Buenos días mi amor divino.
Como antecesoras de las letras de estos enlaces fantásticos, elegí una postal que apenas la veas la recordarás por todas las peripecias que pasamos en ese viaje.
Corresponden a un grupo de islas vistas desde la cercanía de San Carlos de Bariloche en nuestra Patagonia, muy cerquita de uno de los hoteles más importantes de la zona.
El Llao Llao y no estoy haciendo propaganda de ninguna especie, está ubicado a pocos kilómetros de la ciudad, limita con Puerto Pañuelo desde donde salen las excursiones que los turistas hacemos en esa zona.
En los jardines de ese hotel que está ubicado en una colina circular. Òr un instante te desprendiste de mi mano.
Esa absurda distracción se transformó en tragedia para quien escribe.
¿Cómo te encontraría en esos jardines enormes?
El guía turístico ontento tranquilizarme.
En un segundo no podías estar muy lejjos-
Esa mínima fracción de tiempo para mi era eterna.
Mi compañero de viaje, se había perdido.
Creí enloquecer de angustia.
No estabas lejos.
Habías ido hasta un rosal cercano para cortar unaa flor para agasajarme.
Está prohibido.
Somos tan iguales que a esas simplezas hemos tratado de ignorarlas.
Sin ayuda no hybuera podido volver al lugar donde se encontraba el grupo.
Al ser un terreno circular todas las personas que se alejan les cuesta volver al inicio.
De allí a armar una novela trágica no había nada que me detuviera.
Apareciste sonriente de la mano del guía, tratando de esconder la flor para mi destinada.
El guía de nuestros sueños decidió mirar hacia otro lado.
¿Cómo retar a un destello de sol que solo quiere demostrarle cariño inconmensurable a su madre?
A partir de ese momento decidí nunca más te soltarçia la mano.
Así ocurrió hasta que en medio del invierno más cruel, en una gélida mañana de agosto dijiste basta.
Bastó la tragedia para que conociera como el peor sopapo el desamparo.
La nada misma.
Ningún amor puede ocupar el lugar de quien ha partido para siempre y vos desconocés el destino.
¿Se llama cielo?
¿Ka muerte otorga el beneficio de lo eterno?
No lo sé.
Nunca tuve esas sensaciones.
Quedas rota en mil pedazos como la superficie de un espejo cuando en el se estrella un objeto contundente.
¿Es posible reparar el daño?
No.
Quedan eternamente las marcas de los parches.
El amor no conoce esos desasosiegos.
Antes de cada excursión te preguntaba si deseabas realizarla.
Notaba tu cansancio, igual al mío que nunca creí ser la mujer maravilla.
Realizamos todas las excursiones.
Quedamos encantados en el bosque de los alerces de la Isla Victoria, único en el mundo.
En el viaje creí morir por segunda vez cuando un pasajero me dijo quedese tranquila, seré yo quienhaga bajar a su hijo de la terraza del catamarán.
No sé como hiciste para escabullirte, ascender a la terraza del navio y flamear como una bandera.
Cuando bajaste pronunciaste uno de tus axiomas favoritos:
“No te preocupes ma, no es grave”
La ñultima excursión duraría todo el día.
Te consulté si querías hacerla.
Dijiste con esa sonrisa que extraño: ¿ Por que no si estoy de maravillas?
Te pedí no cerraras la pierta de la habitación con llave.
Dos cuadras nos separaban de la casa de cambios.
Era más fácil en ese entonces viajar con dinero extranjero que ocupa menor espacio y luego cambiarlo.
Llegué corriendo como si huyera del destino.
No quise esperar el ascensor.
Subí a los saltos por la escalera.
Te llamé.
No contestabas.
Como una desquiciada bajé al loby del hotel.
El conserje una maravilla.
Creí desfallecer cuando me dijo que de esa habitación no tenían duplicado de la llave.
La ventana del pasillo estaba abierta.
Togaba no hubieras cerrado la del cuarto.
Flexible, enganchó sus piernas en diagonal a la ventana de nuestro espacio.
Cuando te vi durmiendo, sentí que el alma volvía a ocupar el espacio de siempre.
Te dike cancelaría la excursión del día siguiente.
Medio dormido te sentaste en la cama para decir, de ninguna manera.
Quiero conocer los “Ventisqueros negros”.
In glaciar como no hau ninguno en el mundo, el jielo no es balnco sino de color oscuro.
A la derecha se encuentra el famoso lago Espejo.
Si las aguas están quietas, muestran el Cerro Tronador, con sus cúspides nevadas reflejándose en las aguas del lago quieto.
Hace seis años un presidente de Estados Inidos en una visita oficial, se hizo un tiempo para conocer la patagonia argentina.
Cuando navegó las aguas del Nahuel Huapi, le pido al mandatario de nuestro país en esa época, cuidara ese refugio de agua dulce, unico en el mundo.
¿Qué jacen los empresarios argentinos?
Lo utilizan como si fuera un receptor de residuos.
¡Cuánto debemos aprender del mundo entero cuando los mandatarios le van a llorar en todos los idiomas!
Es una cuestión cultural.
¿Por qué en lugar de nombrar a delincuentes en espacios de poder que los benefician, no educan al ciudadano para que cuide el planeta?
¿Se creen tan poderosos e impunes como para pensar que tienen todo permitido?
Tus cenizas están aquí.
Si así no fuera ya huiera huido de este país.
La tierra no es culpable sino aquellos que son ungidos para los más altos cargos.
José de San Martín, ilustre héroe de nuestro país decía: “ No borres con el codo aquello que escribiste con la mano”.
Todos lo nombran, nadie lo imita.
Tesoro de mis entrañas, te amo locamente.
Mañana buscaré otras postales de nuestros viajes, mientras tanto te pido nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=HxkpYUexGcQ
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