Buenos días hijo querido.
Te saludo en otra mañana nublada donde el Astro Rey juega a
las escondidas, negándose a iluminar con sus
destellos dorados el cielo plomizo sin perspectivas de lluvia.
La imagen que antecede a esta conexión la recibí de manos de
tu hermano de la vida.
Pertenece a un tren turístico ubicado en Tokio.
Los rieles solitarios, están embellecidos por la presencia
de mis árboles favoritos, son cerezos en flor abrazándose en lo más alto,
formando un florido arco, como si
hubiera salido de un cuento.
Las frágiles flores caen al paso del tren, transportando a
turistas de todo el planeta.
Todo el recorrido es así, se parece a nuestro hermoso tren
del sur, que recorre los diez kilómetros rodeado de alerces, a esta altura del
año, vestidos de nieve.
Son circuitos
similares en cuando a la distancia.
El tren turístico de Tokio, también pasa por puentes,
cruzando los lagos de la zona, en su tramo es posible visualizar las clásicas
pagodas, entre edificios modernos de altura considerable.
Maravillas de la naturaleza para admirar.
Ambos están ubicados en islas, ello conforma un paisaje
fascinante, nacido para soñar y deleitar a quienes hacen uso de ese tipo de
ferrocarriles de corta distancia y escasa velocidad para desde los ventanales
de los vagones, poder sacar fotos o filmar lugares encantadores.
Hubiera sido más que agradable recorrerlos con vos,
oportunidad para darte uno de los tantos besos guardados para vos.
No importan las distancias cuando nos guía el profundo amor
que nos profesamos como hijo paseando con su mamá.
Pronto finalizaré el trámite iniciado a fines de mayo, en compañía de tu prima, de esa
manera todo estará en su lugar, como debe ser.
Por la tarde concurriré a mi médica para llevarle, estudios
que salieron de manera satisfactoria.
Como bien imaginas, abrí el sobre de uno de ellos, como es autoadhesivo pude cerrarlo
sin inconvenientes.
Sé, no debo hacerlo, la ansiedad pudo más.
Te comento todo pues siento a diario tu presencia constante,
es mi deseo compartir todo con el amigo
más fiel, el hijo que muchas madres desearían tener.
No se trata de dislates, es cierto, no puedo visualizarte,
más nadie podrá quitarte de mi alma.
Es la realidad que me toco atravesar.
Para hoy seleccioné letras relacionadas con el inicio de
estos enlaces que hacen tan bien, capaces de acariciar el corazón herido por la
ausencia que más añoro.
“Trilce: LXVIII
de César Vallejo
Estamos a catorce de Julio.
Son las cinco de la tarde. Llueve en toda
una, tercera esquina
de papel secante.
Y llueve más de abajo ay para arriba.
Dos lagunas las manos avanzan
de diez en fondo,
desde, un martes
cenagoso que ha seis días
está en los lagrimales helado.
Se ha degollado una semana
con las más agudas caídas; has hecho
todo lo que puede hacer miserable genial
en gran taberna sin rieles.
Ahora estamos
bien, con esta lluvia
que nos lava
y nos alegra y nos hace gracia suave.
Hemos a peso bruto caminado, y, de un solo
desafío,
blanqueó, nuestra
pureza de animales.
Y preguntamos por el eterno amor,
por el encuentro absoluto,
por cuanto pasa de aquí para allá.
Y respondimos desde dónde los míos no son los tuyos
desde qué hora el bordón, al ser portado,
sustenta y no es sustentado.
Y era negro, colgado en un rincón,
sin proferir ni jota, mi paletó.”
Anhelo estar a tu lado para ver cómo estás en tu hábitat.
Intuyo un paisaje con
flores y pájaros del Edén, trinando melodías para vos.
Imperiosamente preciso aparezcas en mis sueños, avanzan los
deseos de conversar utilizando solo las miradas, como el ayer, cada mañana más
lejano.
Te aseguro es muy difícil continuar sin vos.
Deseo verte corporizado, para decirte la intensidad de mi
amor incondicional.
No quiero provocar tu enojo al pedir
¿Podrías ayudarme para estar, juntos como antes?
He pedido este tipo
de auxilio a Cronos, jamás he
recibido una respuesta, solo una sonrisa y silencio atronador.
Conoce como pocos mis ansias.
Solo coloca escollos en mi camino, sabiendo no quiero estar
en suelo terrenal.
¿A qué se debe ese comportamiento indefinido?
¿Cuáles son las pruebas necesarias para obtener mi libertad?
Tal vez no escuche mis ruegos o simplemente, les resta
importancia.
Imagino reaccionará igual con otras madres, en condiciones
similares a las mías.
No comprendo tanta desidia y desdén.
Te amo de la misma forma que te extraño.
Para las tragedias no existe sanación.
Querido mío, como es habitual en estos enlaces, he de
reiterar mi solicitud, pidiéndote por
favor, nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=laiqbrG5y6I
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