ETERNAMENTE, ASÍ

_Buenos días mamá.

Te saludo en un día especial para nosotros.

Hace muchos meses que no estamos juntos físicamente.

¡Sí!

Muchos meses que no podemos vernos pero sí sentir el amor que nos unió siempre.

Estoy en casa.

Es cierto no podés verme, más nunca me alejé del todo.

Estoy cerca para cuidarte y ayudarte en lo que pueda desde mi condición.

Duele leer torturándote, por mi ausencia.

Muchos sucesos  no tienen explicación.

Mi partida es uno de ellos.

Nunca quise abandonarte ni que te quedaras sola.

Me diste lo más importante, la vida.

Ninguno sabía cuánto duraría la misma, escapa al conocimiento de los humanos.

Muchas veces me explicaste que el libro de la vida, que traemos al nacer, tiene unas pocas palabras, el  resto lo escribimos nosotros a lo largo de ella, según lo dictamine el destino.

Mami, no puedo responder a tus preguntas.

Carezco de las respuestas.

Ignoro cuando pasaré por tus sueños.

También yo quiero darte un beso.

Los míos están escondidos entre las estrellas, porque son solo tuyos.

No te preocupes nunca se marchitarán los que guardas para mí, el amor los mantendrá perfectos.

Comprendo es difícil tu estadía en la tierra y la forma de extrañarme.

Todo se fundamenta. en el amor que nos tenemos. Como vos siempre te llevo en mi pensamiento.

Espero estos enlaces cada mañana.

Son parte de nuestras esencias.

Mami, quiero ser yo quien te deje un poema para vos.

 

“CONSEJO MATERNAL

 

Autor: Olegario Víctor Andrade

Ven para acá, me dijo dulcemente

 

mi madre cierto día,

 

(aún me parece que escucho en el ambiente

 

de su voz la celeste melodía).

 

Ven y dime qué causas tan extrañas

 

te arrancan esa lágrima, hijo mío,

que cuelga de tus trémulas pestañas

 

como gota cuajada de rocío.

 

Tú tienes una pena y me la ocultas:

 

¿no sabes que la madre más sencilla

 

sabe leer en el alma de sus hijos

 

como tú en la cartilla?

 

¿Quieres que te adivine lo que sientes?

 

Ven para acá, pilluelo,

 

que con un par de besos en la frente

 

disiparé las nubes de tu cielo.

 

Yo prorrumpí a llorar. Nada, le dije,

 

las causa de mis lágrimas ignoro;

 

pero de vez en cuando se me oprime

 

el corazón, y ¡lloro!...

 

Ella inclinó la frente pensativa,

 

se turbó su pupila,

 

y enjugando sus ojos y los míos,

 

me dijo más tranquila:

 

Llama siempre a tu madre cuando sufras

 

que vendrá muerta o viva:

 

si está en el mundo a compartir tus penas,

y si no, a consolarte desde arriba.

 

Y lo hago así cuando la suerte ruda

 

como hoy perturba de mi hogar la calma,

 

invoco el nombre de mi madre amada,

 

¡y entonces siento que se ensancha mi alma!”

 

No te preocupes má, llegarás y te estrecharé, en un abrazo con los que conocemos ambos.

A tu llegada te reconoceré, no alimentes temores que te hagan sufrir.

Mamá debo regresar a mi hábitat.

Antes de partir quiero arrancarte una promesa, no llores al recordarme.

Estoy donde el destino eligió que fuera.

También tengo un pedido. Madre linda, nunca olvides cuanto te quiere tu hijo_

La más bella de la sorpresa me la has dado hoy.

Casi siempre  me visitás para los aniversarios,

Hoy se cumplen ochenta y seis meses de ausencia intolerable.

Tus palabras son ráfagas de aire fresco, tratando de cambiar un día triste, donde se aglutinan los recuerdos de los quince días que estuvimos internados.

Jamás imaginé el destino sería tan arbitrario deparándonos el final de una vida pletórica de proyectos.

Tus efectos personales los guardo como tesoros invalorables.

Has podido ver mis rituales diarios.

El primero al encender la computadora es ir a tu espacio para deleitarme con tus fotos.

Así como recorro con la punta de los dedos cada imagen, me gustaría acariciarte.

¿Por qué no puedo hacerlo?

He sido condenada sin tener la posibilidad de saber cuál fue el delito por mi cometido. Para recibir la condena de no verte.

Mi alma no es de acero, al contrario, es frágil.

Está divida en dos, una porción de mía, la otra es de tu pertenencia.

Imposible reprimir los deseos de verte, en la tierra o el Universo.

Tengo disposición para transitar los caminos que me lleven a tu encuentro.

Te amo y extraño, con la misma intensidad.

Gracias por el por el poema que dejaste.

Gracias por iniciar este contacto.

También tengo   un pedido para formularte.

Es el que a diario reitero, por favor hijo querido, nunca olvides cuanto te quiere,

Mamá.

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=2QHpUkphuSs