Hola hijo querido.
Te saludo en una mañana especial, en la que se cumplen
ochenta y dos meses de tu ausencia tan inesperada como injusta.
¿Qué decirte en esta jornada más triste que las otras?
Sabés de mi amor inquebrantable, hacia el ser que más amo en la vida.
No es una novedad expresar cada minuto de mi realidad es más
doloroso.
Continuar sin tu presencia es un desafío.
Las madres traemos vida a la vida, para que el ser luminoso
no se apague antes de nuestra propia partida.
No comprendo cómo he sobrevivido tanto tiempo sin tenerte.
Quiso el destino para mí una existencia jamás imaginada.
Ignoro por qué continúo en este espacio que aborrezco, donde
mi única compañía es la sombra de la
soledad que golpea cada vez más fuerte.
¿Hasta cuándo?
Cronos sigue su marcha monótona sin brindar respuesta a las
inquietudes que planteo.
¿Acaso no tiene argumentos para sostener decisiones luctuosas que toma sin previa
consulta.
¿De esto se trata la vida?
¿Por qué nadie explica la consecuencia final es la muerte
impía?
Prefiero evocar los momentos compartidos.
Fueron muchos, todos pletóricos de alegría.
Cielos azules, sol brillante iluminando con sus dorados
destellos cada paso de los distintos recorridos.
Sobraban besos que hoy debo guardar de manera inexplicable.
¿Por qué no llegan a destino?
Ninguna mujer que haya tenido la bendición de ser madre,
imagina algún día deberá apelar a los recuerdos porque la silla que ocupaba su
descendiente está vacía.
¿Cómo expresar la necesidad de abrazarte y acariciarte,
intentando detener el llanto?
Imposible cambiar el escenario.
No estás, para recorrer tantísimos paisajes donde siempre
nuestras manos estaban enlazadas.
El asombro era parte de nuestros caminos, hoy convertidos en
paralelas.
¿Podrán unirse en el reencuentro?
¿Existirá esa
posibilidad?
¿Seguirá siendo remota utopía?
En todo este tiempo has sido el pilar que me sostiene para
seguir en el sendero no elegido por mí, sino por los arbitrios del destino.
El libro de tu vida ha sido demasiado corto.
Pese a ello puedo rescatar la riqueza del mismo.
He conocido pocos seres con tu luminosidad, siempre ayudando
a quien lo necesitara sin preguntar quién era el destinatario de tus acciones
tan elogiables y poco imitadas por otros terrenales.
Solo pienso en mi ascenso.
Me hubiera gustado fuera asido de tu mano como antes de la
tragedia.
Sueño cada noche con tu aparición en mis estados oníricos.
No cesaré de clamar
por esa instancia.
¿Nadie ha notado estoy sedienta de ver a mi hijo?
No soy la única, es cierto.
Hay muchas madres pasando instancias similares a las mías.
No pensaba dejar ninguna poesía o frases de autores
conocidos hasta que llegó a mis manos, extrañando la tibieza de las tuyas, las
de un autor reconocido que refiere a ellas y quise compartirlas con vos, aquí
las dejo.
“Tus manos
Autor: Pablo Neruda
Tus manos
cuando tus manos salen,
amor, hacia las mías,
qué me traen volando?
porqué se detuvieron
en mi boca, de pronto,
porqué las reconozco
como si entonces, antes,
las hubiera tocado,
como si antes de ser
hubieran, recorrido
mi frente, mi cintura?
su suavidad venía
volando sobre el tiempo,
sobre el mar, sobre el humo,
sobre la primavera,
y cuando tú pusiste
tus manos en mi pecho,
reconocí, esas alas
de paloma dorada,
reconocí, esa greda
y ese color de trigo.
Los años de mi vida
yo caminé, buscándolas.
Subí las escaleras,
crucé, los arrecifes,
me llevaron los trenes,
las aguas me trajeron,
y en la piel de las uvas
me pareció, tocarte.
La madera de pronto
trajo tu contacto,
la almendra me anunciaba
tu suavidad secreta,
hasta que se cerraron
tus manos en mi pecho
y allí como dos alas
terminaron, su viaje.”
Te amo hijo querido, más allá de la luna y las estrellas.
Necesito estar a tu lado sin mayores dilaciones, carentes de
sentido.
El amor de una madre hacia su hijo es infinito.
Nadie debería interrumpirlo.
El nuestro sobrepasa las fronteras más mezquinas.
Prometo no cesar mi búsqueda.
La persistencia dará sus
frutos.
Hallaré tu hábitat, sin importar, cuál es la distancia física que nos separa.
Recrearemos en el universo cada vivencia compartida.
Mientras espero ansiosa el famoso momento, como siempre he d
formular mi solicitud, repetida a lo largo de estos años, en cada uno de estos
contactos maravillosos, que de alguna manera nos acercan un poco más.
Por favor hijo querido, el amigo fiel que jamás haya tenido.
Único e irrepetible repito mi solicitud de cada día, hijo
amado, nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=g_IbUKRfpmU
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