MIRAR HACIA EL ALMA

Buenos días luz de mi vida. E saludo en una mañana radiante como vos. Te extraño. No es un reclamo. Sos de los pocos seres que sabe cuanto me duele la indiferencia no buscada. Doy todo lo que tengo pero a veces a los caracteres irreflexivos no les alcanza y debo encerrarme en el silencio. No es la vida que merece nadie tan vulnerable como yo desde tu ausencia. Esto no ocurriría si estuvieses aquí. Aprovecharía esa instancia para darte el beso postergado y quedarme un ratito abrazada a vos. Cuando pasan esos eventos intento mirar hacia el alma. La tuya o la mía. Es lo mismo dado que son muy parecidas por no decir idénticas. Invierto el tiempo en pensar. En nosotros, en los demás. En las letras que unidas formarán estos contactos maravillosos que nos acercan aún más. Mis ojos no son azules, mutan a ese color cuando quiero que se parezcan a un espejo de agua para que puedas navegar por esa superficie que tanto ha capturado ti interés desde que eras un niñito. Aprendiste a caminar y nadar en simultáneo. ¿Hacia dónde vas remando tu canoa? ¿Podrías navegar hacia mi alma? ¿Sabés que deseo verte en suelo terreno por última vez. No te asustes. Nuestros próximos encuentros serán en la eternidad. ¿Sabías la deshumanización de los seres que apreciás producen hartazgo y deseos de huir? No soy quejosa hijito. Eso lo sabés. Me duele la falta de respuestas cuando preguntás algo. Ni por asomo se parece al dolor intenso de tu ausencia. Conformábamos un dúo perfecto. Casa uno sabía las necesidades del otro sin preguntar. ¿Por qué hay que pedir disculpas por las palabras que se han de pronunciar si las mismas no descalifican? ¿Por qué esa costumbre de no responder? Nada sucedería si estuvieras acá. Solucionabas todo con magia, Nos teníamos el uno al oro sin tener que molestar a terceros. La vida se dio vuelta hace más de cinco años. Un episodio trágico que al dolor sumó soledad. Hijo alguna vez te pedí volaras alto hasta que me encontraras en los colores del arcoirirs. Hoy con el corazón lastimado te pido navegues hacia un puerto donde podamos anclar los dos. Llegaré. ¿Has visto mis deseos no dependen solo de mí. Siempre está Cronos para trocar aquello que ansío con los jirones que de mi alma quedan. Mi amor los fines de semana asó como los feriados me angustian. Me recuerdan te tenía más tiempo conmigo. Extiendo mis brazos para abrazarte y al intentar unirlos me doy cuenta abrazaré la nada misma. ¿Para qué seguir en la tierra flagelándome? ¿Olvidarte? Extraño pedido de quienes han perdido la razón. Es muy fácil aconsejar desde la tribuna cuando no has pasado una experiencia fatal. No he perdido una mascota. Engendré un hijo para llevarlo en mis entrañas hasta que madurara y pudiera nacer y vivir. No para verlo morir antes que yo. ¿Pueden darse cuenta de la dimensión del horror? ¿Pueden comprender el horror? Sé que hay muchas mamás en idéntica condición. Ellas pueden entenderme. El resto aún cuando lo intente no podrá. Ha muerto carne de tu carne y vos querés morir y no te dejan salvo que te suicides o acudas a otra especie de atajos. Respeto la memoria de mi hijo. Nunca lo haré. Perdería su amor. Es mi único bagaje valioso. Quiero encontrarme con el para decirle cuanto lo quiero. Abrazarlo, darle ese beso por el que clamo a diario. Mirarnos. Proyectar un futuro para dos muertos: Un hijo y su mamá que murió desesperada de amor. Hijo sé cuanto te lastimaban mis lágrimas. ¿Cómo se hace para contenerlas? No puedo más. Si la sobre exigencia sirviera para adelantar la partida, apurar aquello que fuera necesario. No quiero vivir más. ¿Cómo hacer para que me entiendan? ¿Cuál es el mitivo de tamaña tortura? Los escucho. La cobardía no los deja hablar. Te amo tesoro de mi ala, por ello te pido nunca olvides cuanto te quiere tu mamá. https://www.youtube.com/watch?v=wlAM4FOwUS4