Hola sentido de mi realidad.
Si no fueras parte de ella la vida carecería de sustento en este tiempo horroroso.
Desde que comenzó el año, bisiesto según el calendario gregoriano, no puedo dejar de llorar.
Te extraño.
Sensación que pensé se podía controlar.
Imposible para quien escribe.
No dudo ni critico a quienes a esta altura del tiempo infinito recuerdan a sus muertos con una sonrisa.
Puedo afirmar con absoluta certeza que en el caso de un hijo no es posible.
Alguna vez sonrío, cuando recuerdo tus travesuras.
La luminosidad que transmitías en cada acto de tu vida.
Es verdad, existen seres solidarios, no tanto como vos.
Pueden afirmar sobre la existencia de seres luminosos.
Ninguno como vos.
Demasiado especial para convivir en suelo terreno que muchas veces por no decir todas, es imposible inclusive para quienes no poseemos tus virtudes.
Hoy las luces del albur se convirtieron en la alarma de celular.
Lo programo.
Me despierto mucho antes para.
Desactivo los sonidos para que los duendes continuen soñando con mundos felices.
Antes de irme tengo por costumbre encender la computadora para recorrer cada una de tus fotos y las páginas habituales.
Encontré un correo de tu hermano del alma.
Me decía que hacía varios días me había escrito.
Es cierto.
También mi respuesta, donde entre otras cosas le contestaba que tenía imágenes para el cuento de bienvenida a este mundo ruidoso, a la que le falta poquito por llegar.
Inclusive en tono de broma le contaba que si esos archivos eran abiertos por terceras personas explotaba la PC.
La respuesta desapareció.
No dudo que algún duende incorregible la haya eliminado.
No tengo otra explicación.
Respecto a los explosivos en las computadoras, fue expresado pues siempre le pido ayuda para resolver temas técnicos.
Tu hermano del alma sabe, tu mamá es cero, tecnología.
Los archivos tienen el nombre de la pequeñita.
Los conocés.
Ni siquiera cuando le dediqué el primer reato lo dije.
Tampoco lo haré ahora.
Me disgusta desaparezcan correos.
Nunca abrí los tuyos.
Cunado me preguntabas por algunos de ellos, te decía el título, del otro lado te escuchaba diciendo “Abrilo, mamá”
Desde chicas, tu abuelo materno nos habló de la violación de la correspondencia.
Del delito configurado.
En mi caso quedó tan vigente que jamás procedo a la apertura de correos de los que no soy destinataria.
Habrás notado que desde el último día del año pasado, no puedo detener las lágrimas.
Los presentimientos suelen convertirse en realidad.
No es mi deseo contar más ausencia,
Todos están bien.
La única acelerada soy yo.
He notado que mis lágrimas dejaron de ser algo saladas.
Semejantes a la cresta espumosa de las olas que mueren en la costa, dejando su marca en la arena.
Son acres.
Debe ser la causa por la que se multiplican en el tiempo.
Me hacés falta.
¿Cómo pedirte aparezcas en mis sueños sin resultar una carga?
Es lo último que desearía ser.
No puedo ver los cuencos donde se alojan mis ojos, están inundados por lágrimas que cambian de coloro.
¿Por qué será?
Muchas veces además de la acritud, la tonalidad es turbia.
No son transparentes como el Rocío, gotas esféricas de a que se puede proclamar como dueña su mamá Eos, la madre de los cuatro vientos, quienes pese a sus denodados esfuerzos no han podido absorber, con sus caricias de brisa esas gotas tan parecidas a un cairel de cristal.
Eos, es afortunada dentro de su peor desgracia.
Cada atardecer cuando el cielo se pinta de colores violetas y magentas, puede ascender al cielo para continuar llorando la desesperación.
Nunca me atreví a preguntarle si ha podido verlo.
Me parece una impertinencia inmerecida.
Se que mis lágrimas taladraban tu alma.
Si estuviera en mí la potestad de controlarlas, te aseguro no derramaría ninguna.
No puedo el dolor se parece demasiado a las astillas de un espejo, esos que tanto te gustaban, que no dudan en atravesar los jirones del alma.
Nada puede conformar a quien padecerle haber perdido el amor más puro del mundo.
Siempre que podemos encontrarnos le digo a tu hermano de la vida, que cuando tenga a la nena en sus brazos, comprenderá que el amor de un hijo no se compara con ninguno de los otros que conocemos.
¿Has podido percibir durante tu escasa permanencia en suelo terreno la inmensidad del amor que siente una madre por su hijo?
¿Qué debo hacer para acortar los caminos que me lleven a tu lado?
No estoy conforme en este infierno que no se parece en nada al que describía el poeta florentino Dante, como preludio de la descripción de los nueve cielos que atravesaría junto a su amada Beatrice, antes de llegar al Edén..
¿Existe?
Tengo muchas dudas.
Las actitudes de los hombres que han escrito, son o serán parte de la historia, me lleva a no creer en sus puestas en escena.
Aún me cuesta digerir que el Papa golpeador, después de unos años de transcurrida su muerte primero será beatificado y luego santificado.
¿Cómo es posible tanta incoherencia?
¿Por qué ha tenido la osadía de pronunciar una homilía en contra de la violencia de género cuando horas antes le había propinado golpes a una ciudadana asiática?
Si tenía un mal día como dijo como excusa, nadie le apuntó con una escopeta para que saliera a salidar a los fieles.
Otra vergüenza argentina.
Si tuviere un ápice de dignidad hubiera renunciado al papado por su reacción violenta.
Ha demostrado ser un mortal miserable.
Debe estar cómodo con el trato privilegiado que recibe en la residencia que comparte con el otro que de un plumazo hizo desaparecer el limbo que se suponía habitaban los bebés no bautizados.
¿Hasta cuando seguirá viviendo de los impuestos que pagan los católicos para sustentarlos?
¿Hasta cuando cometerán el perjurio de hablar de los que menos tienen y ellos viven como reyes.
Dicen que Jesús era un hombre humilde.
¿Por qué no lo imitan?
¿Cuál es el sueldo de un Papa?
Dejen de hablar de los vulnerables Ustedes mostraron la hilacha.
Renuncien.
La mayoría del pueblo argentino no está de acuerdo con la violencia.
Querido mío ¿Llegás a comprender mi rechazo hacia esos seres politizados semejantes a barra bravas de fútbol que tiene impedida la entrada a un estadio?
No gozan de mi afecto.
Tampoco de mi respeto ni como terrenales, menos como humanos,
Mi vida tratá de aparecer en mis sueños.
Deseo verte para darte un beso.
No pido darte un abrazo, como siempre me sería negada esa oportunidad que también es una necesidad básica.
Te amo, por ello te pido nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=uQCVSHsZ-K0
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