Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana fría, sin esperanzas de ver los
destellos dorados del sol.
Quiero invitarte a recorrer las distintas plazas de la
Ciudad de Buenos Aires.
Para conversar elegiremos una plaza tranquila, alejada del
centro de la ciudad
Nos atrae un banco solitario ubicado al lado de un árbol de
flores rosadas como el amanecer.
Cada una tiene su encanto.
Hace muchos años se encomendó al paisajista Carlos Thais,
buscara especies de árboles de cuatro estaciones para que las avenidas y plazas,
siempre estén floridas, más allá de la época del año que transcurra.
Pareciera nos estaba esperando, ya que en las horas del
mediodía, son ocupados por los empleados de las distintas oficinas que utilizan
el refrigerio para distenderse del trabajo,
que retomarán una hora después.
El aire libre
inyecta la energía necesaria para continuar la jornada laboral.
En ese interregno es difícil encontrar bancos desocupados.
Tuvimos la suerte de hallar uno, para intercambiar ideas,
sobre el sentido de la vida y la muerte a quien no le encuentro explicación.
Mi prioridad fue darte un beso al verte llegar.
Lo demás carece de sentido cuando se puede concretar un
sueño demorado.
Sentados en el solitario banco, intercambiamos todo aquello
que ha pasado durante casi siete años de ausencia física
Afortunadamente elegimos una de las plazas por donde no
había cortes, generados por aquellos que reclaman planes sociales, en lugar de
buscar trabajo que otorga dignidad.
Más temprano escuchaba por radio han formado, un operativo
policial para impedir la ciudad vuelva a ser sitiada, interrumpiendo, el
derecho a circular.
Reclamar es un derecho, tener libertad para caminar
dirigiéndose a cada trabajo también. Pocas veces se ha vivido una etapa donde
las avenidas más importantes son sitiadas, por integrantes de los distintos
movimientos que ocupan aquello que está prohibido.
No dejan pasar el transporte cualquiera que sea, incluyendo las ambulancias transportando
pacientes a las distintas unidades hospitalarias para su atención.
Las autoridades, están preocupadas promoviendo sus futuras
candidaturas.
Como es costumbre las promesas de campaña fueron tapadas por
un manto de olvido.
El caos es total.
Por suerte nos encontramos en un día bastante normal, sin
oleadas de personas que concurren a esos eventos masivos, dado que si no hacen
los dirigentes de los movimientos, les descuentan de los planes que cobran.
Pareciera no todos
habitamos el mismo país, la desidia es total.
Pudimos vernos sin esas interrupciones.
El encuentro fue valioso para los dos.
Noté eludiste responder cuando te pregunté si faltaba
demasiado para reencontrarnos donde se encuentra tu hábitat.
Nada me daría más
felicidad que estar juntos eternamente.
Buscando letras para anexar a este contacto, hallé unas de
un autor, haciendo referencia a los bancos
que se encuentran en todas las plazas de cualquier ciudad.
Las dejo aquí para compartir con vos.
“BANCO DE PLAZA, UN PEDAZO DE LA HISTORIA
Autor:Boris Gold
Si hay alguien que puede
Hablar con soltura,
De tantas historia
Que tiene y tendrá,
seguro que nadie
Con más fundamento,
El banco de un parque
Los podrá…contar.
Receptó el llanto
De aquella muchacha,
Que pidió al cielo
Que lo haga volver,
Aquel que promesas
Dirigió a montones,
Y nunca al malvado
Lo ha vuelto…a ver.
Qué triste se puso
Cuando en ese banco,
Lo vio a ese joven
Que temblando escribió,
Una triste carta
Dirigida al cielo,
Y a Dios preguntando
Porque…la llevó.
Historias muy hondas
Con olor a vida,
En ese escenario
Del banco aquél,
Donde las parejas
Se hacen arrumacos,
Y grabado tiene
Juan ama…a Raquel.
Y así es el tiempo
De un banco de plaza,
Cobijando a solos
Que penando están,
También a esa abuela
Que cuida a su nieto,
Y al que está cansado
De andar…por andar.
Te recuerdo siempre
Porque en mis delirios,
Fui también poeta
Y en tu regazo escribí,
Mis primeros versos
Para un amorcito,
Qué lindos momentos
Los que allí…viví,
La placita de mi barrio
Era pura alegría,
En ella tuve sueños
De pibe andarín,
Su banco era el barco
Que yo timoneaba,
Ojalá tu recuerdo
Nunca…tenga fin.”
Hijo de mi vida,
¿Cómo decirte cuanto te amo y extraño con palabras que
suenen como una bella melodía?
¿Cómo rogarte aparezcas en mis sueños y así poder abrazarte
y acariciarte?
¿Qué palabras utilizar para pedirte me ayudes en mi ascenso
al espacio donde estás?
Comprendo que cuando más se pide algo, más trabajo cuesta
cristalizarlo.
Desearía nuestro camino tuviera menos espinas y más pétalos
de fragantes rosas.
Sos de los pocos que conoce no es mi deseo, continuar cautiva
donde no deseo estar.
¿Por qué debo ser obediente y seguir prisionera cuando no he
cometido más que el delito de quererte de manera inconmensurable?
Hijo de mi existencia, siempre en estas conexiones maravillosas,
que nos acercan un poco más, he de pedirte ser de luz, una
vez más, por favor, nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=IUjPxRN8zaI
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