EL LIBRO DE LOS RECUERDOS

Te saludo en un día que promete temperaturas demasiado elevadas. Excesivas para esta altura del año. Sobre la mesa descansa un libro en el que están nuestros recuerdos. La señora que vos conocés, trajo un frasco con flores lilas. En la mano un ramito de las mismas para que usara como señalador. No saqué las flores del recipiente para colocarlas en un florero tal como llegaron quedaron cerca del libro. La imagen derramaba ternura. Tanta como el contenido de todo aquello que hemos compartido y también extraño igual que todo aquello relacionado con vos. En ese texto están anotados los recuerdos compartudos. El final se produjo abruptamente como tu muerte. Desde entonces allí no escribo nada. Constan tus travesuras. No se trata de un diario sino de ideas que plasmaba en cada hoja de acuerdo al evento que sucedía en nuestras vidas. Incluso pasajes de nuestros viajes. Paisajes a los que no volveré pues me provocaría daño. Sucedió algo curioso. Mientras fui a tomar un medicamento tenia esta conexión casi concluida. Cuando abro la página para continuar, la tercera parte de los caracteres no estaba. No importa. Siempre que se trate de escribir estos contactos los reiniciaré cuantas veces sea necesario. El viernes cumple años alguien que conocemos pensaba reiniciar los contactos me parece que no es tiempo aún. Con suerte cobraré otra parte de la sentencia judicial antes que termine el año. El organismo que debe pagar lo hace en cómodas cuotas. Ignoro por qué la justicia lo permite. Te estaba contando que de no surgir algún inconveniente, el martes veré a la bebé de tu hermano del alma. Está enorme para su edad. La última foto que recibí está en una casa quinta, sentada en una silla playera. Todo llama su atención. El verde del entorno no puede competir con la belleza de su cara de ángel. Intuyo que desde donde estás cuenta con tu protección. Le gusta le canten, no recordaba ninguna canción infantil por lo tanto le canté una marcha partidaria a la que se unió el padre, como premio recibí un abrazo. Tengo dificultad con el teléfono. Las cuadrillas con los técnicos no vienen como antes. Desde que el estado interviene en las comunicaciones, está todo un poco desordenado. No es posible estar dando misa y hacerse cargo del campanario. Se nota en ese ámbito algo que antes no había notado. Mi teléfono parece un sonajero. Conversando con tu otro hermano del alma creí se había cortado la comunicación. No fue así. De mi lado silencio. Al efectuar la rellamada dijo escucho cuando hablaba del corte de llamada. Alguna vez lo repararán, de lo contrario comenzaré a escribir a todos mis contactos que afortunadamente no son pocos. ¿Sabías de mi anhelo de darte un beso? ¿Cuándo aparecerás en mis sueños? Hoy retomaré la lectura del libro de los recuerdos. Tengo muchos para recrear. Me gustaría estuvieras aquí para poder compartir. No creo mi pedido sea exagerado o incumplible. Hoy encendí el aire para escribir sin calor. Los médicos recomendaron no abuse del mismo. Intentaré hacer caso. Te amo. Daría lo que tengo por emprender el ascenso. No me dejan. Te extraño más que siempre, por ello siempre te pido no olvides cuanto te quiere mamá. https://www.youtube.com/watch?v=8iXEkJL5rMQ