Buenos días hijo precioso.
Te saludo en una mañana nublada y no tan fría como las
anteriores.
Imagine a una mujer cuya cabellera estaba formada por letras
del alfabeto.
Inmediatamente pensé qué bueno sería, poder mostrar a
quienes queremos las letras generando palabras.
La primera que apareció en mi mente es:
¡Cuánto te quiero
hijo!
U otras que expresen el amor maternal.
Palabras que inviten a vivir un mundo mejor.
Alejado de aquellas que demuestran sentimientos hostiles o gravosos para quienes
nos escuchan.
Eso demuestra la inequidad, cuando tratamos a seres que
nunca terminamos de conocer.
Terrenales y humanos son complejos.
Incapaces de reconocer equivocaciones severas, pensando son
el centro del universo.
Todo se puede dialogar y consensuar.
El pensamiento único, autoritario, impide demostrar que
nadie es perfecto y menos dueño de verdades absolutas.
Es posible, establecer diálogos sinceros, admitiendo
nuestros errores.
Actitud poco frecuente, capaz de demostrar disposición
para oír los argumentos del otro sin
cuestionarlos.
De surgir diferencias, las mismas se pueden conversar para
llegar a una conclusión certera que en definitiva logrará seamos mejores
personas, en una sociedad convulsionada por la
inacción o ausencia de capacidad de los líderes de papel.
Si nos diéramos la oportunidad de conversar con nuestros
interlocutores, sin anteponer, dogmas que han quedado en el tiempo el mundo
sería mejor.
Las imposiciones son rechazadas por la mayoría de quienes
conforman una sociedad civilizada.
Nuestro lema debería ser
“Nadie es perfecto”.
Todo es factible de mejorar, para ello, no es necesario
ceder nada, sino aprender a escuchar.
Si tuviera la potestad de mostrar a quienes quiero,
exhibiría las palabras que genera tu ausencia.
El amor incondicional que te tengo y nadie podrá quebrantar.
No existe nada más puro y bello que el amor entre una madre
y su hijo, por ello mi necesidad de regresar en el tiempo, donde el sufrimiento
no existía.
Nunca vivimos en una burbuja impenetrable.
Aceptamos a todos aquellos que pudieran aportar sentimientos
despojados de intereses que tanto dañan el alma.
Lleva tiempo y ejercicio continúo aceptar al otro tal cual
es,
Solo falta dar apertura al corazón.
No es difícil, solo es preciso intentarlo, para construir en
lugar de destruir.
Solo es necesario el consenso sin necesidad, de ceder nuestros propios pensamientos que se
pueden mejorar.
No pienses hijo querido mamá se ha convertido en
predicadora, desde mi humilde lugar intento disuadir a todos los que osan
subestimar el intelecto del otro, muchas veces maltratándolo con palabras
soeces que no llevan a ninguna parte.
Generando palabras con contenido estaremos más cerca de la
verdad.
Para la fecha elegí letras de un conocido autor, y como
siempre deseo compartirlas con vos.
“EL PODER DE LA PALABRA Autor: Gilberto Ramírez Santacruz
Si digo pan
Y mi poema no convoca
A los hambrientos a la mesa,
Es porque la palabra ya no sirve
Y la poesía exige otro lenguaje.
Si digo amor
Y mi poema no provoca
Una tormenta de besos y canciones,
Es porque la palabra perdió su magia
Y la poesía debe buscar una nueva voz.
Si digo vida
Y mi poema no revienta
Un alba de luceros y primaveras,
Es porque la palabra quedó sin dioses
Y la poesía debe estar al servicio del hombre.
Si digo libertad
Y mi poema no revoluciona
La conciencia de los sedientos de paz,
Es porque la palabra dejó de ser instrumento
Y la poesía está obligada a cambiar de poetas.”
Te amo hijo mío, te extraño cada día un poco más.
Es imposible continuar por este camino sin tu presencia que
me ayudaba a continuar.
Ahora sin estímulos, noto la falta que hacés, en mi
realidad, a veces repleta de brumas difíciles de disipar.
¿Cuándo vendrás a mis sueños?
El deseo de acariciarte y abrazarte crece a diario, sin que
pueda detenerlo.
Como expresara en otras ocasiones es preciso estemos juntos
para siempre, en el punto del universo, que te encontrás.
¿Por qué no permiten acceda a él?
¿Conocen esos seres, el concepto de amor incondicional?
Mi único derrotero, sos vos.
Injusta fue la muerte al arrancarte de mi lado.
Tu soledad me aterra.
Cuando tengo la posibilidad de visualizarte en estado
onírico, eludís responder sobre ese tema.
Tu sonrisa desea
aparentar todo está bien.
Mis percepciones de madre, piensan lo contrario.
Puedo equivocarme, de ello no tengo dudas.
Solo sigo aquello dictado por el corazón.
No soy adepta, a las abstracciones, prefiero el espacio de
las realidades, aún, cuando duelan es mejor que vivir entre las sombras de no
saber nada, del ser luminoso que hoy no está más que en mi alma.
Te amo hijo querido, por ello he tomado la costumbre en
estos enlaces únicos, que logran te sienta más cerca, formularte el mismo
pedido.
Hijo de mi alma, he de pedirte una vez más por favor, nunca
olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=T-O1RNM4GkQ
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