ACERCÁMDOME

Te saludo mi cielo.
No puedo decir buenos días pues sería una falsedad ideológica.
Dentro de unos minutos se cumplirán cuarenta y nueve meses de tu trágica partida.
¿Cómo se hace para no relacionar los números con los hechos que nos dejaron en total estado de desamparo?
¿Por qué nadie nos enseña a vivir sin la compañía del ser engendrado con e único objeto que en suelo terreno creciera rodeado de amor?
Un ser libre y humano como pocos he conocido en mi trayectoria por estos enclaves que detesto porque no te tengo a mi lado.
¿Cómo se continua sin la presencia del hijo amado?
La realidad carece de razón y sentimientos.
Es tan fría como un latigazo gélido.
Se equivocan quines piensan voy a bajar los brazos.
Nunca.
Más que en otras ocasiones estoy acercándome.
Conocés me gusta caminar en absoluta soledad.
No reniego de estar sola conmigo misma.
Solo que no es mi deseo compartir con cualquiera el dolor.
No siquiera con mi familia choquita.
Saben de mis sentimientos.
A tu pedido me sacaron de las puertas del averno.
¡Cuánta generosidad en un joven como vos que sierre priorizó mi bienestar!
Son muy pocos.
Me sobran los dedos de una mano para contar a aquellos que pese al dolor, preludio del viaje final piensan en quien les dio la vida.
¿Cómo pensar en el otro cuando la propia realidad en pocas horas se extinguirá?
Elegiste bien mi amor.
La trilogía perfecta para quienes practican el catolicismo se representa en los tres integrantes de la Santísima Trinidad.
Tres fueron los custodios a quienes le pediste pocas horas antes de tu final, cuidaran de tu mamá.
¿Has podido observar siempre están?
¿Cómo pudiste, superar el dolor infringido por los insanos que tanto te maltrataron?
Recordar revive el estigma del ayer.
Otros seres detestables se alejaron.
Nada podían sacar de manera material a quien Támatos había elegido como su objetivo.
Se llevó belleza, luminiscencia y sabiduría su mundo de tinieblas.
¿Guardo respeto o temor hacia un ser tan oscuro?
No.
Es inútil enfrentarse a la necedad.
Poseo eventos más importantes para desarrollar.
Mi objetivo primordial es llegar a vos.
En una calle cualquiera de la ciudad que habito, ubicada en una de las Avenidas más importantes, una mampara, de madera ocultaba una construcción.
Los trabajadores eran amables.
Educados.
Nunca dijeron qué tarea se desarrollaba en el lugar.
Esquina codiciada por los inversores que solo desean lucrar.
¡Apena, observarlos tan pendientes de lo material!
Pobres de toda pobreza, no alcanzaron su objetivo.
Los trabajadores, no se parecían a ninguno de los que conocí en las obras callejeras.
No pedían a los transeúntes, dinero para el típico asado que le robaba horas a la empresa para la que prestaban servicio.
Alguien juzgará las malas acciones.
No seré yo la encargada de juzgarlos.
Sin vanidad estoy lejos de ellos.
La curiosidad pudo más.
Encontré al arquitecto de la obra,
No dudé en preguntarle su permanencia en el lugar.
Hombre de gran sabiduría a quien entendí.
No se le deberían formular preguntas superfluas.
Supe estaba erigiendo un ascensor de cristal.
El destino sería el cielo que se ha convertido en tu inexpugnable hábitat.
A ello se sumaría una escalera del mismo material.,
Cristal transparente para quienes estuvieran dispuestos a golpear las puertas del cielo buscando respuestas a sus dilemas.
Pedí una ubicación.
Para llegar tan cerca como pudiera de tu esencia.
Mi chiquito, he logrado cristalizar mi petición.
Estoy acercándome al ser que más amo en la vida.
Me recomendaron no llevar demasiado equipaje.
El ascensor de cristal elevándose a las puertas del cielo, solo aloja a una persona.
Permiten lleve mi mochila cargada de besos del que sos el único dueño.
A medida que ascienda relataré cada experiencia.
No noto la velocidad vertiginosa,
Al llegar a los primeros celajes blancos, el mar por el que te has deslizado como un delfín parece una gota de agua en el universo atemporal.
En el camino hacia el cielo añil, hay pájaros de brillante plumaje negro acompañándome.
Una flor perdida esta flotando en el universo.
No puedo tomarla para llevártela.
¿Has `podido visualizarme?
¿Podré darte un beso?
Uno de los tantos guardados a lo largo de mil quinientos días de ausencia.
Un horror para una madre deseosa de besar a su hijo.
¿Dónde estás?
¿Has podido ver estoy acerc ándome?
¿Han de cerrar las puertas del cielo a mi arribo?
Es posible.
Ello no será capaz d morigerar mis deseos de estar junto a vos.
Preciso ver tus manos blancas.
Quiero recibir las caricias postergadas.
¿Se producirá en esta ocasión?
Querido mío, olvidaste enseñarme como se hace para vivir sin vos.
Nada me importa en esta vida o en otras que darte un beso.
No el postrer sino aquel capaz de representar el preludio de muchos más que vendrán.
Las puertas del ascensor de cristal se abren.
Más abajo puedo observar nubes rosadas.
La luna meciéndose hasta que sea la hora que indique su aparición.
¿Estás allí mi amor?
¿Por qué no te puedo escuchar?
¿Quiénes son esos entes alados impidiendo me acerque a vos?
¿A que se debe el silencio sepulcral?
¿No hay vida allí?
No deseo regresar con las manos vacías.
Dedicaré mi tiempo a contemplar el universo.
Hay nuevos planetas girando alrededor de una estrella.
No me iré sin darte un beso.
¿Por qué me pedís me alejes?
¿En el cielo impío suelen traicionar?
Los desafío a todos.
Estoy harta de esperar el reencuentro.
No descenderé a suelo terrenal nunca más.
¿Intentan desalojarme o expulsarme?
No les temo.
Gravitaré entre los planetas conocidos y los que se encuentren en condiciones de ser descubiertos por ustedes
Hijito, te pido vengas a rescatarme.
Es necesario estemos juntos para escribir la historia de un amor incondicional.
Te amo mi cielo.
Sos quien me brinda energías para seguir en territorio hostil.
Te pido paciencia.
Seguiré acercándome, hasta lograr mi objetivo.
No temas.
Nada malo puede ocurrir.
Me sobra valentía para
Llegar a tu lado.
Nadie podrá impedirlo.
Te amo mi amor.
Nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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