Sunday, January 19, 2020

SOLO POR VOS



Buenos días hijito lindo.
Los episodios más absurdos suceden en los sueños.
Todo se transforma cuando se persigue un objetivo que poca veces se convierte en tangible realidad.
Tus escasas apariciones en aquellos duran lo mismo que el nacimiento y muerte de un relámpago en el cielo.
¿Significa ese estadío, la muerte tampoco es eterna?
¿Nos alcanzará el tiempo terrenal para vernos y de esa manera darte el beso añorado?
Los neuro científicos siguen estudiando el comportamiento del cerebro que posibilita su descanso y por ende nuestro deseo de dormir,
Si bien se avanza a pasos agigantados, aún no se ha llegado al derrotero final.
Tampoco creo suceda ese episodio pues el terrenal cambia.
No hace muchos años nadie hubiera pensado que un bebé cuando está en las últimas semanas de gestación, pasa la etapa del sueño REM.
Es cuando con los parpados cerrados los ojos orbitan a bastante velocidad.
Lo presencié solo una vez cuando me acerqué a tu habitación.
Dormido abriste los ojos, dejándome que los mismos se movían como si estuvieras despierto.
Al día siguiente la curiosidad hizo que te preguntara por ese suceso.
Con la más linda de las sonrisas dijiste: “Ma, no puedo saber qué pasa cuando estoy dormido”.
En estado onírico se puede viajar hacia cualquier lugar.
La alborada calurosa invitaba concurrir a la playa.
A esa hora no hay personas ocupando las mismas.
Encontré una rama.
Con ella te escribía mensajes cortos, creyendo que podías leerlo desde las alturas.
Las olas desordenadas, dejando su espumosa cresta blanca en la arena para luego morir, borraban lo escrito.
No sé cuanto tiempo pasé enviando esos mensajes que creí llegarían a vos.
In profesor de buceo pasó por el lugar.
Se detuvo a mi lado preguntándome si estaba aburrida.
Moviendo la cabeza la respuesta fue una negativa.
Lo escuché decir en voz baja : “ Por los rasgos de tu rostro supongo la tristeza te invade.
Si la compartes, sentirás un poco de alivio.
Brevemente le conté la tragedia que me embarga desde que has muerto.
¿Quieres nos internemos en el mar para ver si lo podemos ver?
Dices que tu hijo era un eximio nadador.
No lo dudo.
Te propongo nos sumerjamos en el agua para que veas las bellezas que tanto le atraían.
Horrorizada inquirí ¿Sumergirnos sin un equipo adecuado de buceo?
Sí.
Estás pensando he perdido la razón.
Te enseñaré a respirar para que no necesites un tanque de oxígeno.
Solo pretendemos tener una visión fugaz del fondo del mar.
En esta región, no es demasiado profundo.
Tampoco hay fosas marítimas de esas cuya profundidad asusta y nada hay en ellas pues son como los precipicios de las zonas serranas, solo que más profundos y no se ve nada más que oscuridad.
No están ni siquiera cerca de aquí.
No quiero molestarte, solo deseo conozcas el sitio que tanto amaba tu descendiente, si te causo molestias, puedo retirarme sin enojarme.
Comprendo tu situación.
Como no respondía comenzó a retirarse.
En un instante pensé que nada perdía al internarme en el mar.
Lo llamé.
Acepté la sugerencia.
No bajaría sola.
Siempre estaría a mi lado.
Practicamos ejercicios de respiración para llenar los pulmones de aire fuera del agua y luego exhalarlos.
Son las típicas burbujas que producen los buceadores.
Cuando estuvo seguro de mi respiración, comentó deberíamos caminar un par de cuadras.
Mientras tanto los dos practicábamos los ejercicios.
En un lugar de la playa a que se accede luego de pasar por algunos acantilados, hay un círculo perfecto en la arena.
Por allí nos sumergiríamos.
Advirtió estaba a tiempo de cambiar de opinión.
Nada me ligaba a esa experiencia,
Sabía me gustaría conocer el espacio donde tanto disfrutabas.
Decidida dije que quería sumergirme, solo pedía estuviera a mi lado.
Aprendí las señales básicas para emerger en caso de tener falta de aire.
La primera inmersión duró menos que un suspiro.
Con una sonrisa amable, pidió me relajara para poder disfrutar el paisaje sub acuático.
Realizamos varias inmersiones.
A medida que ganaba confianza parecía que flotaba en un lugar de belleza indescriptible.
Los peces de colores se escondían detrás de las rocas.
No muy lejos había una formación de coral de tono rosa intenso.
No sé cuantas veces nos sumergirnos.
Siempre pensando en vos.
El interior de ese espacio del mar era solo del maestro y mío.
No dejaba de preguntarme donde estabas vos.
Por prudencia me pidió no insistiera con otra inmersión.
Le conté había visto entre los corales una sobra parecida a vos.
No esforzaríamos el aparato respiratorio.
Lo dejaríamos para otro momento.
Le supliqué con la voz quebrada, solo lo hiciéramos una vez más.
Tranquila, esta y ninguna otra.
En el mismo punto la luz de un flash llamó nuestra atención.
Al emerger comentamos el episodio.
Nunca antes en tantos años de profesión había presenciado nada parecido.
Nos dirigimos al lugar donde estaban nuestros bolsos.
Quise abonar la experiencia.
El no, fue rotundo.
No se trató de una clase, solo de una experiencia compartida.
Te pido regreses al hotel, ingieras Carbo hidratos para recuperar energías.
Por hoy me despido.
Pronto nos encontraremos,.
Ne dio un beso en la mejilla y se fue”
Sentí tanta paz, que decidí hacerle caso en todas sus recomendaciones.
Después de unos días, al atardecer cuando estaba preparando la maleta para ir al aeropuerto y volver a mi refugio, pidió permiso para pasar.
Tenía algo para entregarme.
Una foto en blanco y negro de nuestras inmersiones.
Aseguró la habían dejado en la casa que alquilaba por la temporada.
Supuse, era para vos.
Al mirar el reverso de la imagen, tu letra inolvidable decía: “Mami, esa vista la tomé yo.
Me gusta que hayas conocido la esencia de mi enclave favorito y haya sido Matías tu compañero de aventuras subacuáticas.
Te quiero ma”
Matías había desaparecido.
Supongo lo hizo para que pudiera leer tus palabras en soledad.
Pude comprobar mirándote cuanto has cambiado,
Siempre conservarás la esencia maravillosa de tu alma.
Abruptamente desperté de mi sueño.
En mis manos no sostenía tu documento sino la foto.
Como una desquiciada la dí vuelta.
Impecables estaban tus letras diciéndome tus sentimientos.
Idénticos a los míos.
Entendí que más allá de los sueños, siempre nuestras almas estará unidas.
Renuevo mi deseo de llegar a vos para abrazarte.
También renuevo mi clamor diario, por favor, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=gmV-rMGZ-64

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