Buenos días mi precioso hijo.
Te saludo en una mañana diáfana, no tan fría como las
anteriores.
Ayer junto a tu prima fuimos a realizar un trámite bastante
lejos de mi refugio.
El resultado fue,
exitoso.
Al regreso veníamos transitando por la Ruta Panamericana.
El atardecer fue diferente a los otros.
Las sombras de la noche lentamente, brindando un atardecer
con el cielo con las primeras sombras oscuras sobre un crepúsculo como el que
observás, en la imagen que antecede a estas letras.
Rápida de reflejos, Selene tomó una foto, para que hoy
pudiera colocarla en esta conexión en la que te siento tan cerca, tanto que
podría cumplir la utopía de darte un beso.
Se trata de la entrada de un vivero.
A la maravilla de las flores, se sumó el crepúsculo, que pocas
veces aparece pintando tu cielo de color púrpura.
Imágenes salidas de un cuento por su belleza espectacular de
la esfera celestial.
Casi siempre los atardeceres se ven en distintos tonos
anaranjados, antecediendo pinceladas oscuras que le dan la bienvenida a la
noche.
En esta ocasión el cielo estaba de color violeta por efectos
que pocas veces brinda el Astro Rey.
Teníamos ganas de quedarnos allí, no para adquirir flores o
plantas sino para admirar la hermosura de la naturaleza, en todo su esplendor.
Llegamos a destino con deseos de repetir una experiencia,
capaz de acariciar las almas más doloridas por las ausencias, que no solo no se
aceptan, sino tampoco pueden soportarse.
La barrera de la palabra nunca oscurece el corazón, nadie
debería privarse de presenciar las veleidades del sol.
Siempre nos sorprende cuando llega o se va a otros
hemisferios, con el propósito que otros terrenales, puedan observar y admirar
sus cambios de vestuario, dando pinceladas en el firmamento de tonalidades
diferentes.
En caso de elegir, optaría por los crepúsculos magenta.
Misterios de Febo,
que solo él, puede desentrañar.
Producen placer, esos
enigmas quienes con magia superlativa pintan la esfera celeste de
acuerdo a las partículas electromagnéticas que cambian el matiz, de acuerdo a
las instrucciones de la estrella mayor del universo.
Concordando con esa experiencia, elegí para hoy, letras de
autor, nombrando ese fenómeno celestial.
Aquí las dejo para compartir.
“Crepúsculo1
Autor: José Asunción Silva
En la tarde, en las horas del divino
crepúsculo sereno,
se pueblan de tinieblas los espacios
y las almas de sueños.
Sobre un fondo de tonos nacarados
la silueta del templo
las altas tapias del jardín antiguo
y los árboles negros,
cuyas ramas semejan un encaje
movidas, por el
viento
se destacan oscuras, melancólicas
como un extraño espectro!
En estas horas de solemne calma
vagan, los
pensamientos
y buscan a la sombra de lo ignoto
la quietud y el silencio.
Se recuerdan las caras adoradas
de los queridos muertos
que duermen para siempre en el sepulcro
y hace tanto no vemos.
Bajan sobre las cosas de la vida
las sombras de lo eterno
y las almas emprenden su viaje
al país del recuerdo.
También vamos cruzando lentamente
de la vida el desierto
también, en el
sepulcro helada sima
más tarde dormiremos.
Que en la tarde, en las horas del divino
crepúsculo sereno
se pueblan de tinieblas los espacios
y las almas de sueños!”
Querido hijo mis deseos de darte un beso, van en aumento, no
es posible detenerlos.
¿Cuándo aparecerás en mis sueños?
Necesito abrazarte y acariciarte como en los momentos en que
ninguno de los dos pensaba te podías ir, tan lejos de aquí.
Te amo inmensamente.
Te extraño más.
Produce temor tu soledad.
Solo quienes han partido conocen ese mundo tan particular al
que deseo partir rápidamente.
Carece de sentido continuar donde no se desea estar.
¿Podrías ayudarme en el ascenso?
Preciso tu auxilio, para llegar a la estrella donde está
emplazado tu hábitat.
No he podido hallarla pese a buscarla en las noches
despejadas.
Aún, no he podido establecer cuál es.
Por tu forma de ser, presumo estás entre las más brillante,
otorgándole tu propia luz.
Innecesario, la muerte te arrancara de mi lado, dejándonos
solos a los dos.
¿Nadie ha comprendido cuánto nos necesitamos?
Hemos sido condenados por un delito no cometido.
¿Amar a un hijo tan especial, no constituye la comisión de
uno de aquellos?
¿Nos separaron por la intensidad del amor filial?
¿Por qué nadie responde preguntas tan sencillas?
De hacerlo, alejarían de esta madre tantas disquisiciones
sin resolución.
¿Qué misión cumplen, los dueños de nuestro destino?
A cada uno, les informo, mi búsqueda no cesará.
Hijo de mi alma, quiero sepas para tu tranquilidad, de
alguna forma llegaré.
Nada debo hacer en suelo terrenal.
La familia chiquita
entiende mi razonamiento.
Sabe del martirio que significa despertar, sabiendo no te
encontraré.
No existe en Gea, medicación para sanar las heridas del
alma.
Mi presencia no es imprescindible aquí.
Hijo querido, en cada uno de estos contactos maravillosos
que hacen te sienta tan cercano a mí, he de repetir como es costumbre mi
solicitud, por favor te pido con amor sincero, nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=gmgoTe7IejQ
No comments:
Post a Comment