PREMATURO ADIOS

Mi amor hoy no puedo decirte buenos días.
Comprenderás que a cuatro años y medio de tu partido nada es bueno para ninguno de los dos.
Como todos los días veintiocho, dsperté a la hora en que pronunciaste las tres últimas palabras.
E las horas que fueron el preludio de tu muerte, solamente yo podúa entender tus requerimientos.
Una locura que no admite ningún razonamiento terrenal.
A las cuatro y veinticinco de la mañana en medio de un coma inducido dijiste el lugar donde vivías con voz clara y firme.
Algo que no puedo explicar bien que fue, hizo que te preguntas con quien vivías en ese lugar, con firmeza respondiste “Con mi mamá”.
Tres palabras que a otros le pueden resultar indiferentes.
Allí tomé verdadera conciencia que te sujetaban a la tierra, invisibles hilitos de vida que no tardarían en cortarse.
Ahogué el llanto como pude.
Jamás me verías derramar una sola lágrima.
Aparentaba ser una mujer fuerte cuando estaba quebrada por ese dolor que compartimos en silencio.
¿Para que hablar?
¿Hubiera cambiado tu situación?
No.
Lo irreversible es eso.
No tiene vueltas.
El diagnóstico era demoledor.
Me encontraría con la suficiente fuerza para seguir conversando con el ser más amado que está a punto de morir.
Durante quince días.
Los más tenebrosos de mi vida mantuve mi mano derecha asida con fuerza a la izquierda tuya.
En algún momento, de esos días donde era protagonista el horror, descubrí, que nuestros puños asidos tenían la forma de un corazón.
El nuestro.
El que compartimos. durante tiempos felices.
El que me dejaría donde no quiero estar con una mitad que debió irse con vos.
De nmada valieron mis reclamos.
El destino mostró su cara más odiosa al separarnos físicamente.
¿Puedo confesarte algo?
En mi mundo de utopías a veces, muy pocas, tiene cabida el reencuentro.
¿Soy estúpida, verdad?
¿Cómo voy a encontrarme con mi hijo muerto?
Situación que solo existe en textos en los que no creo y en los mitos y leyendas que me transfirieron tus abuelos.
Tengo la certeza que si alguna vez me hubieses, preguntado sobre el tema te hubiera respondido “Nada está probado hijo de mi vida.
Nada se puede asegurar.
¿Por qué?
Nadie regresó de la muerte para contar su experienca.
¿Debo creer en la palabra de los hombres, en el que incluyo al de sotana blanca y lamentablemente no es un orgullo argentino?
Sí, es el más mentiroso de todos.
Como Pilatos tira la piedra y luego esconde la mamo.
¿Es representante de dios en la tierra quien se parece más a un militante o barrabrava de equipos fuutbolístico?
Diría que no.
Si dios es tal cual me lo pintaron desde pequeña, en sus filas no puede aceptar un impostor.
¿Por que no cumple con su misión de escuchar a todos?
¿Puedo creer en un ente que a su lado alberga gente con sotana de otro color que está probado ha lavado dinero?
¿Para que quieren tener la titularidad de edificios?
¿De dónde salió el dinero?
De los creyentes.
Creen en la iglesia como institución.
Soy la excepción de esa normativa.
No suelo tener como ingesta algo plagado de toxicidad.
Mi única realidad, sos vos.
Estás muerto.
Lo sé.
¿Para que me lo re`piten a diario¿
¿Creen voy a cambiar de parecer?
Nunca.
Me molesta me digan algo que sé.
No tengo insuficiencia mental.
Es fácil hablar sin saber el sufrimiento del otro.
Cierro las puertas con siete llaves para esos consejos.
Nada te devolverá a la vida.
Escatimen morbosidad.
Lo sé.
¿Equivocadamente, piensan no sé ,i hijo esta muerto?
Nada lo devolverá a la vida para que pueda darle un beso.
¿Se regodean ante esa ausencia fatal?
Mi hijo es sabio.
Sabe que su partida produjo estragos.
Pese a ello en estos cuatro años y medio e dolor, siempre lo he tenido en la otra mitad de mi alma.
¡Está vivo en mi conciencia!
Lo demás, pasará.
Hijito quiero sepas de mi amor incondicional, por ello no dudo en pedirte, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=JTgVLqIQqMw