Hoy no puedo saludarte como todas las mañanas pues se cumplen cincuenta y tres meses de tu partida.
Una maña que sabe a hiel.
¿Será ese el sabor del desamparo?
Como todos los días en que se recuerda uno más de ausencia, desperté a la hora que dijiste las últimas palabras con una claridad impresionante considerando que estabas en estado irreversible.
Dulces, melodiosas, serán las que me acompañen hasta que pueda llegar a tu lado.
Nunca comprenderé por qué el tiempo se ha detenido sin dejarme avanzar para que pueda cumplir mi derrotero.
En poco más de una hora tu vida se extinguiría para siempre.
Siempre, palabra fatal.
Sin vueltas.
Tan dramática como determinante.
Así es la muerte.
La cinta de un envoltorio divino que antes de llegar a ese estadío era el ser más luminoso que conocí en mi vida.
¡Mi hijo!
Ese muchacho precioso que ya no tengo para abrazarlo y decirle cuanto lo quiero y extraño.
Contarle la necesidad de darle uno solo de los besos de tantos que se han perdido en el camino..
Al despertar siempre sosteniendo tu documento, escuchaba música a través de la radio.
Nada es casual en la existencia.
Ayer se conoció por medio de informes de astrocientíficos, una nueva estrella.
Por ahora no tiene nombre.
Está a una distancia imposible de medir de la Constelación de Orión.
La superficie es varias veces superior al sol.
No está incluida en el sistema solar que conocemos.
Llamó la atención de los hombres de ciencia, su tamaño.
El color rojizo y el centro de tono amarillo.
Entrevistado uno de ellos, traductor mediante, explicó a la audiencia que las estrellas se apagan en miles de años luz.
También tu vida se apagó como una estrella.
Fugaz.
Mientras estuvimos juntos disfrutamos un acotado tramo de nuestras realidades.
Quiso el destino nuestros caminos no fueran paralelos sino que en un punto demasiado próximo a las aspiraciones de cualquier madre se bifurcara.
¿Por qué tanta saña hacia un ser derrochando luminiscencia?
¿Por qué tanto daño a una madre que lo trajo a suelo terreno para que viviera?
¿Por qué tantos proyectos quedaron truncos?
¿Por qué la muerte temprana?
Como es costumbre nadie responderá a cada uno de mis dilemas.
Saben que estoy hastiada de contar ausencias cuando deberíamos celebrar años de vida compartida.
¿Has podido ver alguna de esas estrellas hiper gigantes, que aparecen en el cielo?
¿Se parecen a las descripciones de los hombres y mujeres de ciencia?
¿Cuándo podremos observarlas juntos, asidos de la mano?
El universo está plagado de estrellas y nuevos planetas que las nuevas tecnologías van descubriendo.
¿Por qué aún no han podido llegar a crear los ingredientes para curar las almas de quienes quedamos en el inframundo cuando perdemos a los seres que amamos?
¿Interesa la vida o la muerte?
Las estrellas también mueren.
Nunca en tan pocos años.
Las más jóvenes integran galaxias desconocidas, convertidas en alimento para las musas de quienes podemos expresarnos escribiendo.
Jamás renunciaré a esta búsqueda que ha entrado en el quito año.
Demencial.
Son los hijos quienes deben despedir a sus mayores.
En nuestras realidades nos encontramos con valores subvertidos.
Nunca imaginé debería despedirte o acercarme a un cementerio por que allí está la urna con tus cenizas.
Uno de tus hermanos del alma dice que ese no es el sitio para tu eternidad.
Puede que le asista la razón.
Te tuve treinta y nueve días en casa, después de tu muerte.
Te traje conmigo a este nuevo refugio,
Nadie me sugirió en ese lapso de tiempo podría haberle dado otro destino al contenido de la urna.
Tampoco durante tu corta vida, si bien abordamos el tema en infinidad de ocasiones, nunca nos referimos, al después del después.
¿Habré cometido un error y por ello no aparecés en mis sueños hace mucho?
¿Cómo saberlo?
¿A quien preguntarle sobre estas durísimas cavilaciones?
Te extraño chiquito.
La forma en que se quiere a un hijo es imposible de adjetivar.
Todas las palabras conocidas para manifestar el amor maternal, no alcanzan.
Tal vez en ese mundo enigmático donde estás ahora, surjan nuevas formas de lenguaje para expresar los sentimientos.
Para saberlo con precisión, necesito estar a tu lado.
¿Falta mucho?
¿Por qué no responden?
El silencio enferma.
Te amo más que a nadie en el mundo, por ello siempre te pediré nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=3vtlgsczJBo
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