Buenos días mi precioso.
En la caja donde guardo fotos ya que son extrañas para colocarlas en un álbum, encontré esta, elegida con el objetivo que antecedan, este contacto maravilloso que establezco, con vos.
Las tomamos en un momento especial donde conocimos el efecto devastador de la soledad.
Conocimos la entrada del desierto de Atacama.
Los guías turísticos solo avanzan un kilómetro, después de dejar el barrio de pocas casitas que venden artesanías.
Una vez por mes se dirigen a la ciudad para buscar nuevas.
Casas de techos bajos, cuyos habitantes no tienen el mínimo confort, por ejemplo poseer luz eléctrica para conservar los alimentos en un refrigerador.
Están acostumbrados a subsistir con un atraso en el tiempo de varias décadas.
No todos viajan a las ciudades cercanas, algunos fabrican aquellas, para matar el tiempo.
Son demasiadas las horas de luz para no tener nada que hacer.
Otros suelan con un jardín u en medio de la arena desean cultivar sus propios alimentos.
Si escasos los espacios de tierra y los que viven al principio de esa barriada, no comprenden por qué cuidando sus siembras, mueren antes de hacer realidad cualquier sueño..
Don Eliseo es el diácono que bautiza, a los más pequeños, realiza los casamientos y despide a los muertos.
Resulta conmovedor que esos terrenales hayan sido olvidados por el resto de la sociedad.
Son ciudadanos que existen, exceptuando a quienes gobiernan y se autocalifican como países ejemplares.
Es horrible vivir donde todo sobra habiendo conocido el pre desierto.
Don Eliseo no tiene a su familia.
En un accidente en la cordillera sinuosa, un choque fatal solo dejó sobreviviera él.
Después de una larga estadía en el hospital, obtuvo el alta.
Quería huir de la casa familiar. Pasado un tiempo construyó su vivienda en la entrada del desierto.
Amante de la floricultura en el espacio de tierra negra plantó rosales.
Los vecinos le decían, no crecerían pues la tierra tenía arena.
No hizo caso.
Optaron por no decirle nada más,
No querían contradecir a un hombre que había perdido todo.
Los rosales crecieron.
Alegre les comentaba, al vecindario que dejaran de dar predicciones funestas.
Todos callaron.
Llegó el momento de la floración de las rosas,
En apariencia los pimpollos parecían normales.
Convocó a todos para señalarles su error.
Según Eliseo, recibía bendiciones del cielo de su esposa y sus hijos.
En pocos días los pimpollos abrirían mostrando el esplendor de las rosas.
Nada de ello ocurrió.
Las flores eran el esqueleto de las rosas.
Carecían de pétalos.
En lugar de ser rosados, aquellos eran color sepia.
El llanto se escuchaba en todas las viviendas.
Prefirieron desahogara su pena en soledad.
Más tarde lo acompañarían.
Eliseo se restregó las lágrimas y como un ser sin raciocinio, ingresó a su casa.
En minutos se pudo escuchar la sonoridad de un disparo.
El proyectil había ingresado directamente al corazón.
A nadie le importan los muertos de Atacama.
La funeraria alcanzó un ataúd que fue transportado a la casa sobre los hombros de sus vecinos.
La ambulancia no pudo ingresar debido a la cantidad de arena del sitio.
La noche anterior una tormenta de arena trajo más granos dorados a la entrada del barrio.
Entre todos prepararon el ataúd, Hilda cortó las flores del extraño rosal y junto a las fotos de los familiares de Eliseo, los colocó sobre el pecho del hombre.
El féretro fue traslado sobre los hombros de sus consternados vecinos hasta la funeraria.
Luego serían llevados al cementerio de su pueblo de origen para ser sepultados cerca de sus familiares.
Es injusta la vida que deja solo a un hombre con su familia muerta en un accidente de tránsito.
Más violenta es la pasividad de los gobernantes.
Historia conmovedora.
Todas las muertes traen conmoción.
Prefiero creer algún día tocarás la puerta de mi refugio para decirme “Vine a buscarte mamá”
No quiero seguir en suelo terreno.
Mi utopía principal es encontrarte y darte un beso.
¿Ocurrirá?
Algunas veces creo se dará, la mayoríia de aquellas es un no rotundo que taladra mi corazón.
¿Te has dado cuenta que cada día que pasa te amo más?
¿Falta mucho para el inicio de mi último viaje?
No tengo miedo de ir sola.
Sería de mi agrado hacerlo con vos.
No quiero excederme en los pedidos.
Cansan tantas negativas.
¿Podrías esperarme en la entrada?
Te amo, preciso estés en mis estados oníricos.
¿Cuál es el motivo de tu ausencia en esas instancias?
No olvides cuanto te quiere mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=gIbVx7uUgSE
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