REGRESAR AL PASADO

Buenos días mi alma.
Ayer fue un día complicado en cuanto al clima se refiere.
Caluroso durante la jornada, llegada de la lluvia esperada para morigerar los efectos de la humedad, descenso de diez grados en una hora y luego cuando en las postrimerías de un día cumplido apareció nuevamente el sol para despedirse, la temperatura trepó nuevamente.
¿Cómo es el clima en el lugar donde estás?
¿Cuándo podremos compartirlo?
Dilemas que no tienen respuesta, pues nadie las conoce.
Conocés como pocos que en este tiempo me cuesta mucho conciliar el sueño.
Situación que posibilita viajar con la imaginación.
Quise regresar en el tiempo.
Ubicarme en un lugar de la costa, caminado sobre la arena sin destino concreto.
Solo caminar con el propósito de imaginar el futuro.
Oxímoron estando en aquel quiero regresar en el tiempo.
En el pasado imaginaba un futuro ventroso.
Blancas gaviotas acompañaban mi paso.
¿Constituirían una premonición?
El único nexo del ayer con el presente fueron las letras.
Antes para soñar.
Hoy para establecer estos contactos que nos permiten acercarnos un poco más cada día.
No importa el sitio en que me encuentre.
Desde tu dolorosa ausencia decidí que exceptuando estuviera atrapada por una dolencia, siempre escribiría para nosotros dos.
En ese tiempo pasado siempre brillaba el sol.
No conocía la tristeza.
La familia estaba completa.
Mi única obligación era estudiar y descansar cuando terminaba las clases para disfrutar de los viajes.
Pasión transmitida por tus abuelos maternos.
Escribir y soñar con la probabilidad de mundos diferentes, experiencias diversas que me hicieran crecer, formándome como a cualquier persona que busca construir.
Las etapas se fueron cumpliendo.
Mi mayor anhelo se cumplió cuando llorando llegaste al mundo de los terrenales.
Seguimos cultivando la verdadera a mistad con un pequeño puñado de seres que se integraron a nuestra existencia como hermanos de la vida.
Otros buscaron diferentes futuros en el exterior.
La vida continuaba sin demasiados
Inconvenientes.
Los avances de la tecnología en algunos casos muy especiales hicieron perder el don de la palabra.
Los chicos pasaron a ser digitales.
Tuve la inmensa fortuna que si bien eras brillante en estos temas, nunca dejaste de leer para seguir creciendo.
Tu paso por la escuela fue admirable.
Jamás imaginamos en nuestras vidas aparecería la tragedia.
En quince días se preparó el escenario para darle paso a la locura más grande que me tocó vivir.
Tu muerte.
Inaceptable y todos los adjetivos para rechazar u jamás asumir tanto sufrimiento.
No le deseo a ninguna madre ver padecer a u hijo hasta el final.
No existen palabras capaces de reflejar el significado de la muerte de un hijo que se trajo a la vida para que viviera.
No pudo ser.
Jamás podré conformarme.
Faltan pocos días para que se cumplan cincuenta y tres meses de ausencia física.
Tiempo que no asumiré pues pensar en la soledad de mi descendiente es una tortura.
¿Qué sentirá sin el beso de su mamá?
¿Extrañará a la familia que lo amaba con amor del bueno?
¿Añorará a sus hermanos de la vida?
Nadie conoce cómo resolver estas vacilaciones en las que me encuentro atrapada.
Admiro a las madres que dicen han podido superar el duelo por la partida de un hijo.
¿Será verdad?
Es el amor más grande que no se puede suplantar con nada.
Único e irrepetible.
Quiero creer que su alma fue recibida por quienes lo antecedieron en el camino.
Quiero creer que él hizo lo mismo con quien lo precediera.
En ocasiones pienso que está bien que Mnémosine y Persefone, las diosas griegas, quiten la memoria y los recuerdos a los muertos.
Solo algunas veces.
Prefiero caminar por el mundo de las entelequias y así soñar con ese reencuentro tan esperado.
Estoy cansada de contar ausencias,
Días, meses, años.
Tampoco nadie sabe contener o explicar el por qué de semejante condena.
Señalarme cuales fueron los errores cometidos para recibirla.
Todos los terrenales y humanos tenemos yerros, pagarlos con la vida del ser que más se ama en el mundo es demencial.
Amo a mi hijo más que nunca.
La luminosidad derramada aumenta ese sentimiento incondicional.
Es la energía que a diario recibo, permite siga de pie.
No sé por qué nunca me ha dejado caer.
Por ser mi gemelo de pensamiento conoce que no deseo estar en un espacio que me produce incomodidad, rechazo.
No es agradable estar cautiva sin conocer la razón.
Tesoro te amo,
Lo sabés.
Hoy más que otras veces te pido me ayudes a partir.
Por ello viajo en el tiempo donde todo se desarrollaba en el mundo de las utopías.
Duele la realidad.
Nada me conforma.
Ni siquiera pensar que sostenida por pájaros de negro plumaje puedo llegar a tu lado.
Es otra irrealidad, hurgando las heridas que jamás cicatrizarán.
Por favor chiquito de mi alma, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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