Thursday, July 21, 2022

ROSAS PARA LA LUNA



Buenos días precioso hijo querido.

Te saludo en una gélida mañana de julio.

Hasta hoy la jornada de más baja temperatura, cero grado.

La calefacción atenúa el rigor de un invierno tardío.

Imposible no pensar en los desamparados que duermen teniendo como techo el cielo y las estrellas, preguntándome, cuando finalizará para ellos semejante tortura.

Quise sorprenderte  colocando una imagen tomada por vos.

Estábamos pasando  el fin de semana en la casa de fin de semana de los abuelos maternos.

Esa noche fue mágica.

Al estar completamente despejado y estar en un espacio abierto, las estrellas se multiplicaban obsequiado su brillantez, marco perfecto para que minutos después apareciera la luna en su fase creciente.

Como si fuera un reflector iluminaba dos rosas rojas nacidas del mismo tallo.

Fui yo a quien mostraste semejante belleza.

Con voz casi inaudible, dijiste “Somos vos y yo”.

Siempre atento y pensante.

Ayer al encontrar la toma decidí sería la foto que antecedería a este contacto, que tan bien nos hace a los dos.

Recuerdo en esa ocasión, dirigiéndote al abuelo,  inqueriste, por qué en los lugares espaciosos, el cumulo de estrellas era mayor que en la ciudad.

Te respondió con amor, el abuelo diciéndote que en los lugares con pocas propiedades no existe el smog de la ciudad.

Satisfecho con la respuesta, continuaste tomando fotografías de la casona, donde pasábamos  casi todos los fines de semana  en contacto con la naturaleza y en verano hacíamos uso de la piscina, además de disfrutar la cocina que preparaban los caseros.

Días que no regresarán nunca más.

Los momentos que se viven en plenitud tienen escasa duración en el tiempo.

Tal cual,  tu paso por la realidad, demasiado efímero.

¿Vivo sostenida por los recuerdos?

Sí.

Son los que me ayudan a continuar pese a mi negativa de seguir habitando suelo terreno.

Es en estas instancias donde desearía, regresar en el tiempo con el propósito de revivir, episodios del pasado, como esa noche donde la luna iluminaba las rosas, quedándonos en esa etapa para siempre.

La única forma que encuentro  para estar juntos nuevamente saciando la necesidad de darte un beso, para no sufrir pérdidas ni ausencias.

Ser como las rosas unidas por el mismo tallo, unidas el tiempo que fuera.

Mis sueños no se cumplen.

¿Qué impide cristalizarlas cuando el amor maternal es tan inmenso?
¿Qué método utilizar para que puedas escuchar mis te quiero hijo?

No entiendo por qué tengo vedados todos esos derechos.

Para hoy encontré letras de un grande, relacionadas con esa foto maravillosa.

Es mi deseo compartirlas con vos.

Aquí las dejo.

 

 

“LA LUNA Y

LAS ROSAS

Autor:

Miguel  de Unamuno

 

 

En el silencio estrellado

 

la Luna daba a las rosas y el aroma de la noche

 

le henchía ¿sedienta boca?

 

el paladar del espíritu,

 

que adurmiendo su congoja

 

se abría al cielo nocturno

 

de Dios y su Madre toda...

 

Toda, cabellos tranquilos,

 

la Luna, tranquila y sola, acariciaba a la 

Tierra con sus cabellos de rosa silvestre, blanca, escondida... La Tierra, desde sus rocas,

 

exhalaba sus entrañas

 

fundidas de amor, su aroma...

 

Entre las zarzas, su nido,

 

era otra luna las rosas,

 

toda cabellos cuajados

 

en la cuna, su corola;

 

las cabelleras mejidas

 

de la Luna y de las rosas

 

y en el crisol de la noche

 

fundidas en una sola...

 

En el silencio estrellado

 

la Luna daba a las rosas

 

mientras, las rosas, se daba a la Luna, quieta y sola.”

 

Vida mía te amo y extraño de manera inconmensurable.

Es difícil caminar la realidad sin tenerte a mi lado.

Jamás podré asumir tu ausencia por ser un episodio antinatural.

Eras vos quien debía depositar mis cenizas en el cinerario.

Fue violento te arrebataran de mi lado abruptamente, cuando tenías una vida para concretar tus proyectos.

Con la ayuda de la familia chiquita todo se hubiera superado.

Te habrías convertido en un hombre exitoso, pleno.

Tu luminosidad continuaría en la tierra.

Ayudando a todos sin pedir nada a cambio, como debe ser.

Extraño tus caricias y abrazos.

Las palabras certeras cuando veías estaba por caer, producto de situaciones no buscadas.

Tu sabiduría para traer de regreso la paz que se había  ido vaya a saber dónde.

¿Cuándo aparecerás en mis sueños?

Preciso verte, solicitar tu ayuda para ascender con rapidez.

Como es habitual en estos contactos, he de reiterar mi solicitud de siempre, por favor tesoro de mi existencia, huérfana de tu cariño, por favor hijo amado, te pido, nunca olvides cuanto te quiere,

Mamá.

 

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=Z68stM1lSpM

 

 


 

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