Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana diáfana y fría, el invierno se
instaló con virulencia.
Pienso en las personas que duermen en la intemperie,
abrigados con una manta.
En un país rico estos episodios no deberían suceder.
La otra cara de la realidad que muchos no quieren ver, aún cuando en sus lujosos automóviles pasen, muy cerca de ellos.
Sería placentero regresar en el tiempo, recrear el ayer, no
a la época que estábamos juntos, sino
mucho antes, cuando para comunicarnos enviábamos cartas de papel, escritas con
pluma, las que se cargaban en un tintero para volcar prolija caligrafía en el papel.
El arte de la pluma dejaba obras de gran calidad, dependiendo de
quién empuñara la misma.
Ahora las comunicaciones, son más frías, se usan las redes
para conversar con interlocutores anónimos y se forman, discusiones que no
tienen razón de ser.
He conocido historias donde algunas féminas perfumaban el
sobre, si el contenido de las misivas estaba dirigido a su amor.
Esa y otras costumbres se han perdido.
Ahora están de moda los chat a través de los móviles o las
computadoras.
La comunicación es más rápida, las palabras se abrevian,
martirizando la forma de escribir.
El resultado se ve cuando los jóvenes y niños, pasados los
primeros años de escolaridad, no comprenden aquello que han escrito y tampoco
saben expresarlo con claridad.
Para una fecha patria acompañé a tu prima a la escuela donde
trabaja.
Un joven cursando los últimos años de educación escuela secundaria tuvo que leer.
Vergonzante, en lugar de un escrito parecía un monologo, sin
signos de puntuación.
Cuando finalizó su tarea, el director de la institución,
tomó la hoja para leerla como corresponde.
El texto seleccionado era
hermoso.
Las responsabilidades son compartidas, entre los alumnos,
los padres permisivos que dejan sus
descendentes, tengan como extensión de sus dedos los celulares.
El vocabulario de la mayoría de los estudiantes es acotado.
Nadie los incentiva a leer.
Hace poco un niño de una provincia feudal, llamó, a una
radio para pedir ayuda, deseaba aprender a leer porque su intención era conocer aquello que copiaba
prolijamente del pizarrón aquello que sus maestros escribían sin comprender el
contenido.
Cientos de oyentes se ofrecieron para ayudar al joven.
Hoy ese muchachito del que prefiero preservar su nombre, se
ha mudado a una provincia diferente con su familia, ayudado por seres
solidarios, quienes no solo consiguieron una vivienda para la familia sino que
el chico ahora sabe leer.
Algunos gobernadores, por decreto han dictado resoluciones
ridículas.
No está permitido aplazar a los educandos pues según su
criterio errático los estigmatiza y todos pasan de grado o año, con escasos
conocimientos.
El peor estigma es la falta de educación, a ciertos
políticos que se perpetúan en el poder, les conviene tener analfabetos para
poder manipularlos cuando sean mayores de edad y emitan su voto para elegir
autoridades.
Lamentablemente no es un cuento sino la realidad de muchas
provincias de nuestro país.
Para hoy dejo letras de autor referidas a las palabras que
todos tienen derecho de aprender, deseo compartirlas con vos.
“La pluma es lengua del alma; cuales fueren los conceptos
que en ella se engendraron, tales serán sus escritos. — Miguel de Cervantes
Si me muero, que sepan que he vivido luchando por la vida y
por la paz. Apenas he podido con la pluma, apláudanme el cantar. — Blas de Otero
Algunos cansados de hablarle a los sordos y esperar la
respuesta de los mudos, yo en cambio, acá estoy escribiendo sin queja alguna.
Existen analfabetas funcionales, entonces, también deben existir los ciegos
funcionales. Y eso no significa que debo colgar mi pluma, ni mi tintero, ni mis
pergaminos.“ — Hermes Antonio Varillas
Labrador
Cuando la historia no se puede escribir con la pluma,
entonces debe escribirse con el fusil.“ —
Farabundo Martí
Y quiero volver con la pluma en la mano como el buen piloto
lleva la sonda por el mar, descubriendo los bajos cuando siente que los hay,
así haré yo en caminar a la verdad de lo que pasó.“ — Bernal Díaz del Castillo”
Por suerte la vida me premió con un hijo estudioso y
brillante en todos sus emprendimientos.
Perversa la muerte lo arrebató de mi lado, sumiéndome en el
peor dolor.
Te amo hijo querido, necesito como las flores el agua poder
darte un beso.
Te extraño cada día un poco más.
Evoco las caricias y abrazos, hoy ocultas por el tiempo,
carente de sentimientos.
Necesito estar a tu lado, alejándome de tierra hostil.
Nadie pudo enseñarme a vivir sin vos.
Con tu ayuda podría comenzar el ascenso.
He cumplido con todas las misiones pendientes de resolución.
Quiero verte.
No alcanza con pensarte cada segundo de mi existencia.
No es lo mismo llevarte en mi piel, que estar juntos por
toda la eternidad.
Hijo te pido ayuda para llegar rápidamente, no quiero seguir
aquí.
Tesoro, como es costumbre en estos contactos únicos para los
dos, he de reiterar mi pedido, por favor, te ruego, nunca olvides cuanto te
quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=Xg2KzMP3mEI
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