Buenos días querido hijo.
Te saludo en otra mañana calurosa.
Continuamos bajo alerta roja por la intensidad de las
temperaturas, desde hace varios días rozando los cuarenta grados.
En este momento sería
agradable, estar al sur del país.
Presenciar la alborada y la salida del Astro Rey sobre el horizonte, ubicada en la orilla del
mar.
Una bandada de gaviotas, surcando el cielo azul.
Imágenes para soñar.
Las aves madrugaron pues amanece más temprano.
Salieron de sus nidos para conservar la tradición de seguir la embarcaciones que les arrojan miguitas de pan.
Es increíble observarlas
con las alas desplegadas y la velocidad que suelen adoptar para conseguir el
alimento que las torna muy bellas, iluminado el plumaje por la estrella más grande
del Universo.
Al atardecer, regresan a sus nidos para descansar hasta el día
siguiente y comenzar bien temprano su rutina cotidiana.
Admirables por su tenacidad.
Siempre resulta
placentero verlas en espacios paradisiacos.
Contemplándolas, en
la orilla del mar, es un lugar propicio para pensarte con el amor que has
sabido generar en mí.
Con tu pragmatismo y sabiduría, poco comunes en personas tan
jóvenes como vos.
Añoro los viajes compartidos.
Sitios que nos permitieron conocer lugares increíbles como
el lago en las alturas, sobre la isla Victoria.
Al que se accede, ascendiendo por una escalera de peldaños
de madera y mucho follaje.
En aquel tienen sus nidos variedad de pájaros que callan sus melodías, cuando los
terrenales y humanos invaden su espacio.
Mientras el catamarán está detenido, esperando el pasaje,
las gaviotas caminan por la costa, esperando retomar su rutina cuando la embarcación
comience a moverse y
así llegar al destino final.
Compañera entrañables, prestan auxilio a sus congéeneres en
casi que atraviesen alguna dificultad.
Para hoy elegí letras de autor, aludiendo a las gaviotas,
Es mi deseo compartirlas con vos, por ello, la dejo aquí.
“SOY LA GAVIOTA
Autor: Justo Norton
Soy la gaviota que vuela muy lejos
Siguiendo el reflejo
de la luna perdida en el viejo mar.
Aquella gaviota que hace del cielo su abrigo
y en el rayo del sol teje su cálido nido.
Para esperar que llegue a su amigo prohibido,
su amante secreto para robarle mil besos.
Y seguirle amando en secreto en ese momento.
Mientras devora su cuerpo entre las nueves lejanas,
que llenarán sus mañanas de sueños de ayer.
Y emprende su vuelo llevando consigo
el sueño de ese momento vivido.
Soy aquella gaviota que vuela sobre mares lejanos
Buscando el amor,
buscando, verdades en
uvas prohibidas
en sembrados ajenos.
Viendo el vino que embriaga su cuerpo
de aventuras perfectas tejidas de amor.
Y esperar con calma la nueva ocasión.
Soy aquella gaviota que ríe mientras mira el cielo
y le súplica en silencio otra ilusión
para alimentar a su amor
aunque ese sea su amargo dolor.
Para el mundo le suele fingir
que la alegría es parte de sí.
Soy aquella gaviota que cruzo grandes mares,
llegando a otros mundos
siguiendo sus sueños del gran amor.
Pero al final descubrió
que en cada rincón te llega el dolor,
que no existe perfección.
Aunque des siempre lo mejor de ti en cada ocasión.
Soy aquella gaviota que ama en silencio,
que vive pasiones ocultas, que no hace preguntas,
que espera con calma
que venga la luna con un poco de amor.
Para embriagar su alma de caricias ajenas
pero que importa si calma su pena.
Aunque amar a escondidas la lleva a las tinieblas.
Soy aquella gaviota que ama en la perdición
sin dejar de perder la esperanza,
porque todo es posible si existe el amor.”
Te amo y extraño más que ayer.
Es difícil, explicar con palabras conocidas un sentimiento
tan noble.
Único como vos.
¿Cuándo aparecerás
en mis sueños?
Tengo varias prioridades, la primera es darte un beso.
Ilusión que no cristaliza, de estrecharte en un abrazo. Acariciarte como antes.
Musitarte al oído cuanto te quiero.
Necesidad básica de cualquier mamá.
Hijo querido es muy difícil permanecer donde no se desea
estar.
El suelo terreno no es para mí.
Prefiero estar a tu lado por toda la eternidad.
Sigo mi búsqueda entre las estrellas, aún no he podido
hallarte.
Pese a los fallidos intento no dejaré de hacerlo mientras en
mi, exista un halito de vida.
Cansa la espera, desgarra el dolor.
¿Por qué nadie escucha mis reclamos?
¿Acaso he perdido el derecho de elegir con quien estar?
¿Cuál es el motivo de semejante castigo?
¿Qué hice mal?
¿Qué faltó hacer?
¿Por qué arrancaron de mi lado al ser que más amo en el
mundo?
Hijo querido nadie responde, por ello como siempre en cada
conexión , en la que te siento más cerca, tanto que puedo, percibir la
fragancia de tu perfume, he de reiterar mi pedido, como si fuera la primera vez
que formulo mi ruego.
Por favor hijo hermoso, nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=cmMiRSrKorY
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