Buenos días mi tesoro.
Hoy un poco más tarde pues debía realizar unos trámites personales.
Mientras viajaban veía los autos no cumpliendo con las mínimas normas de convivencia.
Todos quieren llegar primero avasallando al otro, aún cuando el destino sea ninguna parte.
Estuve por veinte minutos en el distrito de San Isidro.
Por más garra que utilicen, las autoridades, los vecinos son indomables.
Sí.
Está bien utilizado el adjetivo.
Si adiestrás, un animal, luego de un corto tiempo aprende.
Ciertos terrenales, tan inteligentes que resultan ser absolutamente aquello que se opone.
Estacionan en cualquier parte.
Lejos del cordón de la vereda aún cuando los espacios autorizados están perfectamente delimitados.
Hacen lo que quieren.
No les importa que los controles de tránsito estén a pocos metros.
Se creen más.
¿Mas, qué?
Ignorantes.
Ser poderoso no los autoriza a no respetar las leyes.
Deberían dar el ejemplo.
Al llegar caso a destino, pedí al chofer se detuviera un instante en un negocio.
Debía buscar algo que había encargado previamente.
La acera parecía el brazo de un río.
Los poseedores de pocas neuronas siguen arrojando agua a la calzada.
No se puede.
Son tan necios que creen la billetera todo lo arregla.
Por un día me gustaría ser agente de tránsito.
¿Qué digo?
No hace falta un día para labrar actas de contravención contra los dueños de autos de alta gama.
Son los peores.
Creen el poder del dinero los autoriza a realizar aquello que se les antoja.
¿Qué pena resisten?
Aquella que les toca el bolsillo.
Esa especie de argentinos, que por suerte no son todos, cuando viajan en el mundo, son los peores embajadores de la cultura del trabajo de la mayoría.
¿Los combato?
Sí.
Deseo que alguna vez salgan del reino de la ignorancia,
¿Lo lograré?
No creo.
Mi paciencia no es duradera como la tuya,
Trato de no perder tiempo con el inútil.
Mientras esperaba vinieran por mí, observaba las flores de un jacarandá.
Inmensamente bellas, la altura del árbol casi rozaba el cableado de diferentes servicios.
Pájaros en bandada huían del ruidoso tráfico sin dejar sus trinos melodiosos para los que admiramos la naturaleza.
En un instante mi memoria trajo otros bosques, ubicados del otro lado del mundo.
Son los de Estambul, en Turquía a orillas del mar Bósforo el que posee el color celeste más bello del universo terreno.
En la parte asiática de la ciudad, a pocos kilómetros, se encuentran los bosques más hermosos que se conocen.
Árboles esbeltos, longilineos, parecieran querer rozar el cielo con sus ramas.
Ahora que están atravesando el frío invierno las ramas están desnudas.
Pese a la adversidad del tiempo, en la cúspide se unen intentando acariciar el cielo.
No he conocido en otro lugar del planeta árboles tan altos.
En primavera florecen.
Las ramas vestidas con pétalos de colores pastel, no solo quiere brindarle un homenaje a la bóveda celeste, sino que al ser tan altos la floración de tonos pálidos se confunde con los celajes blancos a veces abundantes en el firmamento.
Como no fotografiar semejante hermosura natural.
Tributo para quienes están muertos y como vos eran y sin amantes de la naturaleza.
La bocina de José el chofer cubano que me trae a casa me saca del estado de ensoñación.
Ríe, cuando expreso tus experiencias en la, Isla de Cuba.
El tuvo la suerte de huir de un lugar tan bello como manipulado.
Buscando la libertad y no la esclavitud del hombre ante el enfermo de poder recalo hace más de veinte años en nuestro país.
Es atento, educado, suele nombrarme con otro nombre.
Una cubana hermosa a quien conocí hace poco.
Su nombre es Sofía.
El dice una letra no hace la diferencia.
Ambos festejamos el sentido del humor.
Sabe mi historia.
Es un ser educado con el que se puede hablar.
En una oportunidad me llevó al cementerio y quedó esperando en la calle donde está el monumento en el que se supone están tus cenizas.
A esta altura de mi vida, las vacilaciones sobre mis creencias, no se han convertido en un estigma.
Solo quiero resolverlas con argumentos concretos.
Todos esos entes desconocidos miran para otro lado o no escuchan mi clamor por darte un beso.
Ayer a la tarde recibí una llamada impensada.
Tu hermano del alma junto a su mujer y todos los que los queremos, estamos esperando a quien será la súper bebita más bella del mundo.
Tal cual lo expresa Selene llegará cuando el fruto esté maduro.
Debió haber arribado el día ocho.
Nos está demostrando siendo tan pequeñita que arribar a la vida no se rige por cuentas ni hallazgos de la tecnología que ayuda mucho.
Le comenté al papá estar muy apurada.
Ese ser tan puro y pequeñito me está enseñando a calmar el estado de ansiedad.
Nena hermosa, entiendo estás muy cómoda en las entrañas de tu mami.
Queremos que llegues.
Sí.
Me incluyo pese a no pertenecer a tu familia.
Solo saber de tu llegada me trajo atisbos de paz.
Ser la primera hijita del hermano del alma de mi hijo adorado es todo un acontecimiento.
¡Contame!
¿Falta mucho para que llegues?
Si estuviera tu tío del campo lejano estaría tan contento como yo por saber una vez más de los aconteceres de la vida.
¡No tardes!
Te estamos esperando.
Hijito, cuidá a esa nueva vida que llegará cuando quiera o deba.
Mientras esperamos, renuevo mi pedido de todos los días, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=2McKwAxSxi4
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