Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana nublada, el Astro Rey, no se dejará
ver, durante toda la jornada.
Ello no impedirá mi caminata diaria.
Aún está oscuro pues en esta época el amanecer es tardío.
El ejercicio es
benéfico para la salud.
Apenas había recorrido unas pocas cuadras cuando el cielo
comenzó a llorar de manera pertinaz.
De regreso pude observar un ventanal con cortinas antiguas.
Sobre el dintel de la ventana, estaba colocada una lámpara
iluminando la lluvia.
Conozco a su morador.
Un hombre, profesor de filosofía en la escuela secundaria
donde cursaste tus primeros pasos en la educación.
En esa institución voté en las elecciones del dos mil diez y
nueve.
Regresar después de tantos años produjo sentimientos
encontrados.
El colegio ahora tiene nivel secundario.
De la edificación anterior solo queda el patio con el ombú,
en el medio de aquel circundado por un cantero revestido de cerámicas de tonos
tenues.
Allí se sentaban los maestros con el propósito de controlar,
no se lastimaran los más pequeños en sus juegos a veces bruscos.
Niños disfrutando de la libertad fuera del aula.
Si lo vieras no llegarías a reconocerlo.
Antes era de una sola planta donde funcionaba el jardín de
infantes y la educación primaria.
Hoy es una mole de cemento, de varios pisos.
Necesarios para instalar los salones donde se imparte
educación secundaria.
Durante la cuarentena más larga que se conoce, el colegio
permaneció cerrado.
Este año reabrió sus puertas, albergando a centenares de
alumnos, en las diferentes divisiones.
El vecino dicta clases
de filosofía, allí.
Una materia que algunos terrenales consideran innecesaria.
Desde mi óptica particular desde jóvenes se hace necesario comprender o aprender el
conocimiento desde otro lugar, instalando en la mente nuevos conceptos, útiles
para enfrentar la vida.
Un mundo diferente que no solo inculca valores sino también
enseña la palabra de los pensadores de antaño.
Hace mucho, tenía un espacio en un diario local, cuyo
director era amigo de tu abuelo materno.
Mis colaboraciones eran consideradas por los lectores.
El espacio se llamaba “Filosofando”. Materia, que siempre despertó, mi atención.
Los contenidos del periódico eran políticos, solo mi espacio
era diferente a los otros.
Todos los meses aparecían mis notas, hasta que en el mes de
diciembre el espacio fue ocupado por el balance anual del municipio.
Como no recibí llamada del director, avisándome del cambio,
dejé de escribir.
Los primeros días de enero tu abuelo materno, me recordó
tenía que entregar el material.
En ese instante le comuniqué que no escribiría más, por la
desatención del director al que no le costaba nada tomar el teléfono para
avisar del cambio.
Ni las palabras de tu abuelo materno ni las del propio
director del diario lograron cambiara de opinión.
Tardó bastante en comprender que para mí el gris no existe,
En los actos de la vida es blanco o negro sin matices.
Concepto aprendido en una de las materias de la universidad.
Hoy más que nunca entiendo al filósofo, cuya materia, carece
de importancia comparada con las otras.
El conocimiento ayuda a enfrentar la realidad.
Saber que pensaban los maestros de antaño, nunca está de
más.
Debe ser por ello la
mirada triste del profesor.
Filosofía no es una materia de relleno, ayuda a convalidar y
comparar el pensamiento actual, con el de los pensadores de la antigüedad.
La vida es un eterno aprendizaje.
De ello puedo dar fe.
No existen verdades absolutas, es necesario respetar el
pensamiento de todos los humanos y terrenales sin cuestionar al que piensa
diferente.
Lamentablemente en algunos casos no se da.
¿Cuándo aprenderemos a dialogar en paz?
Presumo se dará en el momento que dejemos de ser yoístas, o integrar patotas subestimando el intelecto
de los otros.
El conocimiento suma, resta en el momento que nos creemos
ser el ombligo del planeta.
He tenido la fortuna de tener un hijo que poseía, maneras de
conducirse en la existencia de formas, parecidas a las mías.
¡Amigo fiel, demostraste ser un grande, cuarenta y ocho
horas antes del desenlace fatal!
Diferente a los otros humanos de tu edad.
Fantástico ser de luz, jamás nadie podrá igualar tu forma de
ser.
Siempre prestando ayuda a quien lo necesitara.
Te amo tesoro de mi alma.
Preciso aparezcas en mis sueños para poder darte un beso.
¡No permitas se marchiten!
Te extraño demasiado por ello siempre te pido ayuda para
comenzar el ascenso y así encontrarnos para siempre en tu hábitat.
No es tarea fácil, vivir sin vos.
Deseo abrazarte y acariciarte como antes.
No abandonaré mi búsqueda hasta encontrarte.
Como es costumbre en estas conexiones mágicas, he de pedirte
por favor, nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=yWr3APOMprs
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