Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana desapacible, nublada con excesiva
humedad, no apta para los automovilistas dado que la neblina regresó con toda
su intensidad.
He cambiado el
recorrido de mis caminatas ayer estuve por la zona donde cursaste el jardín de
infantes, han permitido la edificación de torres que no superen los ocho pisos.
Conviviendo con viviendas de dos plantas, algunas de bastante antigüedad.
En una de ellas, llamó mi atención el balcón de la segunda
planta.
Entre las rejas de bronce, tan brillantes como el sol, había
colocadas diversidad de plantas con flores las que otorgaban una belleza
especial.
Esa vista me llevó a concluir que los moradores aman la
naturaleza tanto como vos.
Las cortinas que cubrían el ventanal, eran de color blanco
terminadas en una puntilla, sostenidas por un lazo formando un arco natural,
permitiendo observar, el interior.
Sabría después allí funciona en la planta baja un espacio
dedicado a un gimnasio, al que se anexó,
otro espacio para quienes eligen realizar yoga, para lograr equilibrio en la
salud emocional.
Cuenta con profesores especializados quienes cumplen sus funciones con probidad.
No posee cartelería
que indique, la funcionalidad del lugar, dado que solo reciben a los
asociados de una conocida clínica, cuyos osteópatas recomiendan a los pacientes, deben continuar
tratamiento en ese lugar.
Los horarios de clase llevan a pensar el primer piso está
deshabitado, algo extraño por la pulcritud del balcón.
Los ejercicios orientales son los de mayor concurrencia.
Desde la meditación es más fácil solucionar los problemas de carácter
psicosomáticos.
Actividad oriental de larga data.
Quizás en algún momento pida a mi médico clínico ser
derivada a ese espacio tan especial, aún, cuando mi pensamiento esté hermanado al tuyo.
Curiosamente los pacientes son de la clínica donde asomaste
a la vida.
Recuerdo esa mañana, como si fuera un suceso reciente, del
que nunca podré olvidarme.
Pocas veces se conoce el lugar donde nacen seres luminosos
como el sol.
No es casualidad ese balcón haya llamado tanto mi atención.
Se trata de una extensión del sanatorio donde pasé, el más
feliz de los momentos de mi vida.
Siempre pasan ante mí sucesos relacionados con vos.
Atisbos de paz dan pinceladas a mi alma acongojada desde tu
partida, demasiado temprana.
Para el día de hoy seleccioné frases relacionadas con los
balcones, las dejo aquí para compartir con vos.
“Yo sueño con tu amor... Una infinita dulzura sube del
florido huerto... ¿Por qué el ensueño de una margarita, hoja tras hoja mi
saudade arranca, si en la penumbra del balcón abierto falta esta tarde tu
silueta blanca?”
― Francisco Villaespesa
“Mientras haya una máquina de escribir, un papel, un
micrófono, una plaza pública, un balcón o espacio para hablar aunque sea en la
celda de una cárcel, seguiremos denunciando a los inmorales, especialmente
cuando trafican con la necesidad social de los más pobres. Esa es la razón
principal de nuestra existencia, como hombres, como periodistas y como
ciudadanos.
― Pedro Joaquín Chamorro Cardenal
“Detrás de ese balcón duerme mi amada soñando sus quimeras
con rubor, mientras que mi alma enamorada llora por la ausencia de su amor.”
― Guillermo González Camarena
“Porque aquí y en
todas partes hay... Pibes en el balcón, también hay pibes en un cajón, y hay
mucha rabia suelta y angustia nena y hay mucha, mucha desesperación”
― Czeslaw Milosz
“La cabaña donde te despojabas de tu traje antes del baño se
cambió para siempre en un cristal abstracto. Y en él está la oscura miel de la
tarde, junto al balcón, y las pequeñas lechuzas, graciosas, y el olor de los
arneses.”― Czeslaw Milosz”
¿Dime hijo, existen balcones en el lugar del universo donde
se halla tu hábitat?
Si estuviera más ceca no me vería en la necesidad, de clamar
para darte un beso.
No dejes se marchiten, antes que puedan depositarse en tus
mejillas.
¿Cuándo llegará mi momento de emprender el ascenso?
¿Conocías mi apuro por llegar para abrazarte y acariciarte
como antes?
¿Cuándo aparecerás en mis sueños?
Necesito verte para reanudar nuestras charlas.
Evocar el tiempo compartido.
Convocar las anécdotas vividas en comunión de ideas y
pensamientos.
Es preciso de ser posible recuperar el tiempo perdido.
No estoy pidiendo imposibles, solo reclamo mis derechos de
mamá.
Te amo y te extraño de idéntica forma.
Tengo la certeza mi lugar no es éste.
Suelo hostil, sin tu presencia.
Ignoro el motivo que
me mantiene cautiva donde no deseo estar.
Tengo planes para ejecutar juntos.
En mi mente los encontrarás.
Dotaría a tu hábitat de balcones repletos de flores.
No recuerdo haberte preguntado si los ángeles ejecutan
música para contentar, a las flores del
Edén.
Tesoro como es habitual en estas conexiones maravillosas, las que intuyo nos acercan más, he de pedirte
por favor, nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=EBJe_mZTHOE
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