Buenos días hijo querido de mi vida.
Te saludo en otra mañana con excesiva neblina, añorando los
dorados destellos del sol.
Comencé a leer un libro.
La imagen de la tapa es una copa con agua burbujeante,
rodeada de flores.
La imagen de la tapa, es la que antecede a esta conexión.
Cualquier persona que la observara, elogiaría las gotas
danzando en el interior como si
quisieran salir del cuerpo de cristal.
Llamó mi atención que nadie quisiera beber su contenido,
hasta que supe no era liquido inofensivo sino que se trataba de algo, semejante
al líquido elemento, más quien lo probara, perdería la razón o la vida , dado
que contenía un potente químico que
producía esos efectos adversos, en quien intentara saciar su sed, bebiendo un
sorbo de su contenido.
En ese instante comprendí, por qué estaba llena y las flores
eran una atracción que invitaba a beber, esa pócima.
Algunos terrenales en su ansiedad por conocer el sabor del
agua contenida en esa copa especial, se animaron a probar.
Las primeras víctimas fueron una pareja de jóvenes que a
todo se atreven.
Continuaron su camino, hasta que a los pocos metros se
sintieron mal, al punto de tratarse como extraños, cuando en realidad
contraerían enlace, días después.
El primer efecto, fueron mareos, tan fuertes que a pocos
metros ambos cayeron sin conciencia.
Quienes pasaban por ese sitio inmediatamente llamaron una
ambulancia, con el propósito de trasladarlos a un centro sanitario para su
atención.
Al recibirlos en la guardia, fueron sometidos a rigurosos
exámenes, para saber qué había producido la falta de conciencia.
Al recuperarla, hablaban en un idioma extraño para quienes
estaban en el lugar.
Una de las enfermeras que asistía a los médicos pudo
traducir el lenguaje inconexo que utilizaban.
Quisieron entablar una conversación para, arribar a un
diagnóstico que los sacara de ese trance
peligroso que ponía en riesgo sus vidas.
Convocaron a un neurólogo, quien los sometió a diversos
estudios para llegar a una conclusión.
La enfermera que los asistía no se separó de la pareja.
Nadie conocía dominaba varios idiomas.
Con el resultado de los estudios, el especialista concluyó
que era imposible sacarlos de ese estado de alucinaciones.
La joven asistente del hospital, pidió unos minutos para
salir.
En el momento que se
otorgó su petición, se dirigió a una sede policial con el objetivo de denunciar
al neurólogo, explicando que su hermana había perdido la vida por ingerir el
contenido de una copa similar en su pueblo natal.
Desde ese trágico desenlace prometió encontraría al
culpable.
Luego de una investigación se llegó a la conclusión que el
neurólogo no era tal sino un químico de excelencia que hacia sus pruebas, con
seres jóvenes para perfeccionar un medicamento que estaba en proceso de
aprobación.
Mientras todos estaban ocupados con el caso.
Con los cuidados de la enfermera se fueron recuperando.
Si bien tuvieron que postergar el enlace se curaron
completamente.
Pasado un tiempo el pseudo neurólogo fue detenido.
Los jóvenes trabaron una intensa amistad con la asistente de
salud que salvó sus vidas.
El primer hijo que esperaban
tendría como madrina de bautismo a la joven enfermera.
Al nacer la niña, fue inscripta con el nombre de la hermana
de aquella.
Una historia que tuvo en vilo a la comunidad, con final
feliz.
El poeta cubano José Martí escribió un poema que quiero
compartir con vos.
“LA C0’A ENVENENADA
Autor: José Martí
¡Desde que toqué, señora, vuestra mano
Blanca y desnuda en la brillante fiesta,
En el fiel corazón intento en vano
Los ecos apagar de aquella orquesta!
Del vals asolador la nota impura
Que en sus brazos de llama suspendidos
Rauda os llevaba –al corazón sin cura,
Repítenla amorosos mis oídos.
Y cuanto acorde vago y murmurio
Ofrece al alma audaz la tierra bella,
Fíngelos el espíritu sombrío–
Tenue cambiante de la nota aquella.
¡Oigola sin cesar! Al brillo, ciego,
En mi torno la miro vigorosa
Mover con lento son alas de fuego
Y mi frente a ceñir tenderse ansiosa.
¡Oh! mi trémula mano bien sabría
Al aire hurtar la alada nota hirviente
Y, con arte de dulce hechicería,
Colgando adelfas a la copa ardiente,
En mis sedientos brazos desmayada
Daros, señora, matador perfume:
Más yo apuro la copa envenenada
Y en mí acaba el amor que me consume."
Tesoro de mi existencia te amo y extraño, cada día un poco
más.
Es imperiosa mi necesidad de darte un beso.
¿Cuándo aparecerás en mis sueños?
Preciso fundirme en un abrazo con vos.
Acariciarte, mientras murmuro la intensidad del amor
maternal.
Es difícil continuar sin vos.
Nuevamente te pido ayuda para comenzar mi ascenso hacia tu hábitat.
Deseo compartir el futuro con el ser que más amo en la vida.
Mi deseo no es seguir en suelo terrenal.
Querido el hartazgo desde tu ausencia es parte de mi
realidad insostenible.
Hijo querido, como es habitual en estas conexiones
maravillosas que nos acercan tanto, reiteraré mi pedido hasta que se cumpla, por favor hijo
hermoso nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=pd--3QKeR9w
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