IINTROSPECCIÓN

Buenos días mi vida.
Primer día fresco de este otoño aletargado.
Todos y cada uno de los terrenales que habitan esta parte del planeta, deseaban, se extendieran los dóas veraniegos para alejar de alguna manera la pandemia que azota el orbe.
Todo sucede por algo.
No precisamente por que alguien haya sido estimulado para tener reacciones violentas y surjan estos virus que hasta el momento de escribir estas letras no han sido controlados
para evitar más víctimas.
Mis musas son memoriosas.
Me acompañan en la desolación y el desamparo.
Siempre me ha gustado la historia.
De la mano de aquellas nos situamos en el siglo quince donde surgió, en Italia, la famosa peste negra.
El nombre real era peste bubónica que se extendió a`
partir del año mil quinientos setenta a todo el planeta.
Fue erradicada o eso creyeron los científicos de aquellas épocas.
La dama indigna reapareció en el año mil seiscientos treinta y luego en mil seiscientos cincuenta y tres donde fue derrotada por la ciencia.
¿Por qué se llamaba peste negra?
Producía ganglios que tomaban esa cioloración De manera mundial producían la muerte de los afectados.
Hay demasiada bibliografía al respecto por ende no agregaré nada más, solo invitarlos a que se informen a través de los medios.
Hijito me cuesta mucho establecer estos enlaces, ya que en todos estoy acompañada por seres a los que no he convocado..
Deje
E todo en manos de la justicia.
Ahora que hay feria judicial extraordinaria deberé esperar a que la misma culmine.
Tengo,
tranquilidad
al conocer que los delitos informáticos no son excarcelables.
No es posible escribir y atender las campanas que suenan en el campanario.
Hasta ahora estoy tranquila.
No quisiera reaccionar con virulencia.
¿Por que para este enlace que nos acerca elegí el título de introspección?
Simple miro el interior de mi ser buscando respuestas sabiendo que nunca más nadie responderá mis reclamos.
El interior me dice siga buscándote.
Eso lo sé desde el momento de tu ausencia.
Si aquí estuviera nada de aquello que paso ocurriría.
Siempre me alejo de la toxicidad.
Busqué transitar otros senderos.
Mis musas me llevaron
al
inicio de una escalera, cercana a una montaña.
Del lado derecho un precipicio.
Como bien imaginas para realizar ese viaje, deje de lado el vértigo qie tengo desde siempre.
¿Por qué lo hice?
Estoy cansada de la soledad.
Debo comprender a todos pues tengo tiempo.
Además de vos que sos imprescindible
¿Quién
puede
entender la soledad absoluta en la que me encuentro?
Nadie.
Es horrible percibir para todos sos un estorbo.
No importa.
Sigamos con el paisaje brumoso que encontré.
Los peldaños rodeaban una montaña.
La baranda era de madera.
No
tuve miedo,
Saber que el
premio sería encontrarte para darte un beso, eliminó todos los sentimientos de temor.
Gracias mi vida por alentarme en la búsqueda hasta despojarme de las entelequias.
No es fácil escalar una montaña a través de escalones pétreos.
Nada importa si puedo darte un beso.
En el recorrido encontré demasiados silencios, algunos inmerecidos.
Recordé tu axioma favorito “Nada dura para siempre”.
Has sido sabio.
Nada es eso aún cuando sorprenda como un puñetazo.
Es nada aún cuando duela.
Continué ascendiendo..
Recibía me acompañabas.
Intentaba no mirar hacia la derecha.
Tengo terror a las alturas.
Nada podría detenerme.
Estaba buscándote.
Ese sería el mejor premio para esta realidad absurda.
Seguí
escalando los peldaños.
La bruma era cada vez más espesa.
No tuve miedo.
Sentí tu energía.
La baranda de la escalinata estaba gastada por el paso del tiempo.
Respiré profundamente.
En los próximos escalones no tenía dónde sostenerme.
¿Qué hacer?
Todo con tal de darte un beso.
Perlas de sudoración caían de mi frente confundiéndose con lágrimas de impotencia.
¿Por qué tantos escollos para verte?
El ascenso seria más lento.
Ina piedra pequeña provocó resbalara, cayendo a las profundidades del precipicio.
Mientras rodaba rápidamente, festejaba había
lle gado mi momento.
Otra vez la odiosa jugada del destino.
Un par de gaviotas, extendió sus alas para morigerar aquello que hubiera sido la muerte esperada.
Con cuidado me llevaron a casa.
No tenía ni fisura ni fracturas en el cuerpo.
Solo mi alma se había desgarrado un poco más.
Pese a ello no corría riesgo de vida.
¿Alma que esperás para que tus jirones se desprendan, y dejen pueda llegar no a las puertas del cielo, sino a lugar en que se halla mi hijo?
¿Hasta cuando serán bastardeados mis sentimientos?
¿Les cuesta mucho asumir la tierra no es mi lugar?
¿Qué hacer para reunirme con mi hijo?
¿No se dan cuenta que no puedo más permanecer en este sitio plagado de injusticias?
Hijo querido ayudame a partir.
Nada material me importa del mundo terrenal.
Me duelen los enojos sustentados en cosas inexplicables.
Me duele la ida que me queda sin vos.
Nadie puede obligarme a permanecer aquí .
Saben que por respeto a tu memoria no tomaré ningún atajo.
Poseo las herramientas para llevar a cabo mi derrotero.
No abusen de mi mayor precepto “Nunca vulneraría la memoria del ser que más amé en la vida”
Ese jamás puede modificarse por el hartazgo de habitar donde no quiero.
No provoquen a la bestia dormida desde hace más de cincuenta y cinco meses.
No puedo más.
Jamás les pediría piedad o misericordia.
Dejenme, libre de ataduras.
Para que sea yo quien pueda elegir donde estar.
Tesoro de mis entrañas, te amo.
Estoy hastiada de tantos obstáculos en el camino.
Llegaré, no lo dudes.
Nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=4M3R3CEZ_mI