Buenos días amor bonito.
Te saludo en una mañana gélida y soleada.
En mis caminatas diarias, ahora salgo al mediodía, cuando el
Astro Rey brilla con un poquito más de energía.
Ayer fui a caminar por la plaza de Olivos, mi ciudad.
Siempre bien cuidada, gracias al personal que cumple sus
horarios como debe ser.
Sentada en uno de los banco, miraba los árboles desnudos,
cuyas ramas se tornan oscuras en temporada invernal.
En varios de ellos pájaros de variedades distintas
custodiaban sus nidos, no solo por las crías pequeñas sino por los que faltaba
poco para que vieran la luz de la vida.
Espectáculo que lleva a soñar, sería bello todos pudieran
gozar de su libertad, tal cual te gustaba a vos.
La libertad, es un bien inalienable, para todas las
especies.
Recuerdo tus enojos cuando los veías en jaulas.
Certero tu criterio cuando crispado decías:
“Por más que estén en una jaula amplia como una habitación,
están encerrados sin poder volar como todos los pájaros.
Encerraría allí a los dueños, para demostrarle a los
cultores de aves enjauladas, que no es la mejor opción.”
Reprimía mi sonrisa, ante tu conclusión.
Te asistía la razón.
Es más bello ver a las aves en absoluta libertad, armando
sus nidos para albergar a los más pequeños.
He tenido la suerte de ver a una familia de aves custodiando
nidos.
En el interior del mismo
estaba por nacer un pequeño polluelo.
Como corresponde la familia no se movió del sitio, hasta la
llegada del nuevo integrante.
En ocasiones pienso en la cantidad de niños que quedan
encerrados en sus hogares mientras las madres efectúan las compras, no
privándose de charlar con todos los vecinos del edificio que habitan.
Hay jardines de infantes gratuitos donde los chicos pueden
socializar con nenes de su edad.
Ello se llama desaprensión.
Los niños solos se muestran huraños.
Pueden sufrir accidentes dentro de la propiedad que en
algunos casos son fatales.
No critico a los padres modernos, no es mi función.
Son pensamientos, que plasmo en las letras.
Un pequeño no es un objeto al que se dice “No te muevas de
ese sillón hasta que llegue”
Sin quererlo es una forma de maltratar a los chicos.
No se justifica existiendo lugares donde, pueden jugar y
aprender junto a otros niños de su edad.
Así como algunos terrenales enjaulan pájaros, terrenales con
acero en el corazón encierran a sus propios hijos.
Esos son los episodios incomprensibles que producen mi
enojo.
De regreso a casa recordaba tus palabras comparadas con mis
reacciones y las encontré idénticas.
Situaciones genéticas
que traen alivio a mi alma herida.
¿Cuándo aparecerás en mis sueños?
Preciso mis besos lleguen a tus mejillas.
Son demasiados, corren el riesgo de marchitarse, no lo
permitas.
Para hoy traje grafemas de una poetisa, se trata de un poema
canción referente a los nidos.
Lo dejo aquí para
compartir con vos, mi hermoso ser de luz.
“EL AVE Y EL NIDO
Autor: Salomé Uñera
¿por qué te asustas, ave sencilla?
¿por qué tus ojos fijas en mí?
yo no pretendo, pobre avecilla,
llevar tu nido lejos de aquí.
Aquí, en el hueco de piedra dura,
tranquila y sola te vi al pasar,
y traigo flores de la llanura
para que adornes tu libre hogar.
Pero me miras y te estremeces,
y el ala bates con inquietud,
y te adelantas, resuelta, a veces,
con amorosa solicitud.
Porque no sabes hasta qué grado
yo la inocencia sé respetar,
que es, para el alma tierna, sagrado
de tus amores el libre hogar.
¡Pobre avecilla! vuelve a tu nido
mientras del prado me alejo yo;
en él mi mano lecho mullido
de hojas y flores te preparó.
Más si tu tierna prole futura
en duro lecho miro al pasar,
con flores y hojas de la llanura
deja que adorne tu libre hogar.”
Querido hijo te amo y extraño de manera incondicional.
No soporto arrastrar la mochila del dolor que cargo hace
casi siete años.
Quiero tenerte un momento para darte todos los abrazos y
caricias que tengo para vos.
No es tiempo de espera, sino de finales.
He llegado a la conclusión que sola no puedo irme hacia donde deseo, por ello
siempre te pido ayuda con el propósito de lograrlo.
¿Cuándo decidirás auxiliarme para cristalizar mi deseo?
¿Existen pájaros en el espacio que se ubica tu hábitat?
El poeta florentino Dante Alighieri, en su obra cumbre
nombraba las “Aves del Paraíso”.
¿Has visto alguna?
Tesoro de mi alma, te amo y extraño de manera
inconmensurable, no quiero estar en este sitio que aborrezco.
Mi lugar está junto a vos.
Deseo regalarte todos los mimos que me han privado de
hacerlo, sin explicar con argumentos el motivo de tal actitud.
Es cierto, soy reiterativa.
No me produce vergüenza solicitarte a diario, con todo el
amor que recibí y sigo recibiendo de vos, te pido mi precioso ser de luz, por favor nunca
olvides, cuanto te quiere.
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=1Sxlp6TVTpE
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