TODO POR VOS

Deseosa de establecer estas conexiones, te salido con las palabras usuales.
Todos saben que son dos “Buenos días”.
La diferencia radica en que han sido generadas en el alma.
Alma desgarrada por el dolor de tu partida innecesaria.
Extraño las veladas nocturnas donde conversábamos, sin tener en cuenta el paso de las horas.
Un hijo merece, todas y cada una de ellas.
En la quietud de esos nocturnos interminables, donde la congoja es la última moradora, no solo te pienso, también escucho programas musicales intentando llamar al sueño.
No siempre acude a la convocatoria.
¿Se encontrará caminando en la oscuridad que trae la soledad insaciable?
Por ello desde hace poco más de cuatro años, la radio es una excelente compañía.
Disfrute para los sentidos.
Caricias para el corazón sangrante.
La razón le asiste a quienes afirman con conocimiento que el duelo por la muerte de un hijo no se supera nunca.
Anoche al cerrar el primer bloque del programa, sonaba la voz del cantante lírico Andrea Bocelli.
Sé te gusta por ello elegí musicalizar esta entrega con uno de los temas más hermosos que hemos escuchado.
¿Qué no hace una madre por su hijo?
Todo.
Es capaz de cambiar sus brazos por alas para llegar al lado del ser que más ama en la vida.
Alas que permitirán vuele a tu lado, convertida en pájaro surcando el cielo de la alborada.
Volar alto hasta tener la posibilidad de darte un abrazo.
Un beso.
Uno de los tantos que guardo en mi mochila.
¿Hacia dónde se dirigirán los besos, cuando el destinatario mora en lugares desconocidos por nosotros?
¿Mueren los besos?
¿Cómo mueren aquellos?
Muere todo aquello que no se otorga o puede recuperarse convirtiendo las utopías, en realidad tangible.
Podemos estar a la orilla de cualquier océano.
Otro de tus sitios naturales.
Allí mostrabas tu destreza de experto nadador. Aguas que amaste, siempre.
¿Hay mares en el cielo?
Podríamos realizar piruetas sobre la arena, formando corazones.
No es privativo solo de las parejas.
También el corazón de una madre y su descendiente son inseparables.
Si es tu deseo puedo estar a la orilla de un lago.
Noche oscura.
La luna está sobre la superficie del espejo de agua reflejándose.
¿Si le pido un destello de plata para llevarte en mi vuelo, podrá regalarlo?
¿Has podido ver a Selene colgada de tu cielo?
¿Cuándo aparecerás en mis sueños para contarme experiencias por vividas las que para mí solo constituyen un enigma?
¿Podríamos resolver juntos tantos dilemas?
¿Qué hacer para llegar prontamente a tu lado?
¿Debo continuar mi vuelo?
¿Estarás en las puertas del cielo, esperando mi arribo?
¿Cuánto tiempo falta para que el milagro de estar juntos se concrete?
El programa radial tiene un nombre bellísimo “Canciones son amores”
¿Qué decirte de quien lo conduce?
Su voz es un arrullo.
Melodiosa como los trinos de las aves en bosques habitados por hadas y duendes. Tierna, cual la calidez de un abrazo.
Ella posee la paciencia de los grandes.
Lee con cariño y sabiduría a quienes escribimos a sus deliciosas como exquisitas emisiones.
Nadie se parece a ella.
No es una expresión de halago.
Quienes me conocen saben de la sinceridad de mis letras.
¿Existen radios en el cielo?
Los fines de semana, el programa es la compañía que se espera.
Ahuyenta, mientras permanece en el aire, angustias y vacilaciones propias de quien siente, la vida carece de sentido, cuando falta el amor de quienes se han ido a transitar senderos eternos.
La música es el idioma universal y como bien dice la conductora, calma a las fieras.
Esta noche volveré a escucharla.
Puedo afirmar con certezas, harías lo mismo si estuvieras en suelo terreno.
¿En que momento volveremos a caminar los mismos enclaves?
¿A quién debo solicitar, finalice con esta dolorosa espera?
¿Hasta cuando permaneceré cautiva en espacios que no deseo?
¿Podrías ayudarme a llegar a vos?
De ninguna manera los pedidos son exagerados cuando la petición se reitera.
Nada debo hacer aquí.
Nunca comprenderé por qué se alargan los plazos de permanencia.
¿No hay lugar en tu cielo?
¿Reconocerás a esta madre que desea estar al lado del hijo que trajo a la vida para que viviera.
Ni en los sueños más horrendos podemos imaginar nos antecederán en el camino.
No debe ser difícil propiciar nuestro reencuentro.
Es mi más caro deseo.
Ni siempre trae dicha enlazar las entelequias o signos del travieso destino.
A esta altura de las circunstancias, nada alcanza.
Necesito estemos juntos para siempre.
Mi tesoro, conocés mis sentimientos, más que nadie en éste y otros mundos.
Te pido paciencia.
Llegaré.
No lo dudes.
Mientras ello ocurre, como siempre te pido, no olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=uTlPPqPodiA