CORRESPONDENCIA DEMORADA

Buenos días mi chiquito, quiero sepas cuánto te amo y la necesidad imperiosa de darte un beso. La espera se alarga demasiado. ¿Quisieras saber que hice en todo este tiempo, escribir cartas manuscritas, Costumbre que se ha perdido. Lamentablemente ahora todo se hace a través de la computadora. Entre mis utopías que no son pocas, anhelo no olvides mi letra. No es la misma de hace cinco años. El dolor de tu ausencia ha cambiado. La forma de los caracteres de quien no ejerció la docencia para seguir en la universidad, son diferentes a los que conocieron los niños con los que hice prácticas en la escuela secundaria., No es ilegible solo no se parecen. Duele el dolor de la ausencia. Pesa la vida sin la compañía del hijo amado. A diario escribo correspondencia sin destino. No sé cuál es tu lugar de residencia para poder enviarlas. Pronto llegaré a las mi novecientas cartas, solo me faltan llegar al día veintiocho del último mes del año. Trazando un paralelismo bien podría ser el final de mi vida. Naturalmente quiero llegar al punto exacto dónde podría producirse nuestro reencuentro en caso de existir eso que por ahora considero un mito. Desearía otro tipo de pensamientos, no he llegado a lograrlo. Es angustiante la realidad de una madre sobreviviendo a su hijo. ¿Cómo hacer para cambiar estos conceptos? ¿Por qué todo es tan difícil? Ignoro a quien podría solicitar ayuda. No conozco seres parecidos a vos. Se los integrantes de nuestra especie somos únicos e irrepetibles. ¿Qué hacer cuando la desesperación te mantiene atrapada? Sola no puedo. ¿A quién creer cuando estimo todo es más parecido a un mito que a la realidad cotidiana? No puedo sola. El estado de angustia es una constante. ¿Por qué tanta dificultades me trajo el destino. En ocasiones creo no estoy sola en el momento de establecer estos contactos. No hablo de tu presencia que vive en mi alma. Allí no has muerto, estás vivo. Tengo tato para decirte, lo dejaré para cuando nos veamos personalmente. Seré yo quien te entregue la correspondencia que no llegó a destino,. Una carta por cada día que pasa. Cuatro días antes que finalice el último mes del año se cumplirá otro mes de ausencia. Sería memorable que justo en esa fecha pudiera partir a tu lado. No se trata de un capricho sino de una necesidad imperiosa de estar juntos leyendo cada letra manuscrita. Te amo. Debo concluir este escrito, una consulta médica me espera. Me pregunto hasta cuando seré un conejito de india al que le realizan pruebas innecesarias. Todos conocen mi voluntad. No les agrada. Lo siento, mi cuerpo tiene una sola dueña. Chiquito querido, no olvides cuanto te quiere mamá. https://www.youtube.com/watch?v=DzadkTjksH8