Buenos días hijo
querido.
Te saludo en una maña diáfana.
El Astro Rey desde el albur está regalando sus destellos
dorados.
Recorriendo un álbum de fotos, encontré varias tomadas por
vos.
La de esta conexión la sacaste en la casa de fin de semana
de tus abuelos maternos.
En el parque poblado de flores, posterior a una lluvia de
verano, enseguida salió el sol, formando un arcoíris engalanando el cielo cristalino.
En ese entonces el
abuelo te estaba enseñando a utilizar una máquina de fotos profesional.
Tomaste infinidad de fotos orgulloso de haberla aprendido a
usar.
Luego de reveladas te pregunté, por qué habías tomado tantas
vistas de los siete colores del arcoíris.
Respondiste que aquel estaba
vistiendo de gala el cielo,
Existen otras tomas, decidí elegir ésta, para evocar
recuerdos del pasado feliz y compartido con seres queridos.
Algunos por la tristeza de tu ausencia partieron, pues no
soportaron el golpe tremendo de la tragedia que los arbitrios del destino
eligieron para nosotros.
Se reacciona de diferente forma ante el dolor.
Espero se hayan reencontrado con vos, para que no sientas el
peso de la soledad en un lugar desconocido por humanos y terrenales.
Diciembre es un mes nefasto para quienes tienen, la familia
desmembrada.
Las ausencias irreversibles
se notan más.
Siempre demostraste sensibilidad ante los fenómenos naturales y el contacto con la naturaleza,
pudiste gozarlo con la frescura que te caracteriza.
Jamás cuando aluda a vos podré hacerlo en tiempo pasado,
pues permanecés, vivo en el corazón, de
todos los que te queremos de verdad, más allá de la desdicha de no verte corporizado, siempre estarás entre nosotros.
Mi cielo quisiera saber si existen arcoíris, en el Universo
donde se erige tu hábitat.
Continúo, buscándote entre las estrellas titilantes brillando en la inmensidad del firmamento,
cada noche.
Otro atuendo de gala para asombrarnos cada noche despejada,
regalo para el alma, pensar que en una de ellas estás.
Mi búsqueda no cesará, conservo la ilusión de hallarte,
prontamente.
Para la fecha elegí grafemas referentes a ese fenómeno que
es objeto de este contacto, que tanto nos acerca a diario.
Es mi deseo compartirlas con vos, mi propio sol.
“EL ARCOIRIS
Autor: José María Heredia
Arco sublime de triunfo,
Que adornas el vasto cielo,
Cuando su confuso velo
Recoge la tempestad;
No al oráculo severo
Del alma filosofía
Pregunta la mente mía
La causa de tu beldad.
Paréceme como en tiempo
De mi niñez deliciosa,
Cuando tu frente radiosa
Parábame, a contemplar;
Y estación te imaginaba
Para que entre tierra y cielo
Descansara de su vuelo
Del justo el alma inmortal.
¿Pueden los ópticos
fríos
Explicar tu forma bella,
Para agradarme con ella
Cual mi ignorancia feliz?
En lluvia fugaz convierten
El espléndido tesoro
De perlas, púrpura y oro,
Que ardiente soñaba en ti.
Cuando a natura la ciencia
Quita el misterioso encanto,
¡Cuánto disminuye, cuánto
El brillo de su beldad!
¡Cuál ceden a yertas leyes
Mil deliciosas visiones!
¡Cuán plácidas ilusiones
Miramos ¡ay! disipar!
Pero el mismo Omnipotente
Nos revela, arco divino,
Tu origen y tu destino
Con su palabra inmortal.
Al dibujarse tu frente
En el cielo y mar profundo,
Al cano padre del mundo
Fuiste sagrada señal.
Cuando tras fiero
diluvio
La verde tierra te amaba,
Cada madre a su hijo alzaba
A ver el arco de Dios.
El campo te daba incienso
Y aroma puro la brisa,
Cuando en tu luz la sonrisa
Del cielo resplandeció.
Y como entonces brillabas,
Sereno brillas ahora,
Y cuál del mundo la aurora,
Su fin tremendo verás:
Que Dios, fiel a su promesa,
Intacta guarda tu gloria,
Para perpetua memoria
De que a la tierra dio paz.
De la música primera
Sonó en tu honor el acento,
Y del primer poeta, el viento
Oyó la mágica voz.
Sigue, pues, siendo
mi tema,
Símbolo de la esperanza,
Fiel monumento de alianza
Entre los hombres y Dios.”
¿Cuándo aparecerás en mis sueños?
¿Sabías tengo un cofre donde guardo los besos que quiero
darte?
No ha menguado la necesidad imperiosa de acariciarte.
Tampoco la utopía de estrecharte en un abrazo tibio.
¿Por qué es tan impiadoso el destino, que insiste en ser un
obstáculo, para que los sueños muten a
tangible realidad?
¿Hasta cuándo seré retenida, en este espacio que no deseo
estar?
¿Podrías ayudarme para otorgarle celeridad a mi ascenso?
No existen palabras nuevas para contarte cuanto te amo y
extraño.
Es difícil seguir sin
vos,
A nadie deseo semejante sufrimiento.
Los hijos no deben morir.
Como siempre hijo querido, por medio de este enlace
reiteraré mi pedido, por favor en nombre del amor que generaste, he de pedirte
una vez más, nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=Ip0mdQpffug
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