.
Prometí sostenerte siempre de la mano, igual que aquellos
días que duró tu internación.
Es nuestro propio génesis, estar unidos siempre pese a la
distancia impuesta por el destino que jamás aceptaré, pues no existe aquella ya
que constantemente te percibo a mi lado.
Así será hasta que arribe mi propio final, demasiado
dilatado sin alcanzar a comprender la razón de tanta insensatez.
Entiendo no somos eternos, más son los hijos quienes deben
despedir a sus mayores.
Si bien produce dolor, es diferente a la pérdida de un hijo
por ser un episodio antinatural que no debió ocurrir.
Quedan los recuerdos de momentos compartidos con absoluta
felicidad.
Me asiste el derecho de no reconocer ese segundo de mi vida,
tan desolador.
De todos los duelos, un humano puede recuperarse, el de un
hijo permanece eternamente.
Así como conocí los mejores momentos a tu lado, disfrutando
tus logros y alguna tristeza convocada
por la desilusión, cuando se cayeron las máscaras de personajes interesados,
evento que lleva a concluir el amor que decían tener por vos, era solo una
cómoda postura como tantas otras que el tiempo me hizo ver.
Momento de repetir tu axioma favorito,
“Nada dura para siempre”
Palabras cargadas de sabiduría, utilizadas por un joven
brillante como vos.
Nada de aquello que exprese puede reflejar con veracidad tu
propia esencia.
Desde otro lado del Universo sos como la locomotora que guía
el tren de mi existencia.
Espero en algún momento se detenga junto a tu hábitat.
Otro sueño a cumplir
sin tantas dilaciones.
Para hoy seleccioné
letras referidas a
nuestras manos entrelazadas, circundadas por mariposas blancas en las que
horadando la tierra se puede visualizar la raíz de las mismas.
Génesis de la historia que nacería con tu arribo a la vida,
otorgándome el mejor título al que puede aspirar cualquier mujer.
Es mi deseo compartirlas con vos, por ello, las dejo aquí.
Todo aquello que es de mi agrado, por este medio quiero
llegue a vos.
“«La mano es la vanguardia de la mente» Jacob Bronowski.
«Está en tus manos
crear un mundo mejor para todos los que viven en él». Nelson Mandela.
«La mano expresa lo
que el corazón ya sabe».
Samuel Mockbee.
«Las manos tienen su
propio idioma». Simon Van Booy.
«La mano es la
herramienta de las herramientas».
Aristóteles.
Un hombre que trabaja con sus manos es un obrero; un hombre
que trabaja con sus manos y su cerebro es un artesano; pero un hombre que
trabaja con sus manos y su cerebro y su corazón es un artista». Louis Nizer.
«El arte de la vida
es mostrar tu mano».
E. V. Lucas.
«No puedes estrechar
la mano con un puño apretado». Indira Gandhi.
«Miro mi propio cuerpo; con ojoss que ya no son ciegos; Y veo que mis propias
manos pueden hacer; El mundo que está en mi mente». Langston Hughes.
«Lo que hace la mano, la mente recuerda». María Montessori.
«Dios nos ha dado dos
manos, una para recibir y la otra para dar».
Billy Graham.
«Toma mi mano.
Caminaremos. Solo caminaremos. Disfrutaremos de nuestro paseo sin pensar en
llegar a ningún lado». Nhat Hanh.”
Te amo chiquito hermoso, de una forma difícil de
dimensionar.
Te extraño cada día un poco más.
¿Cuándo aparecerás en mis sueños?
Necesito darte un beso.
Besos aletargados que guardo para vos.
Otra utopía es dejar
mis manos, hoy tiesas, puedan acariciarte como antes.
Claman mis brazos por estrecharte en un abrazo interminable.
Abrazarte hasta que duela es la intención primigenia.
Nadie pudo enseñarme a vivir sin tenerte corporizado,
dejando el tiempo transcurra en estado de ensoñación.
¿Podrías ayudarme a llegar a tu estrella?
Resulta difícil continuar cautiva, sin saber el motivo del
encierro en suelo terreno.
Espacio donde radican los intolerantes que no viven ni dejan
al otro en paz.
Es terrible permanecer en tierra hostil, máxime cuando sé,
mi lugar está junto al ser que más amo en la tierra y en otros cielos también.
Elige, el camino más coto que permita el ansiado
reencuentro.
¿Existirá?
¿Por qué a veces me ilusiono y otras dejo de creer en las
enseñanzas, transmitidas a través de varias
generaciones?
Es enorme la cantidad de disquisiciones acosando sin cesar.
Amado hijo, como es usual en estas conexiones, no me cansaré
de repetir mi clamor cotidiano, por favor tesoro, nunca olvides cuanto te
quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=OTLN3jooCAw
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