Buenos días querido hijo.
Te saludo en una mañana fría, tal cual corresponde a esta
temporada.
Al no poder soñarte para darte un beso,
Morfeo me trae otros estados oníricos que deseo compartir
con vos.
He soñado a imam ña observando el cielo plagado de estrellas.
Ella en puntas de pie trataba de capturar la más brillante
extendiendo su mano.
Imaginé bien podría ser yo, buscándote para conocer tu
hábitat.
Siempre te busco entre aquellas para conocer dónde está
establecida tu morada.
La suerte no me acompaña.
Son tantas que resulta difícil halarte.
En algún momento te encontraré, con el propósito de
vivir en la que se encuentre más cercana
a la tuya.
Con constancia sé he de lograrlo para decirte cuanto te
quiero.
Haces falta en suelo terreno y no tan lejos de mí.
La imagen de esa joven era demoledora,
¿A quién estaría buscando?
Nunca lo sabré pues el sueño fue una de las tantas
pinceladas que me brindan confort.
Mi búsqueda no cesará.
Recorreré todas las estrellas del firmamento hasta que pueda
hallarte y así ser felices compartiendo ese espacio enigmático que solo conocen
quienes la arbitrariedad de la muerte temprana se los ha llevado para no
devolverlos, mientras en la tierra esperamos, esa utopía cristalice sin
demasiadas dilaciones.
Es violenta la soledad impuesta por seres a quienes no
tenemos la potestad de conocer hasta que la tragedia golpea nuestras puertas
arrancándonos de manera abrupta al ser
que trajimos a la vida para que viviera largamente y fuera quien presenciara
nuestro final.
Tristes y arbitrarios son los derroteros del destino que no nos permite elegir opciones de
presencias o ausencias.
Quienes me conocen saben la incomodidad que representa estar
en un espacio no deseado, esperando el momento de partir, para reunirnos en la
eternidad con los seres que más amamos en la vida.
Los hijos no deben morir.
Por ello mi empeño denodado en encontrarte a la brevedad.
En estos momentos aciagos me gustaría emular a Raquel, quien
al oeste de la Constelación Orión pudo encontrase con su hijo y traerlo a la
tierra, para seguir cumpliendo su rol de mamá.
En mi caso las puertas del acercamiento se cierran detrás de
mí.
Pesadas aberturas de hierro que desearía derribar.
Sueños de una madre que extraña a su hijo, recordando cada
día, hace casi siete años no está.
¿Cómo se resuelve esa situación?
Corriendo hacia él.
Produce espanto ser ocupa de un suelo donde no se desea
estar más.
Me han quitado todas las posibilidades de estar a tu lado para siempre.
Solo me han dejado tu esencia en cada célula de mi ser.
Para hoy elegí letras referentes a las estrellas iluminando
el cielo azul.
Aquí las dejo para compartir.
“¿Cuántas estrellas tiene el cielo?
Autor:
Andrés Eloy Blanco
La última noche que pasamos juntos,
lo preguntó:
-¿Cuántas estrellas tiene el cielo?
-Trescientas cincuenta mil.
-¿A que no?
-¿A que sí?
-Cállate. Esta noche
no quiero que preguntes esas cosas.
Esta noche, si quieres preguntar
cuántas estrellas tiene el cielo,
o cualquier otra cosa,
pregunta algo así como ¿me quieres?
¿tienes frío? ¿quién dice que tiene hambre?
Esta noche, pregunta algo que sea
contestado en el mundo sin palabras.
Interroga con toda tu sangre
algo en que toda la vida del mundo
esté preguntando,
algo así como ¿quién llora?
¿hace falta algo?
Y verás como todo hace falta
y sabrás cuántas estrellas tiene el cielo
cuando sepas que el cielo tiene una sola estrella
para cada momento,
porque con una que se pierda
dará un paso de sombra la luz del Universo.”
Amarte es el único ejercicio que realizo con placer.
Quiero verte para abrazarte hasta que mis brazos pierdan
energía, rodeándote con calidez, esa que brinda el calor maternal.
Necesito reanudar nuestras conversaciones a las que vos
siempre encontrabas, respuesta y solución.
Pese a tu juventud, has sido demasiado sabio, un ser
luminoso, a quien la fidelidad lograba viera el fondo de tu corazón.
Te amo y extraño con idéntica intensidad.
Nunca aprenderé a vivir sin vos.
Menos asumir ya no estás y solo el destino sabe si alguna
vez nos volveremos a ver.
¿Cómo se hace para seguir?
¿Podrías prestarme auxilio para comenzar el ascenso?
Poco tengo que hacer en suelo terreno, mi lugar está junto a
vos.
Nunca idealicé tu persona, solo expreso verdades absolutas
sobre un ser especial, que llenó mi vida de felicidad.
Hijito de mi realidad silente, estos contactos nos unen un
poco más.
Somos inseparables como los hermanos siameses.
Tus pensamientos son
iguales a los míos.
Sos el amigo más fiel que llegué a conocer.
Transparente dejaste todos sin excepción ingresaran a tu
alma.
Los que te dañaron también.
A ellos pude pasarlos al terreno de la no existencia.
Te amo y extraño con intensidad.
Por ello en cada contacto siempre he de pedirte con el amor
más grande que puede, existir, por favor
nunca olvides, cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=eiDiKwbGfIY
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