EL MIRADOR DEL LAGO

Buenos días mi tesoro adorado.
Ha comenzado el mes más triste del año.
Agosto o Augustus para los romanos.
Si tuviera la potestad de hacerlo, lo hubiera eliminado del calendario desde tu muerte.
¿Hubiese logrado mi cometido?
No.
Ningún poder extraordinario, lograría olvide el amor incondicional que une a esta mamá con su hijo.
Trato de evadir la realidad de mil maneras posibles.
Nunca llego a un final feliz pues me haces falta como el aire para respirar.
¿Deseo seguir con ese ejercicio?
No.
Quienes me conocen, saben que mi deseo es atravesar las puertas del universo para depositar en tu mejilla besos que no deseo dejar marchitar.
Cobijarte en un abrazo para que no sientas el frío helado de la soledad.
No es bueno para ninguno de los dos sufrirla, separados por la eternidad.
En sueños desvariados viajo n el tiempo.
No debo alejarme demasiado
Ubicada en la etapa que estabas bien, percibo tu figura y la mía en el mirador del lago.
¿Cuál?
Ninguno en especial.
Son todos parecidos.
Están construidos, en la parte posterior de los hoteles.
Se parecen bastante entre sí.
Techos abovedados de tejuelas.
Columnas lisas o torneadas sosteniéndolos.
Sillas de hierro forjado de color blanco.
Almohadones con las flores que en invierno no se dejan ver.
Te protegen del sol del verano o el inestable viento de primavera donde las gramillas comienzan a florecer.
Hoy el lugar pareciera sufrir el abandono.
La estructura está impecable.
Faltan los visitantes como vos que mientras nadaban me regalaban su sonrisa, levantando el pulgar de la mano derecha para decir todo estaba bien,
¿Qué pasó en el medio?
La vida.
Intempestiva Muerte la sorprendió llevándote a vos.
¿Qué hago aquí?
Como siempre la respuesta es el silencio atroz?
Atroz como la muerte que sin consultarme te llevó de mi lado, interrumpiendo, la comunión de ideas que siempre nos unirá.
¿Por qué a tantos les molesta el amor incondicional de un hijo y su mamá?
Mamá rota pues le falta ver corporizado a su hijo.
No importa si es en el mirador del lago o en otro lugar.
¡Necesito verte!
Contarte de mi amor inconmensurable.
Más tarde vendrá tu hermano de la vida a componer los desastres que hicieron en el sistema operativo.
Imaginás bien es el padre de la beba más linda del mundo.
Acudo a él pues sé de sus conocimientos.
Sufre tu ausencia.
Las teclas del piano no tocan partitura de tango con su sonrisa en blanco y negro.
Quedaron mudas con tu partida tan ingrata.
Inevitablemente no te puedo recuperar.
¿Faltará demasiado para que llegue a vos?
Fecha incierta que solo conoceré cuando mi corazón se canse de cabalgar.
Espero sea pronto.
Es la utopía a cumplir.
La familia chiquita no quiere hable del tema.
Sé les hago sufrir.
¿A quién contarle de esta pena tan grande?
¿Sabías te amo con toda el alma?
Te pido esperes mi llegada.
Mientras tanto nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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